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Red Internacional
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ÉBOLA. EE. UU. debe repensar sus controles sobre el ébola

Martes 14 de octubre de 2014

  •  El caso de la enfermera de Dallas que contrajo el ébola mientras atendía a un paciente moribundo demuestra que Estados Unidos debe repensar cómo enfrenta el control de la infección ahora que el mortal virus comienza a extenderse más allá de África Occidental, dijo el lunes un importante funcionario de ese país.

    Thomas Frieden, director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), aseguró que las autoridades sanitarias siguen investigando cómo se infectó la enfermera mientras cuidaba del liberiano Thomas Eric Duncan en una sala de aislamiento en el Texas Health Presbyterian Hospital.

    Duncan murió la semana pasada y la enfermera es la primera persona que contrae el virus en territorio estadounidense, llevando la preocupación sobre la contención a nuevos máximos.

    La enferma fue identificada por el canal de televisión local WFAA como Nina Pham, de 26 años.

    Reuters verificó de forma independiente su identidad con un profesor en la iglesia donde acude a orar su familia y revisando información pública a partir de su dirección.

    La familia quedó en estado de shock cuando supo que la joven se había infectado de ébola, afirmó Tom Ha, amigo cercano de la familia Pham y profesor de estudios bíblicos en la Iglesia Católica Nuestra Señora de Fátima de Fort Worth.

    "La madre estaba llorando, muy mal", dijo a Reuters.

    ENFERMERA ESTÁ ESTABLE

    La enfermera está ahora "clínicamente estable", dijo Frieden, y el CDC está controlando a más implicados en el cuidado de Duncan por si mostraran síntomas del virus.

    "Debemos repensar cómo abordamos el control de la infección de ébola. Incluso una sola infección es inaceptable", comentó Frieden a los periodistas.

    "El cuidado del ébola es duro. Estamos trabajando para hacerlo más seguro y fácil", añadió.

    Frieden se disculpó también por sus declaraciones del domingo, cuando se conoció la infección de la enfermera, que sugerían que ella era responsable por una ruptura de los protocolos que la expusieron al virus.

    Algunos expertos en salud criticaron que en sus comentarios no se refirió a las profundas lagunas en la preparación del personal hospitalario para enfrentarse al ébola.

    "Pido disculpas si esa fue la impresión que dio", comentó Frieden, destacando que la agencia va a incrementar el conocimiento sobre el ébola en los hospitales del país y a reforzar el entrenamiento del personal.

    El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tenía previsto reunirse el lunes con altos funcionarios de su Gobierno para discutir formas de asegurar que el sistema de salud está preparado para atender a personas con el virus, informó la Casa Blanca.

    POLÉMICO MATERIAL INCINERADO

    Mientras, el máximo funcionario judicial del estado de Luisiana anunció la aprobación de una orden para evitar que las pertenencias personales de Duncan, que murió el miércoles, sean enterradas en un vertedero local, incluso después de haber sido incineradas.

    El fiscal general de Luisiana, Buddy Caldwell, dijo que el material recogido de Duncan y del departamento de Dallas en que se alojaba fue enviado el viernes a Port Arthur, Texas, para ser procesado en el incinerador de Veolia Environmental Services. Los restos irían a parar luego a un vertedero de residuos peligrosos en Luisiana.

    "Se desconocen muchas cosas en este punto y es absurdo transportar desechos de ébola potencialmente peligrosos a través de los límites estatales", dijo Caldwell en un comunicado.

    Según los protocolos del CDC, el virus no sobrevive en los materiales que han sido incinerados.

    El actual brote de ébola es el peor registrado y ha matado a más de 4.000 personas, en su mayoría en Liberia, Sierra Leona y Guinea. Duncan, un liberiano, se infectó en su país y desarrolló la enfermedad cuando estaba de visita en Estados Unidos.

    La infección de la enfermera de Dallas es la segunda conocida fuera de África Occidental tras el comienzo del brote en marzo. Anteriormente, una enfermera española se contagió cuando trataba a un misionero que enfermó en Sierra Leona.

    Funcionarios sanitarios dijeron que el perro de Pham, un King Charles Spaniel de un año, sería cuidado mientras su ama está en el hospital. Esta decisión contrasta con el perro de la enfermera española, que fue sacrificado por temor a que pudiera expandir la enfermedad, provocando protestas de los activistas pro derechos animales.