Largos debates ha generado el asesinato por parte del Gobierno estadounidense hacia el general del ejército iraní, Qasem Soleimani. Nuevamente las balas del tío Sam para hacer del mundo su patio trasero.
Sábado 4 de enero de 2020
Las balas del tío Sam otra vez
Diversos medios de prensa han volteado sus cámaras a lo que está pasando en Irán. Y es que después del asesinato por parte del Gobierno de Donald Trump hacia Qasem Soleimani, general del ejército iraní y responsable de la política regional, siendo jefe de la Guardia Revolucionaria Islámica y comandante de las Fuerzas Al Quds, el peligro de un conflicto bélico, el peligro de una guerra, se hace cada vez más cercano.
Es así que incluso el hashtag Tercera Guerra Mundial se posicionó como tendencia internacional luego del atentado que ha sido catalogado como "terrorismo internacional".
Las repercusiones por ambas partes. Donald Trump afirmó que Soleimani hace tiempo que debió haber estado muerto, además de enviar por orden del Pentágono alrededor de 3.000 tropas yanquis a medio oriente. Todo esto tras cinco bombardeos recientes en territorios sirios e iraquíes, así como en el aeropuerto de Bagdad.
Mientras que por parte de la población iraní se desarrollaron masivas movilizaciones en Irán y el Líbano, con más de 100 mil personas en las calles en la ciudad de Kermán, quieren exigieron el cese de los bombardeos, así como el repudio al asesinato de Soleimani. Esta situación también fue una presión para que el congreso iraquí sesionara de manera extraordinaria, exigiendo el retiro de las tropas de manera inmediata.
Es así que estos territorios se han convertido en un campo de tiro para las tropas yanquis, quiénes no sólo se han conformado con las sanciones económicas sobre Irán, y el reforzamiento militar en las fronteras, sino que también han recrudecido los actos de terrorismo imperialista, con bombardeos a través de drones que sobrevuelan por las cabezas de los pueblos de medio oriente.
Tablero y efecto dominó de la agresión imperialista
Este acto fácilmente podría ser catalogado como un retorno a la doctrina de la “Guerra Preventiva” acuñada por George W. Bush, sin embargo, esta situación tiene también otra lectura.
Durante los primeros años de la década del 2010 al 2019, EE.UU se empeñó por mantener a flote su poderío político y militar sobre medio oriente, situación que fue coartada por lo que fue llamado como la "primavera árabe". Es aquí cuando EE.UU realiza un giro en su contienda con el control mundial y del petróleo hacia América Latina. En donde podemos recordar la gira de Mike Pompeo en medio del auge de la guerra comercial, la injerencia imperialista y golpista en Venezuela, así como el apoyo a Bolsonaro y al golpe de Estado en Bolivia desde la Casa Blanca.
Sin embargo, con estás acciones Donald Trump busca truncar por un lado la extención del apoyo a países como Irán, Iraq, Siria, el Líbano y Yemen, quienes se ubican del bando contrario a los aliados de los yanquis, como Israel y Arabia Saudita.
Es frente a estos hechos que Irán ha afirmado que responderá a estos actos por parte de EE.UU. Sin embargo, la diferencia entre el poderío político-militar entre el país de la Casa Blanca e Irán es enorme. Por lo que podría esperarse que Irán busque atacar a los países aliados de Donald Trump, así como la articulación militar de las posiciones que mantienen en el Líbano, Yemen, Siria e Iraq. Es decir, el desencadenamiento más abrupto de una guerra entre los pueblos de medio oriente por la misma intervención e injerencia imperialista de EE.UU.
Es así que por un lado podemos concluir que las acciones de EE.UU se encuentran en un proceso en curso a nivel internacional de radicalización de masas, como en Hong Kong, Chile, Francia, Colombia, Haití, así como fenómenos por derecha como el golpe de Estado en Bolivia. Una contienda yanqui por establecer rápidamente una hegemonía en territorios geopolíticos ricos en petróleo y rutas comerciales para sostener un modelo y un poderío a nivel global a su favor.
Si en los tiempos del muro de Berlín el capitalismo yanqui se vistió de demócrata con la perspectiva de aumentar su hegemonía mundial, hoy busca avanzar en medio oriente a través de los actos bélicos, del terrorismo, en donde las y los muertos los pondrán principalmente estos pueblos.
Frente a esta situación, debemos decir fuerte y claro: ¡Fuera los yanquis de medio oriente! Son los pueblos más precarizados, empobrecidos, las mujeres y la clase trabajadora la que será la principal afectada con esta situación. Debemos poner un freno de emergencia a esta situación, y extender la lucha que comienza a fraguarse a nivel internacional en Hong Kong, Chile, Francia y diversos países que comienzan a levantarse contra las cadenas del neoliberalismo y el capital, construido a la imagen y semejanza de EE.UU.