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Europa. ¿Dónde se filmó Stranger Things? La exprisión nazi donde Lituania y Airbnb hacen negocios

El país báltico junto a Airbnb aprovechan la serie de Netflix, Stranger Things, para lucrar con una prisión donde los nazis detenían a los judíos.

Óscar Fernández

Óscar Fernández @OscarFdz94

Martes 31 de mayo de 2022 22:00

La cuarta temporada de la popular serie de Netflix, Stranger Things, ambientada en los 80 y en la que sus protagonistas enfrentan sucesos paranormales, se filmó en Vilna, capital de Lituania, en la prisión de Lukiškės.

La prisión de Lukiškės es un lugar con un amargo pasado: fue usada por los nazis durante la ocupación al país báltico y la Segunda Guerra Mundial para mantener presos a judíos del Gueto de Vilna que posteriormente eran enviados a campos de concentración. Se calcula que en la masacre de Ponary, en la que cerca de 100 mil víctimas civiles fueron ultimadas por las tropas hitlerianas, los primeros en ser ejecutados fueron 348 judíos que habían sido encarcelados en la prisión de Lukiškės.

Esta prisión funcionó como centro de detención hasta que fue clausurada en 2019, siendo convertida en un centro cultural. En 2020, la cuarta temporada de Stranger Things fue filmada allí.

Esto no habría causado tanto furor en redes de no ser porque, ahora que se estrenó la serie, el gobierno lituano y los encargados del centro cultural han decidido montar una sección dedicada a Stranger Things con un costo de 107 euros, en la que el visitante puede incluso hospedarse. Esta operación está disponible a través de la plataforma de hospedaje Airbnb, la cual hasta hace no mucho ofrecía alojamiento en residencias israelíes en asentamientos ilegales en Palestina.

Miles de internautas, molestos, criticaron la medida señalando lo insensible que es querer lucrar con un edificio en el que cientos de personas fueron aprehendidas poco antes de ser enviadas a su muerte.

"Si les preocupan que las vibras de prisión nazi sean demasiado fuertes, ¡no se agobien! Hay luces decorativas", tuiteó una usuaria acompañada de una descripción de los adornos en el hoy centro cultural dedicadas a la serie de Netflix.

"Están convirtiendo la prisión en un ’centro cultural’ donde la gente se puede quedar en las celdas con temática de Stranger Things por una noche. Están volviendo una prisión nazi en básicamente un patio de juegos, estoy enojado", tuiteó otro.

"Estoy furioso netflix y Stranger Things. Deben condenar el uso de una antigua prisión nazi que se lucra con una experiencia nocturna de los fans. Airbnb es cómplice. Comercializando el sufrimiento".

El lucro y sed de ganancia que caracteriza al capitalismo no tiene reparo en usar para su beneficio sitios que en la memoria colectiva siguen causando gran dolor.


Óscar Fernández

Politólogo - Universidad Iberoamericana

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