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Red Internacional
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A los 43 años. Dolor por el fallecimiento de Silvina Luna, tras mala praxis en cirugía estética en 2011

La actriz y modelo falleció este jueves, a los 43 años, en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde estaba internada desde el pasado 13 de junio. La noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores que la despidió "con profunda tristeza". Un caso de mala praxis y también una trágica consecuencia, extrema, de hasta dónde puede llevar la presión social y mediática sobre las mujeres y los cuerpos, en función de alcanzar parámetros considerados "ideales" o "hegemónicos".

Jueves 31 de agosto de 2023 18:52

Silvina Luna falleció este jueves, a los 43 años, en el Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires, donde estaba internada desde el pasado 13 de junio, como consecuencia de un agravamiento de su estado de salud. La actriz atravesaba importantes problemas en los últimos años, como resultado de una creciente insuficiencia renal, resultado de una hipercalcemia, enfermedad que implica un nivel de calcio en sangre superior a los parámetros normales.

Este cuadro se empezó a generar en el año 2011, luego de una operación estética, realizada por Aníbal Lotocki, quien se presentaba como cirujano plástico y llegó a ser conocido como "el cirujano de las famosas", por sus vínculos con el mundo de la farándula y el espectáculo. Aquel año, realizó una intervención quirúrgica en el cuerpo de Silvina, inyectándole metacrilato, con el fin de realzar los glúteos. El metacrilato es un producto sintético, que está compuesto por microesferas de acrílico. Es decir, es un material cercano al plástico, que está prohibido en Argentina desde 2001 en determinadas cirugías. Entre ellas, precisamente, las destinadas a incrementar los glúteos.

La mala praxis realizada por Lotocki provocó una intoxicación a Silvina, con el metacrilato ingresando a su torrente sanguíneo. A partir de ese momento empezaron a desarrollarse los síntomas de la hipercalcemia.

La noticia del fallecimiento fue confirmada por la actriz Flor de la V, amiga de Silvina, y por la Asociación Argentina de Actores. En una publicación en sus cuentas oficiales, la entidad despidió "con profunda tristeza" a la artista y envió sus condolencias "a sus familiares y seres queridos en este momento de gran dolor".

Son numerosas las personas afectadas por el accionar de Lotocki, como resultado de multiplicidad de causas que derivaron en mala praxis. Hace pocos días falleció Mariano Caprarola, productos de modas que tambían se había sometido a tratamientos con el "cirujano de los famosos".

Las cirugías estéticas y los “modelos” de belleza

Como ocurre a nivel internacional, en Argentina también se expanden las intervenciones quirúrgicas o los procedimientos destinados a modificar el cuerpo con fines esencialmente estéticos. Se busca, en lo esencial, atenuar los efectos del envejecimiento natural o de lograr que ciertas partes del cuerpo atiendan a modelos de belleza que se presentan como “ideales” o hegemónicos. La presión a lograr esos cuerpos hegemónicos se ejerce, con muchísima mayor fuerza, sobre las mujeres.

Uno de los debates abiertos a raíz de este hecho tiene que ver con la constante y creciente mercantilización de los cuerpos, estrechamente ligado a las ganancias de grandes laboratorios o empresas que fabrican los llamados “productos de belleza”.

Si esa presión es constante a nivel social, en lo que suele llamarse farándula, se multiplica. Allí, los cuerpos se convierten en vías de "consagración" o de crítica y hasta condena. Se ejercen evaluaciones constantes destinadas a medir si se cumple o no con aquellos parámetros presentados como hegemónicos.

Como tantas otras actrices y modelos, Silvina Luna decidió someterse a una intervención quirúrgica, destinada a permitirle cumplir ese “mandato”, que responde a fuertes presiones sociales y culturales, en la búsqueda de lograr un "cuerpo hegemónico". Se trata de estereotipos de apariencia e ideales de belleza, inseparables de ciertos parámetros de la cultura occidental y patriarcal.

Esta cosificación de los cuerpos se expande a nivel general. Medios de comunicación y redes sociales funcionan como amplificadoras de una presión que llega a mujeres de todas las edades. Aquel cuerpo que “no se corresponde” con los parámetros de belleza considerados “ideales” rápidamente aparece cuestionado.

