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Red Internacional
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Militarización. Dos niñas asesinadas por la Marina en Nuevo Laredo, Tamaulipas

La madrugada del 25 de marzo, fueron asesinadas por la Marina dos niñas junto a su madre en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Nuevamente fue el Estado.

Lunes 26 de marzo de 2018

Mientras miles exigen la aparición con vida de los jóvenes de Tonalá, en Jalisco la madrugada del 25 de marzo, fueron asesinadas dos niñas junto a su madre en Nuevo Laredo, Tamaulipas. Las balas que caían desde un helicóptero de la Marina impactaron el auto en el que viajaban.

Las niñas se llamaban Shelsea Abril Rojas y Kenia Azul Rojas de cinco y tres años, perdieron la vida junto a Nallely, su madre; su prima de 12 años y su padre resultaron heridos. La familia viajaba en una camioneta sobre la carretera que comunica con el aeropuerto de Piedras Negras, Coahuila.

En un comunicado divulgado por la Secretaría de Marina la tarde del domingo, en el que relata su versión de los hechos, omite mencionar a las niñas y dice que murieron tres presuntos delincuentes. La Marina señala que fueron emboscados tres veces en distintos puntos de la ciudad. En el tercer ataque, donde murieron las niñas, señala que ocuparon como refuerzo un helicóptero de la Secretaría de Marina que apoyó desde el aire.

El diario español El País difundió:

La madre de la prima de las niñas fallecidas ha denunciado que el helicóptero de la Marina disparó sobre la camioneta en que iban sus familiares: ‘Comenzó el helicóptero a aventar granadas. La primera no les hizo nada, pero siguieron aventándoles desde arriba y empezaron a balacearlos’. Según su versión, desde el helicóptero les habrían confundido con sicarios. Detenido el carro, los marinos se han acercado, se han dado cuenta de que se trataba de una familia y uno habría ordenado a los demás que les ‘mandaran una ambulancia’. De momento no han trascendido testimonios de otros testigos que corroboren lo anterior.

El día de hoy, la Marina en un nuevo comunicado señaló: “en los acontecimientos suscitados en inmediaciones de Nuevo Laredo, Tamaulipas, bajo ninguna circunstancia fue excedido el uso de la fuerza por parte del personal de esta Institución.”

Además, donde afirma que: “los impactos de bala que recibió el personal civil fueron a causa de fuego cruzado a nivel tierra y no desde el aire, asimismo, el calibre de los impactos que presenta el vehículo no corresponden al armamento con el que cuentan las aeronaves de la Armada de México”.

El gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, tuiteó: “No daremos marcha atrás contra los enemigos de la paz que atentan contra la ciudadanía”, en respaldo a los operativos de la Secretaría de Marina en Tamaulipas.

La versión de la niña de 12 años que viajaba junto a las personas que perdieron la vida, es que fueron disparos del helicóptero de la Marina, sin embargo los elementos de la Marina aseveran que no fueron ellos, que “fue el fuego cruzado a nivel tierra”. Es la historia que se escribe ya hace doce años en nuestro país, situación que nos desgarra todos los días.

La “guerra contra el narco” permitió que los militares salieran a las calles y con ello se aumentaron las violaciones a los derechos humanos. Con la militarización nuestro país se pintó de cruces rosas, pesquisas y fosas clandestinas.

La aprobada Ley de Seguridad Interior garantiza la protección de las Fuerzas Armadas y legaliza su presencia en las calles; abre la puerta para que las Fuerzas Armadas lleven a cabo medidas como la intervención de comunicaciones y la recolección de información privada de cualquier individuo a través de cualquier método.

El asesinato de Shelsea y Kenia Rojas, es un recordatorio muy cruento de la necesidad de echar atrás la militarización del país. Hay que fortalecer un gran movimiento que frene esta ley en la calle.

Hoy el 26 de marzo, y cómo cada 26 de mes recordamos y denunciamos que #FueElEstado el responsable de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y el responsable de esta guerra contra el pueblo pobre y trabajador que no acaba.

En memoria de Shelsea y Kenia, fuera militares y marinos de las calles. Abajo la Ley de Seguridad Interior.