Los dirigentes del Pacto de Unidad y la Central Obrera Boliviana (COB) en esta segunda semana de enero del 2024 reafirmaron el compromiso político con el gobierno de turno. Entre tanto, en el caso de la COB, surgió una ola de críticas por la prórroga de 6 años de Huarachi y el permanente pisoteo de la independencia política de los trabajadores, entre otros puntos.
Lunes 15 de enero de 2024
Fuente: ERBOL | Huarachi, ejecutivo de la Central Obrera desde 2018. Foto de archivo / COB
Ante la división del MAS-IPSP en un sector “Arcista” y el otro “Evista” los dirigentes del Pacto de Unidad salieron, los pasados días, a ratificar su inclinación hacia el ala Arcista. El dirigente de la Confederación de Comunidades Interculturales, Vidal Gómez, directamente con la línea del gobierno llamó a los evistas a acatar la resolución del Tribunal Supremo Electoral (TSE) que anuló el congreso de Lauca Ñ. También añadió que cursaron cartas al presidente del MAS-IPSP, Evo Morales, solicitando el llamado al congreso de manera urgente y que el mismo debería ser realizado en la ciudad de El Alto, aunque en los últimos días no descartan que se lleva a cabo en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
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Por otro lado, Juan Carlos Huarachi, de la COB afirmó “… que los trabajadores están en pie de lucha contra cualquier intento de desestabilización”, ratificando el apoyo a la gestión del oficialismo. Sin embargo, las críticas al ejecutivo no se dejaron esperar por parte de sectores mineros de Colquiri y el Magisterio Urbano. Los mismos, criticaron los 6 años de prórroga que lleva el dirigente, el cual, lo realizó mediante ampliados y no así por congresos como determina los estatutos de la COB. También, denunciaron el pisoteo de la independencia política sindical de los trabajadores.
Por su parte, el evismo, preocupado por su retroceso sindical ante la cooptación estatal llevada adelante por Arce, intenta mantener algunas posiciones claves. La semana pasada el presidente del senado, Andrónico Rodríguez, afín al evismo, se hizo presente en la posesión del nuevo sindicato minero de Huanuni, intentando recomponer relaciones con este estratégico sindicato.
Ya en el gobierno de Evo Morales se inició este proceso de estatización de los sindicatos, es decir, que las direcciones de las federaciones y confederaciones respondan a la línea política oficial del gobierno. Para ese tiempo, sindicato u organización que no se subordinaba a esta lógica era perseguido políticamente o destruido para beneficio directo del gobierno e indirecto para los empresarios. El gobierno de Arce retoma esta cooptación de los sindicatos por medio de prebendas del Estado asegurando fidelidad de esta burocracia de dirigentes. Cabe añadir, que esta burocracia saca beneficio por partida doble. Es decir, por un lado, recibe beneficios del Estado donde tiene a las y los trabajadores atados con normas como el estatuto del funcionario público y por el otro de los empresarios privados que le “agradecen” reconducir las luchas sectoriales hacia los tribunales y no a los patrones, así como no organizar nuevos sindicatos con la consecuencia de dejar sin derechos laborales a miles de jóvenes que se incorporan en fábricas y centros de trabajo en condiciones muy precarias.
Esta costra burocrática de dirigentes busca beneficio individual y actúa con doble filo político. Tenemos que recordar que en el momento del golpe de estado abandonaron al MAS y avalaron el golpe de Jeanine Áñez, Camacho y compañía. Recordemos que Evo Morales, ya en octubre del año pasado, exigió que Huarachi rinda cuentas de los $us. 80.000 que habría recibido del ex ministro de Gobierno, Arturo Murillo, para “pacificar el país”. A estas acusaciones Huarachi respondió negando las mismas y anunciando medidas legales en defensa de “su honra” [1].
Burócratas, capataces del gobierno y los empresarios
Estos dirigentes que salieron de las filas de los trabajadores ya tienen la vida arreglada por lo que ya no son trabajadores con bajos salarios. Han garantizado su propio ascenso social defendiendo a los ricos y por tanto la ganancia de los patrones y el gobierno. Son dirigentes que actúan como una policía política dentro fábricas y centros de trabajo vigilando a favor del gobierno y los empresarios.
Cuando para este año se configura una crisis económica en Bolivia la política del gobierno de Arce es reforzar la compra de equipos antidisturbios para la policía y asegurar los controles con la burocracia de dirigentes del Pacto de Unidad y la COB.
Organizar, desde abajo, a las y los trabajadores y al movimiento campesino
Los campesinos y campesinas de base son afectados no solo por la contaminación de los ríos que provoca la explotación del oro sino también por las quemas e incendios alentados por la agroindustria. A esto se suma las sequías debido al calentamiento global que han provocado enormes pérdidas para las comunidades y las familias campesinas. Para este año se prevé la explotación del litio que pone en riesgo las aguas de las comunidades alrededor de las plantas.
La burocracia campesina está más preocupada en las peleas internas del MAS que en informarse y elaborar un plan de acción ante las consecuencias de la explotación del litio, además, el año que pasó llegó tarde a atender las emergencias en las comunidades.
Los trabajadores y trabajadoras de base sufren en las calles la desocupación en puertas de una crisis económica. También, vemos en todos los centros de trabajo una alta precarización del trabajo sin beneficios sociales o seguro médico. Todo esto gracias a la burocracia cobista que mira para otro lado ante los ataques a sectores fabriles y sectores de servicios.
Lxs trabajadores y campesinos de base tenemos que denunciar que los ampliados de estos dirigentes están alejados de las bases. Son una junta de dirigentes que ignoran las necesidades de lxs trabajadores y campesinos de abajo.
Tenemos que organizarnos en asambleas para voltear a esta burocracia que vivió muchos años del Estado. Hay que sacarse de encima a esta costra burocrática que empeora nuestras condiciones laborales hoy para los actuales trabajadores y mañana para nuestros hijxs. Tenemos que recuperar la Central Obrera Boliviana desde abajo para ponerla al servicio de las verdaderas necesidades de las y los trabajadores de base del campo y la ciudad.
¡Abajo la burocracia sindical! ¡Huarachi, a Trabajar!
¡Por un congreso de delegados y delegadas de base de la COB!