Dos mujeres fueron asesinadas la semana pasada a manos de su pareja. Asciende a 36 el número de víctimas de feminicidio este año.
Nadia Celaya Zaragoza
Lunes 16 de mayo de 2016
Foto: EFE
Una mujer de 51 años fue asesinada en su vivienda del barrio de Cuesta Piedra de Tenerife a manos de su marido. Éste fue quien acudió a la policía para confesar los hechos.
No era la primera vez que la policía se tenía que presentar en el domicilio de la pareja, las agresiones eran constantes según aseguran los vecinos y él había sido condenado a prisión anteriormente por otros episodios de violencia hacía su mujer.
El Gobierno de Tenerife muestra su pesar por el asesinato a la vez que, de manera deescarada, declaró que "en ocasiones, las situaciones de violencia y malos tratos son toleradas por la víctima y el entorno, por lo que hay que tomar conciencia y no tener miedo del agresor".
De esta manera, una vez más se culpabiliza a la víctima, individualizando cada asesinato y omitiendo que los feminicidios son el final más trágico de todas las violencias y opresiones que el patriarcado lanza hacia la mujer, haciendo responsable a la mujer de la violencia machista.
Pero en este caso, la Consejería canaria de Igualdad tenía constancia desde el año 2006 de la difícil situación que tenía la mujer asesinada, porque había interpuesto también varias demandas contra él.
El otro suceso ocurrió en la localidad barcelonesa de Canyelles. La víctima apareció asesinada en el interior de la vivienda con signos de violencia. El autor es su expareja, que llevaba dos meses saltándose la orden de alejamiento que tenía por varias denuncias de malos tratos.
Así, queda en evidencia la insuficiencia del sistema de protección que ofrecen el Gobierno y las instituciones a las mujeres víctimas de malos tratos que han conseguido denunciar a su agresor. La escasa seguridad que se le brinda a la víctima es la causa del miedo de muchas mujeres a denunciar su situación.
Son numerosos los obstáculos que sufren las mujeres que por fin deciden denunciar malos tratos. Entre múltiples trámites y un constante cuestionamiento a su credibilidad, la mayoría de los casos se quedan archivados y los agresores quedan impunes. En muchas ocasiones, cuando se resuelve con una orden de alejamiento no es suficiente, y la violencia termina en feminicidio. Los casos de asesinatos machistas demuestran la poca eficacia de esta medida.
En cinco meses, son 36 las victimas asesinadas a consecuencia de la violencia machista según los datos de la organización feminicidio.net. Mientras esta cifra asciende semana tras semana, los presupuestos destinados a los servicios especializados a enfrentar la violencia machista siguen descendiendo.