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Red Internacional
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Deportes. Discriminación en Premios Olimpia: renuncia del tenista Gustavo Fernández y ausencia de mujeres en fútbol

El líder del ranking mundial en tenis adaptado explicó porqué se considera discriminado; mientras que en el año de la semi profesionalización del fútbol y de un Mundial de mujeres, no aparece ninguna ternada.

Augusto Dorado

Augusto Dorado @AugustoDorado

Jueves 5 de diciembre de 2019 23:13

Una doble polémica y un mismo contenido: discriminación en los criterios con los que el Círculo de Periodistas Deportivos estableció las ternas para elegir ganadores del tradicional premio Olimpia de Plata en 36 categorías, entre los que luego se corona al “Deportista del año” para la entidad (que recibe el premio Olimpia de Oro).

El mayor estruendo provino de parte de un número 1 indiscutido: Gustavo Fernández -tenista en la categoría Tenis adaptado (compite en silla de ruedas) y que encabeza el ranking mundial- renunció a su nominación. Los motivos los hizo públicos en una carta que dirigió a la institución organizadora: básicamente cuestiona el hecho de que un deportista paralímpico deba estar ternado en una categoría aparte a la de la disciplina que se evalúa.

“No tiene que ser un aspecto distintivo que un discapacitado realice un deporte (…). Por miedo, a veces, evitamos juzgar o evaluar a una persona con discapacidad, haga la actividad que haga, y lo único que logramos es no comprenderlo en su totalidad y, como resultado, terminamos excluyéndolo”, explica Fernández en la misiva. “Un deportista reúne cualidades técnicas, físicas, mentales, competitivas, personales. Estas cualidades son fundamentales en cualquier deporte que se haga, y se pueden analizar por igual, dentro de la particularidad que tiene cada deporte. Por estas cualidades trabaja duramente el deportista día a día, por ellas se sacrifica tanto. El deportista paralímpico no es la excepción”, fundamenta. “Es entendible que al ser el deporte paralímpico más nuevo que el deporte olímpico haya aun deportes en desarrollo y que quizás la competencia no sea exactamente igual que en el deporte olímpico. Pero las cualidades deportivas de cada individuo sí pueden ser calificadas y juzgadas de igual forma”, sostiene el tenista. “(…) Si el deportista paralímpico hizo méritos deportivos suficientes y reúne las cualidades para ser considerado dentro de la elite, debería estar ternado e incluido dentro de su deporte, por más que no compita directamente contra su colega olímpico. El deportista paralímpico debe tener la posibilidad de ser considerado como igual”, concluye.

El reclamo de Gustavo Lobito Fernández puede tener efecto a futuro, ya que el Círculo de Periodistas Deportivos define en el artículo 5° de su reglamento para seleccionar candidaturas a los Premios Olimpia que “como entidad organizadora, se reserva el derecho de fijar, cada año, la cantidad de deportes que serán distinguidos, agregando o suprimiendo disciplinas, según las actuaciones en la temporada”. Tranquilamente podría dar curso a la demanda de deportistas paralímpicos como Fernández.

Las mujeres tuvieron su año en el fútbol: los Olimpia no se enteraron

El Círculo de Periodistas Deportivos incurrió en una gran omisión que termina constituyendo otro episodio de discriminación: en la terna que corresponde al fútbol no incluyeron a ninguna mujer. Tal vez a algún integrante de la entidad se le ocurrió y lo propuso (las ternas las definen los asociados al CPD y en última instancia su Comisión Directiva), pero si el resultado es que la mayoría no consideró la posibilidad de ubicar a alguna futbolista entre las 3 nominaciones, es aún más grave todavía.

El año comenzó con la lucha de Macarena Sánchez por ser reconocida como futbolista con derechos por su antiguo club –UAI Urquiza-, hecho que disparó el reclamo generalizado por la profesionalización del fútbol femenino. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) se hizo eco y se estableció un fondo para los clubes de Primera División del campeonato femenino que permita remunerar a una proporción de sus planteles. Aunque redunda en sumas que no llegan siquiera a un salario mínimo, es un reconocimiento a las jugadoras y por eso es un comienzo, una semi profesionalización.

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También hubo un Mundial disputado en Francia, una clasificación histórica ante público que acompañó en una cancha repleta, un campeonato de Primera en el que por primera vez se transmitieron algunos partidos, figuras y nombres que empezaron a ser reconocidos como Estefanía Banini, Mili Menéndez (actualmente en Racing), Mariana Larroquette (goleadora de Selección y figura del poderoso UAI Urquiza), Aldana Cometti, Vanina Correa (rankeada en el lugar 14° entre las mejores arqueras del mundo). “Las pibas” del fútbol ya van teniendo nombres propios, cada vez más.

Sin embargo, al Círculo de Periodistas Deportivos en la categoría fútbol se le cayó una terna tan obvia como rutinaria: Lautaro Martínez, Enzo Pérez y Lionel Messi. Por supuesto que los 3 tienen sus méritos: Lautaro de buen presente en el Inter y revelación en la Selección mayor dirigida por Scaloni, Enzo Pérez por ser emblema del River finalista de la Copa Libertadores y Lío Messi por no parar de romper récords (logró su sexto Balón de Oro). Pero los hitos del fútbol femenino (el “antes y después”, sobre todo a partir de la lucha encarada en principio por Macarena Sánchez) ¿no merecen al menos un reconocimiento plasmado en una nominación? Evidentemente son varias las dimensiones de la vida social en las que queda bastante por deconstruir y en diversos planos, como demuestran la carta del Lobito Gustavo Fernández y la ausencia de mujeres futbolistas en estos Olimpia 2019.