Lorena Rodriguez, por serios problemas de salud pidió el traslado a Casa Central. La administración de Parques Nacionales haciendo caso omiso a las indicaciones médicas le ofrece la indemnización.
Jueves 25 de abril de 2019 18:29
Lorena Rodríguez es trabajadora de la Administración de Parques Nacionales. A fines del 2016 fue trasladada junto a su esposo, desde Casa Central al Parque Nacional El Palmar (Provincia de Entre Ríos) a pedido del entonces intendente de esa Área Protegida, para trabajar como encargada de Uso Público.
Ahora por serios problemas de salud Lorena necesita volver a la Sede Central en la Ciudad de Buenos Aires donde había trabajado desde el año 2009 hasta diciembre del 2016 que es trasladada. En la Casa Central se desempeñó como técnica-profesional en la Dirección de Aprovechamiento de Recursos.
Por los problemas de salud y por indicación médica, Lorena inició en abril del 2018 el pedido de cambio de asiento de funciones, elevando notas y formalizando con las respectivas constancias médicas.
La primer negativa vino por parte del Director Nacional de Operaciones que no tuvo en cuenta que se trataba de un caso de fuerza mayor y argumentó “que no disponía de personal para su reemplazo” cuando, como denuncian los trabajadores, ella había capacitado a dos personas para que la sucedieran en el cargo.
Estando en tratamiento médico luego de un embarazo de alto riesgo, volvió a tramitar el traslado y logró entrevistarse personalmente con el Director Nacional de Uso Público quien le aseguró en mayo del año pasado que tenía lugar para ella en su sector y que el 5 de noviembre (del 2018) podía empezar a trabajar en su Dirección, con sede en Casa Central, Caba.
Diez días antes de que Lorena viaje definitivamente a Capital con su familia, conociendo la urgencia del traslado, le avisaron que el pase no estaba aprobado.
Finalmente y luego de un período de largo tratamiento que se extendió por casi tres meses, la junta médica del Ministerio de Salud con domicilio en Caba le otorgó el alta a partir del pasado 19 de febrero, pero advirtiendo que no puede volver a prestar servicios en el Parque Nacional El Palmar.
Y añaden que de acuerdo a todo lo evaluado hasta el momento, su asiento de funciones debe ser en Casa Central, entre otras cosas porque el tratamiento médico que debe seguir de manera ambulatoria se realiza y debe continuar en Capital Federal.
Las autoridades de la Administración de Parques Nacionales tienen la posibilidad real y efectiva de asignarle funciones en varias direcciones de Casa Central pero arbitrariamente deciden negarle esta posibilidad.
Hoy sólo le ofrecen volver al Palmar (desestimando las indicaciones médicas o que acepte una indemnización ya que “no hay lugar para ella en Casa Central”. Esto es un claro acto discriminatorio y persecutorio, incluso porque hubo búsquedas internas iniciadas en marzo a través de “Mobi” (Programa de Movilidad y Búsquedas Internas, dentro de la Administración Pública Nacional a cargo del Ministerio de Modernización) para un puesto en la Dirección Nacional de Uso Público, al que se presentó y quedó primera en la selección, pero ni siquiera la convocaron a una entrevista.
Lo más grave de todo esto es la cantidad de meses en los que Lorena se encuentra en esta situación, por la desatención que el Organismo hace de su caso cuando la resolución está al alcance de sus posibilidades y podrían concretarla de manera inmediata.
Pero como vienen denunciando las trabajadoras, este no es un caso aislado, Lorena es una más de las tantas mujeres que es violentada por la Administración de Parques Nacionales, una más que sufre y padece por parte del Estado empleador el desinterés por su salud y bienestar propio y de todo su grupo familiar, sumado a la permanente amenaza de quedarse sin trabajo.
La Comisión de Géneros de Casa Central exige el traslado de manera inmediata a Casa Central y repudia la violencia institucional y la persecución discriminatoria ejercida hacia ella.