La carrera de Silvina Luna

Nacida en Rosario el 21 de junio de 1980, Silvina Luna dio sus primeros pasos en el mundo de la TV como modelo publicitaria y conductora, incluso con una muy escueta participación en la tira "Verano del 98", pero alcanzó la trascendencia nacional con su participación en "Gran Hermano", en 2001, donde se consagró como subcampeona en la mencionada edición -detrás de Roberto Parra-, lo que catapultó su carrera en la pantalla chica y la llevó a formarse como intérprete, entre talleres, seminarios y clases de teatro con Julio Chávez, Antonella Costa, Norma Angeleri, Graciela Stefani, Gerardo Chendo y Erika Halvorsen.

En el medio, apareció como invitada en ciclos humorísticos como "Poné a Francella" y "No hay 2 sin 3", y más tarde en tiras como "Los Roldán", "Amor en custodia", "Un cortado, historias de café", "Casados con hijos", "Maltratadas", "El patrón de la vereda", "Todos contra Juan", "Gladiadores de Pompeya" y "Son de fierro"; así como con algunos papeles de mayor relevancia en "El capo", junto a Miguel Ángel Rodríguez, y "Ciega a citas", con Muriel Santa Ana y Georgina Barbarossa.

Además, participó en la segunda edición de "Bailando por un sueño", y de "Showmatch", en 2006; luego en 2009 con la versión argentina de "El musical de tus sueños" y nuevamente en 2017 en la 12da. edición de "Bailando por un sueño"; época en la que también solía oficiar como panelista en programas como "Zapping", "Pura Química" o "La jaula de la moda".

Y aunque en el terreno del cine tuvo una muy escueta presencia, con un único papel protagónico en "Loca ella, loco yo", comedia negra de Nicolás Tannchen producida en 2015, Luna ya gozaba para entonces de un lugar consolidado en el circuito del teatro de comedia y de revista, que la llevó a ser una de las figuras de las temporadas de Villa Carlos Paz casi a lo largo de una década.

Desde entonces, Luna se dedicó a participar como panelista en programas de TV como "Incorrectas" (2018-2019) e "Incorrectas Night" (2019), con la conducción de Moria Casán, así como en los envíos de 2020 de "El show de problema".

La actriz tuvo un intento de retorno al mundo del reality con "El hotel de los famosos", estrenado en marzo del año pasado con Carolina "Pampita" Ardohain y Leandro "El Chino" Leunis. Sin embargo, a 37 días de ingresar, Luna se retiró debido a los malestares respiratorios y de presión que había comenzado a sentir luego de algunos desafíos físicos del programa, que dieron cuenta del desgaste que ya para ese momento sufría su salud, secuela de la intervención que se había realizado con Lotocki más de diez años antes.

Por ese motivo, la modelo había iniciado una demanda conjunta con Stefanía Xipolitakis, Pamela Sosa y Gabriela Trenchi, otras víctimas del cirujano, que fue acusado por "lesiones graves" y condenado en febrero de 2022 a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina, por decisión del Tribunal Oral y Correccional 28 de la Ciudad de Buenos Aires.

El agravamiento del cuadro de salud

Silvina Luna había ingresado recientemente al centro asistencial para tratarse por una bacteria que le impedía estar en condiciones para un trasplante de riñón. Es que, según ella misma relataba meses atrás en sus redes sociales, su estado requería ya por ese entonces que se hiciera diálisis de manera habitual varias veces por semana.

Cuando fue ingresada a principios de junio al Hospital Italiano, la modelo dejó un mensaje en el que contaba que empezaba "un nuevo camino al trasplante": "Por ahora viene todo perfecto. Contenta con eso. Ya empecé otro camino que me tiene entusiasmada, que es el camino para combatir esta bacteria", había aseverado.

Sin embargo, una agudización de su cuadro y un debilitamiento general llevaron a los profesionales que la atendían a tomar medidas para estabilizar su organismo y dar continuidad a su preparación para el trasplante, aunque resultaron efectivas solo circunstancialmente.

Si bien pudieron retirarle la asistencia respiratoria y despertarla días después, su cuadro, que sumó luego una infección con Covid-19 y luego otra bacteria, tuvo un progresivo deterioro hasta que en las últimas horas se volvió irreversible.