En el Barrio Tacurú de Posadas, a escasas 30 cuadras del edificio de la legislatura, el Centro Educativo Polivalente N° 26 pelea por un edificio propio. Las docentes que ya perdieron el miedo, salen nuevamente a la calle por su escuela.
Martes 18 de junio 19:19
Durante la gran lucha que dieron las y los docentes de Misiones, conocimos “por dentro” la vida de muchas escuelas y cómo las y los docentes dejan todo en la pelea por el derecho a una educación de calidad. Demostrando que la pelea no era solamente por el salario, entre lo primero que manifestaba las docencia en lucha era la necesidad de mostrar las pésimas condiciones en qué están las escuelas. Las denuncias sobre el estado de los edificios escolares, son infinitas: edificios que no están con las mínimas condiciones; algunas escuelas todavía tienen letrinas cómo baños; techos que se caen; espacios áulicos donde tanto el calor cómo el frío hacen casi imposible dar clases. Pero también hay instituciones que están más atrás, si se quiere, en el reclamo. Una de ellas es el Centro de Educación Polimodal (CEP) N° 26 del Barrio Tacurú de la mismísima capital misionera, qué hace 16 años viene reclamando el edificio propio!
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En el acampe de la Avenida Uruguay se las podía ver entre las carpas más activas. Sus docentes, siempre con sus carteles denunciando la problemática de una escuela que bien podría ser la muestra de lo que pasa en la educación pública, esa que ahora se quiere declarar servicio esencial, pero a la que desde el Estado ( y acá no tiene muchas diferencias) sea Nacional o Provincial, le da la espalda.
Nos contaba Noelia Ferri, docente de matemática y referente del CEP 26, que está desde el 2007 en la escuela, que la situación ya casi es insoportable: “Primero estuvimos en una casa, luego en un espacio que nosotros mismos junto a la comunidad adecuamos haciendo las divisiones con machimbre, y desde el 2012 estamos de prestadas en la Capilla San Ramón ( a la que le estamos sumamente agradecidas por cobijarnos), pero cómo te decía, pagando agua, electricidad y limpieza de nuestro bolsillo.”
Debido a la lucha y perseverancia de docentes junto a la comunidad educativa hace unos años se consiguió la cesión de un terreno para la construcción del tan necesario edificio propio, se pudieron hacer los planos, pero no se llamó nunca a licitación porque… No hay plata, según el Rovirismo. Ni siquiera desde el Estado se garantizó que se gestione el Título de Propiedad del terreno, argumentando problemas burocráticos, pero que se ven claramente como parte de la política de desfinanciar la Educación Pública. Es que si se tuviera el título de propiedad ya no quedarían más excusas para incluir en el presupuesto de la provincia el monto necesario para la construcción del edificio para el CEP 26.
“Estamos en aulas que no tienen ventilación suficiente, y el clima de Misiones no perdona. Las mínimas condiciones de enseñar y aprender no están garantizadas. La escuela se sostiene por el esfuerzo mancomunado de la docencia y las familias que colaboran y dejan a sus hijos en nuestras manos. Esto de las aulas cómo cajones, nos trae problemas de matrícula, ya que entran muy pocos alumnos por salón y debemos dejar a varios sin inscripción, porque no le podemos garantizar un espacio digno” denunciaba Noelia.
Esta escuela podría ser una radiografía de la forma de gobernar desde hace 20 años que tiene el Rovirismo.
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Hoy con Passalacqua, quién subió como parte del Massismo y se postula para ser el mejor alumno de Milei, al frente del ejecutivo provincial hay una Posadas para pocos, que vive casi en la ostentación, o qué es capaz de gastarse 500 millones de pesos en una movilización para atacar la lucha docente. Y hay otra, la de la tierra colorada a flor de piel, la de los hijos e hijas de los trabajadores, que debe arreglárselas con lo que tienen; a la que ni siquiera se le garantiza un lugar digno donde enseñar y aprender.
La Posadas de la ostentación es la de los senadores que se subieron el sueldo a $8 millones, y votaron la Ley de Bases, y quieren votar que la educación es un servicio esencial sólo para avanzar sobre el derecho a huelga de la docencia.
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Mientras las docentes, que son las que mantienen en pie la educación, deben trabajar dos y hasta tres cargos para llegar a superar apenas la línea de la pobreza. Uno de los cánticos más escuchados durante las masivas marchas docentes fue “Rovira tiene miedo”, y eso trajo aparejado que los trabajadores de la educación le han perdido el miedo al régimen casi feudal. Por eso “vamos a seguir luchando, y peleando todas las puertas que sea necesario, hasta tener algo tan básico como es el edificio propio de una escuela”, por esto en los próximos días “vamos a llamara a la comunidad educativa a hacer una movilización para llevar el reclamo a las calles nuevamente”, decía entusiasmada Noelia.
Desde La Izquierda Diario y el PTS estuvimos junto a la docencia misionera en su gran lucha, convivimos en el acampe junto a aguerridas docentes que dieron lección de dignidad, y seguiremos levantando esas voces que perdieron el miedo, y que en unidad con otros sectores, cómo la comunidad educativa en primer lugar, dan pelea en cada rincón del país. Por esto también nos animamos a decir, a opinar que las luchas que se vienen necesitarán cada vez más de unidad y coordinación para poder enfrentar los ajustes que quieren volver a cargar sobre los hombros de las y los trabajadores.