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Red Internacional
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Rosario. Dynatac: estrategias empresariales para evitar que la sarna no afecte las ganancias

Reproducimos el testimonio de un trabajador de Dynatac Phone.

Martes 13 de septiembre de 2016

Desde el mes de Abril trabajo en Dynatac Phone, empresa dedicada a vender productos y servicios vía telefónica. Las últimas semanas los empleados y empleadas nos enfrentamos a diferentes ataques de una bacteria o ácaro llamado escabiosis, más conocido vulgarmente como “sarna humana”. Mi interés no es describir las patologías de la enfermedad ni su tratamiento sino dilucidar las diferentes estrategias que ha tomado la empresa para mantener a su personal sin reclamos fuertes desde adentro y poder seguir facturando sin suspender las actividades. Asimismo, quisiera enmarcar la situación actual, luego de que se “hiciera” lo recomendando por el Ministerio de Salud provincial.

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Un eje estratégico común de la empresa desde un primer momento fue minimizar la enfermedad. Los discursos repetitivos, tanto del personal de Recursos Humanos como de las coordinadoras, fueron que los síntomas no eran graves y eran pasajeros. Sugieren en todo momento que estemos calmados y para lograr esto han llegado a asimilar la enfermedad a un resfriado. Está de más decir que el personal que anuncia la enfermedad como efímera y poco molesta no posee ningún título médico y ninguno es un profesional de la salud.

En los comienzos de la enfermedad, esta estrategia mantuvo en una relativa calma a gran parte de la planta laboral. Vale resaltar que el hecho de que “pudiese ser” una enfermedad leve no quita el hecho de que ningún trabajador o trabajadora debería estar expuesto a enfermedades, sin importar la gravedad de éstas. Igualmente, analizando lo que surgió luego, esta óptica de ver la problemática está lejos de los objetivos de la empresa.

En el transcurso de la enfermedad y cuando la situación comenzó a ser insostenible, una persona de Recursos Humanos, la cual pocas personas habían visto alguna vez (en mi caso, nunca la había visto) vino a indicarnos los métodos preventivos y a señalarnos, con mucho énfasis, que se había hecho presente el Ministro de Salud de la Provincia de Santa Fe y que había declarado “que no hacía falta el cierre, que con una desinfección y con las medidas preventivas el trabajo podía desarrollarse normalmente”. Sin embargo, al cierre de la conversación nos recomendó “no abrazarnos mucho hasta mediados de septiembre” porque podríamos pasarnos el ácaro y contraer la enfermedad. Inmediatamente pusieron a nuestra disposición toallitas higiénicas para que pasemos por la tela que recubre los box y nos dieron un papel que emitía el Ministerio de Salud de la Nación.

Al mismo tiempo que pasábamos toallitas por el micrófono y por nuestra mesa de trabajo, en la planta baja hubo algunos cambios. La empresa, al tener mucha demanda para un solo médico laboral y debido a la presión de los trabajadores, contrató a una dermatóloga que se encargaba de decir si los puntos rojos que tenías en la piel eran sarna o no. Al final de cada jornada laboral, cuando pasábamos por la planta baja, veíamos a nuestros compañeros hacer la cola para demostrar que estaban enfermos de escabiosis.

Un tema aparte fue que aquellos compañeros y compañeras que fueron afectados a fin de mes por la enfermedad no pudieron llegar al “objetivo” (léase: cantidad de ventas que hay que hacer por mes para comisionar y ganar un dinero extra en negro) y éste no se les modificó ni un ápice por parte de la empresa.

En este clima de tensión aparecieron los medios y pusieron en tapa el tema. Tanto la portada del diario El Ciudadano (la cual titulaba 0800-Sarna) como las notas de La Izquierda Diario fueron tomadas con motivos de burla por parte de una de las coordinadoras y algunas supervisoras la tildaron como “una exageración” de lo sucedido. Lo cierto es que muchos compañeros y compañeras comenzaron a presionar y las coordinadoras salieron a dar explicaciones y respuestas. Volvieron a insistir en las medidas de seguridad, afirmaron que los casos eran exactamente de 24 personas (“no como dicen los diarios”, aclaraban) y nos dijeron que iban a desinfectar como habían prometido luego de que pasen las semanas correspondientes de la anterior desinfección.

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En esta semana, luego de haberse hecho la desinfección el fin de semana, reaparecieron nuevos casos. Personalmente no me interesa saber si la desinfección se hizo correctamente o el ácaro quedó en alguna ropa que mis compañeros trajeron nuevamente este lunes. Lo que me interesa es la salud de mis compañeros y por eso hago responsable a la empresa. Ahora la prensa no ejerce la misma presión de antes y los delegados sindicales continúan con la misma pasividad. Las diferentes estrategias que aplicó la empresa, desde la minimización de la enfermedad hasta la contratación de una dermatóloga y la desinfección del fin de semana ya no caen tan bien como antes pero no son contrastadas con ningún mecanismo de protesta aún.

El razonamiento más lógico es que la empresa no tenga estrategias para evitar el cierre y que cumpla con los derechos de los trabajadores. Que el Gobierno Provincial y Municipal deje de hacer oídos sordos. Que el sindicato se haga sentir. Que los concejales y concejalas se interesen por la salud de los pibes y pibas que están ahí adentro. La empresa debe cerrar y nos debe brindar a los trabajadores el tratamiento adecuado (y también a nuestros familiares que pueden estar contagiados) y el plazo necesario para asegurarnos que ninguno está enfermo o pueda caer enfermo trabajando. Nosotros, las trabajadoras y los trabajadores de Dynatac Phone no sabemos actualmente si salimos enfermos o no de nuestro trabajo. Esto atenta contra los principios más básicos del trabajo digno. Sencillamente, lo único que pedimos es que podamos trabajar en un ambiente saludable y sin sarna.