La burocracia sindical avala la política del Gobierno de descontar los días de paro, pisoteando nuestros derechos laborales.
Martes 12 de marzo de 2019 13:24
Quienes trabajamos en las escuelas sabemos lo que queremos: lo hemos puesto por escrito en los mandatos de las asambleas en las que rechazamos la oferta miserable de Schiaretti. Para conseguirlo tenemos que continuar la pelea, y para eso es fundamental el fondo de huelga. No depende de nosotros que el gobierno siga con la extorsión de los descuentos con los que intenta corrernos con el hambre para que no podamos defender nuestros derechos. Eso habla muy claro de quién es Schiaretti, pero sigue planteada la cuestión de cómo hacemos para conseguir lo que queremos.
Todos vemos que en un año electoral tenemos que dar una pelea más fuerte aún para defender el salario y la educación, sabiendo que hay elecciones el 12 de mayo y que el gobierno no puede tener un conflicto abierto durante meses. Para organizarnos para ganar hay que afrontar la extorsión de los descuentos y para eso es fundamental el fondo de huelga.
¿Qué es el fondo de huelga? No es para que cada uno recupere todo lo que le descuentan, sino para que todos aquellos que quieren parar y no pueden parar producto de la presión objetiva, puedan recuperar algo de lo que le descontaron para sostenerse en la lucha. El fondo de huelga es para que todos puedan pelear. La enorme mayoría de la docencia piensa que este ofrecimiento es una estafa, quiere pelear y ve que no puede perder todo el dinero que el gobierno nos saca con los descuentos. El fondo de huelga marca una perspectiva para parar, qué hay que hacer para ganar.
Desde las escuelas, en toda la provincia de Córdoba hicimos muchísimas actividades durante la lucha de 2017 y eso fortaleció la pelea incluso más allá de lo económico. Se sumaron padres, estudiantes, ex alumnos, incluso compañeros que se habían jubilado volvieron a la escuela para solidarizarse con la pelea que estábamos dando.
Hoy la conducción de UEPC define tres días de asamblea, pero dice que los descuentos están bien (dándole la razón a Grahovac, que dice que día no trabajado no se paga) y no impulsa ningún fondo de huelga. Esto muestra que no quieren ganar, que juegan en la interna del PJ contra los docentes, pero no resuelve el problema. Cada vez somos más pobres, nuestros alumnos tienen una educación desfinanciada y el mando de la economía del país está en manos del FMI. Hay quienes dicen que ya está todo arreglado, pero la Celeste militó la aceptación y tuvo un resonante rechazo, que en la capital cordobesa fue del 85%. O sea que no la tienen atada, sino que el resultado dependerá de la pelea que demos. Hay bronca en todas las escuelas y la tarea es transformarla en organización.
Muchas veces vemos que la conducción intenta dividirnos: afiliados contra no afiliados, los que paran contra los que no paran. Si queremos ganar tenemos que unirnos y para eso sirve el fondo de huelga. Hoy cada miembro de la conducción del sindicato se lleva todos los meses 20 mil pesos del sindicato como sobresueldo… con ese dinero se podría comenzar a garantizar un fondo de lucha, se puede garantizar las ferias de platos o festivales que arme cada escuela. El objetivo del sindicato es defendernos, no hacer inversiones inmobiliarias y de todo tipo.
Con los descuentos pretenden que nos resignemos buscando otras formas de lucha alternativas, que pueden estar muy bien, pero sin paro no alcanza. El método histórico es la huelga, es el más contundente para golpear al gobierno.
Tenemos que luchar para ganar y no quedarnos aplastados por la interna del PJ. El problema es que el sindicato no prepara la huelga. A la huelga hay que militarla. Militar la lucha por el salario, por la educación pública, etc. Eso hoy está en nuestras manos.
Esa organización podrá tomar diferentes formas en cada escuela. Actividades con la comunidad educativa, feria de platos de todos los niveles de una escuela, una feria americana o un festival. Pelear para ganar es poner en pie un fondo de huelga y pelear para que el sindicato dé todas las peleas que no está dando, empezando por garantizar nuestras actividades. Que tendrá que hacerlo cuanto más fuerte sea la pelea que demos.