DURANGO. Durango vuelve a semáforo rojo: fábricas principales focos de contagio

Tras el anuncio de que Chihuahua regresa a semáforo epidemiológico rojo, el gobernador de Durango José Rosas Aispuro Torres, informó que dicha entidad regresará a medidas más estrictas durante la pandemia, anunciando el semáforo rojo. José Rosas es gobernador por el PAN, del sector de gobernadores opositores del Norte.

Se dijo además que la entidad cruza por la etapa más difícil de la pandemia, con un importante aumento de casos y de demanda hospitalaria, y que dichas medidas serán implementadas al menos hasta el 17 de noviembre.

Según el último informe sobre la pandemia, en el estado de Durango se registran hasta ahora 14 mil 705 casos confirmados, 1,831 sospechosos y 873 defunciones por covid-19.

Las medidas implementadas en la entidad serán que los supermercados, bancos, hoteles y farmacias funcionarán con aforo restringido, mientras los negocios de comida solo podrán tener servicio para llevar. Las plazas públicas, centros religiosos y actividades recreativas permanecerán cerradas. El transporte público funcionará a la mitad de su capacidad.

Por otro lado, hay un toque de queda velado, pues será restringida la movilidad de 10 p.m. a 5 a.m. Además de anunciar que se aplicarán sanciones severas a personas que comercien alcohol, realicen fiestas o ceremonias religiosas.

En tanto, las actividades económicas que se permitirán son sólo las “esenciales” como el sector automotriz, minero, forestal, energético y de la construcción.

Mientras se aplican medidas que intentan responsabilizar a la población en general por el desarrollo de la pandemia, nada se dice en torno a que los centros de trabajo son los puntos de contagio más grandes, dado que las patronales no han acatado las medidas sanitarias, no hay protocolos de higiene y seguridad dentro de los centros de trabajo que realmente protejan a los trabajadores.

Por otro lado, la reactivación económica en los llamados “sectores esenciales” no responde a las necesidades actuales de la población, sino a los intereses de las grandes patronales. ¿Qué tiene de esencial fabricar autos cuando lo que se necesitan son respiradores? Absolutamente nada, lo que demuestra que el decreto de “actividades esenciales” emitido por el presidente, nuevamente es una medida para beneficiar a los grandes empresarios y no responde a las necesidades en medio de la pandemia.

La implementación del semáforo epidemiológico, se dio de la mano del anuncio de la nueva normalidad así como el decreto de “actividades esenciales”, en la que estaban incluidas tanto la industria automotriz como la industria maquiladora. Tanto en Chihuahua como en Durango, estas actividades han sido la fuente de un nuevo brote de contagio, siendo las y los trabajadores de dichos sectores, junto a sus familias quienes tienen que pagar con sus vidas la crisis sanitaria. Esto como mencionábamos responde a los intereses de las transnacionales, para preservar sus ganancias.

De nada sirve regresar al semáforo rojo en dichas entidades mientras se mantengan activas esas labores. Lo que muestra que sólo se trata de cubrir la indolencia patronal y la responsabilidad que tienen al forzar el regreso a actividades que realmente no son esenciales cuando aún había un crecimiento importante en los contagios, y sin medidas reales que eviten que los centros de trabajo no sean focos de contagio. El paso a semáforo rojo no significará un cambio sustancial para los millones que trabajan en las industrias antes señaladas, lo que se necesita es un verdadero plan sanitario que priorice las vidas del pueblo pobre y trabajador, por encima de las ganancias capitalistas.

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