Estados Unidos advirtió el viernes sobre un posible "accidente" en la economía global si Grecia y sus acreedores de la zona euro no consiguen un acuerdo que evite una bancarrota de Atenas antes de sus vencimientos de deuda de junio.
Sábado 30 de mayo de 2015
A pesar de las declaraciones del Ejecutivo griego en los últimos días, Alemania ha afirmado este viernes que aún no hay señales de avances en las negociaciones.
En momentos en que Atenas afronta graves dificultades para cumplir con los pagos de deuda del mes próximo, el estancamiento entre Grecia y sus “socios” de la Unión Europea opacó la reunión de autoridades de Finanzas del Grupo de los Siete (G-7) países más ricos, que buscaba concentrarse en formas de apuntalar el crecimiento económico mundial.
El secretario del Tesoro estadounidense, Jack Lew, reiteró sus advertencias de no subestimar el riesgo para la estabilidad global generado por una eventual salida de Grecia de la zona euro, incluso pese a que buena parte de su deuda ya no está en manos de bancos comerciales.
"Existe una enorme incertidumbre allá mientras el mundo necesita una mayor estabilidad y de certezas", dijo Lew a periodistas en el encuentro del G-7.
Grecia deberá pagar 300 millones de euros (329,61 millones de dólares) al Fondo Monetario Internacional el próximo viernes, aunque el FMI ha dicho que el plazo podría postergarse hasta más adelante en junio.
El 30 de junio expira el actual programa de rescate de Grecia, lo que implica que el país no podría pedir por el efectivo de emergencia que le fue asignado.
Lew dijo que el tiempo se estaba agotando. "Si uno se remonta a enero, ha pasado mucho tiempo que fue improductivo", aseveró.
El funcionario hizo un llamado para alcanzar rápidamente un acuerdo general, a fin de evitar quedar obstaculizados por los espinosos detalles a último momento. "Creo que esperar hasta el último día o dos, cualquiera que sea el plazo, es sólo una forma de atraer un accidente".
Funcionarios griegos dijeron previamente esta semana que estaban cerca de empezar la redacción de un acuerdo de nivel técnico, pero esa afirmación fue desmentida rápidamente por las máximas autoridades de la zona euro y del FMI.
El ministro de Finanzas de Alemania, Wolfgang Schaueble, dijo el viernes que no había indicios de avances. "Las noticias positivas de Atenas no se están reflejando del todo en las conversaciones", sostuvo.
Sin embargo, Francia sostuvo que las autoridades de la zona euro no estaban considerando la posibilidad de que Grecia deba salir del bloque.
Aunque los funcionarios del G-7 hicieron un esfuerzo por abordar otros temas, como la reducción de los déficits presupuestarios de las naciones o la necesidad de utilizar políticas fiscales para alentar el crecimiento y contener la deflación en las principales economías, la crisis de la deuda griega fue el tema que dominó la cumbre. Un elemento más de tensión que se agrega a las negociaciones que continuarán este fin de semana, con un resultado aún incierto.