Desde el mediodía del sábado, maestras y profesores se hicieron presente en la jornada solidaria organizada por lxs vecinxs de Magaldi e impulsaron actividades junto a lxs más pequeños del lugar.
Lunes 2 de noviembre de 2020 10:48
Son 82 familias y más de 70 niñas y niños que están peleando por el derecho elemental de contar con una vivienda digna, un pedazo de tierra para poder construir un techo y no pasar frío durante el invierno o inundaciones cuando llueve.
Ningún gobierno les da respuesta a estas familias. Peor aún, las amedrenta constantemente a través de las fuerzas represivas o la "justicia" que intenta avanzar en el desalojo, al igual que hicieron en Guernica.
Tampoco el Estado atiende la grave situación que están atravesando las infancias, donde muchos se ven obligados a dejar de participar en las clases virtuales porque en estas condiciones se hace muy complicado contar con datos o wifi. Hoy la prioridad es tener un plato de comida sobre la mesa, otra cuestión que el gobierno ha abandonado con los bolsones insuficientes que mandan a las escuelas.
Por ello, las y los docentes que no son indiferentes ante esta realidad y han sabido construir en las aulas espacios diversos, de inclusión, de pensamiento crítico, hoy ven necesario continuar con estos principios, pero peleando en las calles junto a estas familias, acercándose a la toma y abrazando su lucha, solidarizándose en las actividades que votan en asamblea y aportando con todo lo que tienen a su alcance.
Así surgió la idea de impulsar “La escuelita del barrio”, como denominaron los mismos niños y niñas. Un espacio para acompañar a las infancias más vulnerables, tanto para dar un apoyo en su escolaridad como para compartir momentos de juego y actividades artísticas.
Los sindicatos independientes de los gobiernos deberían hacerse eco de las peleas de los sectores populares que irrumpen ante la pasividad que intenta imponer la burocracia sindical que pacta con los gobiernos. Deben tomar en sus manos e impulsar con toda la fuerza el reclamo por la tierra y la vivienda y convocar a que el conjunto de las y los trabajadores se sumen.
Amsafe Rosario tiene mucho para aportar, y seguramente para aprender, de esta iniciativa en Magaldi. Al igual que docentes reemplazantes que pelean por un salario de emergencia desde comienzo de la pandemia, titulares y jubilados que no se quedan callados ante las migajas ofrecidas por el gobernador Perotti. Es en la unidad junto a los sectores más golpeados por la crisis, que nuevamente quieren descargar sobre las espaldas del pueblo trabajador, donde está la clave para torcerle el brazo al gobierno que pone por delante el pago al FMI antes que garantizar educación, salud, trabajo y vivienda a quienes hacen mover el mundo: las y los trabajadores.