La justicia y el gobierno quisieron moverse rápido y golpear duro. Apenas dos días después del mitin de la Plaza de la Republique en París contra la COP21, reprimida por la policía, las dos primeras condenas cayeron. El perfil de delincuente condenado no deja ninguna duda: es sobre todo el deseo de hacer ejemplos lo que guió estas decisiones judiciales.
Renan Granger París, Francia
Jueves 3 de diciembre de 2015
La primera sentencia se refiere a David M., de 28 años, condenado a tres meses de cárcel y 200 euros en daños y perjuicios por lanzar unas latas de cerveza a la policía, una botella de vidrio según la policía. El joven claramente no es un objetivo del "bloque negro", el gobierno dijo que el objetivo de su represión estaba en separar entre el "buen" y "mal" manifestante. Pero él no estaba preparado, llegó vestido con ropa de senderismo reflectante y un bolso reflectante, lo que la justicia ha reconocido rápidamente en las imágenes tomadas ese día.
La segunda condena golpeó a Jorine G., de 25 años, por haber participado en la manifestación y negarse a dar sus huellas dactilares a la policía, que lo está condenado a una multa de 1.000 €. Sin embargo, el aumento del uso de huellas dactilares sistemática es una practica muy criticada por la juriprudencia. Para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la presentación de las huellas dactilares significan "una injerencia en la vida privada. "
Por encima de todo, ambos manifestantes deben aceptar la comparación inmediata, cosa que niega la mayoría de los activistas informados. Pera el aceptar esta disposición a tomar por la campaña de comunicación del gobierno. Después de 341 detenciones y 317 bajo custodia policial, el gobierno quiere poner algo en la boca, lo que necesita para justificar su represión por la elección de un blanco fácil, personas aisladas, con recursos legales limitados. El martes, se encontró con ambos. El miércoles, al menos, otro manifestante debe pasar ante el mismo tribunal.
