Ante el ataque a una manifestación opositora a la marcha fascista del sábado en Charlottesville, Virginia, Trump no condenó claramente la violencia racial del supremacismo blanco y le llovieron las críticas.
Lunes 14 de agosto de 2017 11:58
El titular de Justicia alemán, Heiko Maas, criticó respuesta de Donald Trump, al ataque a una contramarcha a la manifestación de supremacistas blancos en la ciudad de Charlottesville (Virginia), donde tres personas murieron y otras 20 resultaron heridas.
El ministro calificó de "lamentable" la manera "poco decidida" y el arte de Trump de "sortear" una firme condena a los ultraderechistas y señaló que "todos los demócratas deberían hallar palabras claras contra el racismo". "El que no muestra una postura clara, tiene que aguantar los reproches de estar incluso alentando a los neonazis", agregó.
En una declaración desde su lugar de veraneo en Bedmnister (Nueva Jersey), Trump había calificado de "atroz muestra de fanatismo, racismo y violencia por múltiples partes" la violencia de Charlottesville, obviando que la marcha supremacista inició la agresión.
Las críticas a la falta de concreción del presidente obligó a la Casa Blanca a difundir un comunicado en la que recordaba que el presidente había dicho "con mucha contundencia que condena todas las muestras de violencia, fanatismo y odio" y en la que subrayaba que "por supuesto, eso incluye supremacistas blancos, el Ku Klux Klan (KKK), neonazis y todos los grupos extremistas".
Tal es la magnitud de las críticas, que el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, acusado de estar relacionado con el Ku Klux Klan y por defender sus posturas antiinmigrantes y racistas, tuvo que afirmar este lunes que el "malvado ataque" del sábado cumple los preceptos legales para ser considerado "terrorismo doméstico".
La importancia de que el ataque se declare "terrorismo doméstico" es más simbólica que práctica, ya que esta denominación no acarrea penas adicionales. Bajo la Ley Patriota, aprobada tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, una violación de las leyes estatales o federales es "terrorismo doméstico" cuando se efectúa, entre otras cosas, para "intimidar o coaccionar a una población civil".
La hipocresía alemana
En tanto, la canciller alemana, Angela Merkel, a través de su portavoz, Steffen Seibert, expresó sus condolencias a los familiares y amigos de la mujer que perdió la vida cuando un coche arrolló al grupo de contramanifestantes. Seibert, en una rueda de prensa rutinaria, habló de "escenas absolutamente repugnantes" durante esta marcha en la que "sin reservas de dieron muestras de racismo, antisemitismo y odio de la forma más horrible". Sin embargo, el oportunismo de Merkel es asombroso, ya que mientras dice condenar estos actos de claro racismo por parte de grupos neonazis, no le tiembla el pulso a la hora de expulsar a refugiados que llegan a Alemania huyendo de la guerra.
"Semejantes imágenes y cantos, cuando se dan, son siempre algo repulsivo", dijo, al tiempo que agregó que el Gobierno alemán muestra su solidaridad con "aquellos que de forma pacífica se oponen a estar posturas ultraderechistas".
Más allá del nuevo comunicado “políticamente correcto” de la Casa Blanca, no escapa a nadie que si algo caracteriza al presidente norteamericano es su racismo, su islamofobia, su misoginia, de los cuales hace gala (y se enorgullece) cada vez que puede.