Combatientes del Estado Islámico (EI) continúan su avance y ocupan más de un cuarto de la ciudad fronteriza kurdo siria de Kobani, mientras los ataques aéreos liderados por Estados Unidos no logran detener su avance y las fuerzas turcas siguen sin intervenir.
Viernes 10 de octubre de 2014
Bandera negra del Estado Islámico en la ciudad sirio kurda de Kobani, vista desde la frontera turca. 9/0/2014. Foto: REUTERS/Umit Bektas
Washington descarta una operación terrestre en Siria y Turquía sostiene que es poco realista cualquier expectativa de que su país realice una operación transfronteriza unilateral.
El comandante de defensores kurdos de Kobani dijo que el Estado Islámico controlaba cerca de un tercio de la ciudad vecina de Turquía.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que los enfrentamientos continuaron el jueves por la mañana y que las fuerzas del Estado Islámico están avanzando.
"ISIS controla más de un tercio de Kobani. Todo el área del este, una parte del noreste y otra parte del sureste", dijo por teléfono el director del Observatorio, Rami Abdulrahman, titular del organismo que monitoriza la guerra civil siria.
Sin embargo, no se sabe a ciencia cierta qué proporción de la ciudad tienen en su poder, ya que otras fuentes kurdo-sirias niegan que el EI controle más de un tercio de la población.
El responsable de la defensa de Kobani, Esmat Sheij Hasan, dijo a Efe por teléfono que el EI tiene en sus manos un cuarto de la localidad, que abarca barrios en el este y el sur.
Esas áreas son escenario de combates continuos entre los combatientes de EI y los milicianos kurdos, indicó Hasan, presidente del Organismo Autónomo de Defensa y Protección de Kobani.
En paralelo, la coalición internacional atacó hoy objetivos del EI en la parte oriental y meridional de la ciudad, así como en los alrededores.
Explosiones sacudieron la ciudad todo el jueves, con columnas de humo negro visibles desde el lado turco de la frontera, a unos pocos kilómetros de distancia.
Aun así, los bombardeos no han impedido que desde el este los combatientes de EI hayan penetrado un kilómetro dentro de Kobani, que tiene cinco kilómetros de ancho, aunque todavía no han alcanzado el centro, subrayó Hasan.
El Estado Islámico izó su bandera negra en Kobani durante la noche y un proyectil desviado cayó tres kilómetros dentro de Turquía.
Naciones Unidas dice que sólo algunos cientos de habitantes permanecen en Kobani, pero los defensores de la ciudad dicen que la batalla terminará en una masacre si el Estado Islámico triunfa, otorgándoles una guarnición estratégica sobre la frontera turca.
El gobierno turco ha pedido en reiteradas ocasiones el establecimiento de una zona de exclusión aérea y de contención a lo largo de su frontera con Siria, algo que la OTAN no ha contemplado hasta ahora.
Sin embargo, el Ankara descartó este jueves una ofensiva terrestre de su ejército en el norte de Siria para frenar el avance de los extremistas en Kobani.
El ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, restó importancia a la posibilidad de que esas fuerzas vayan a ayudar a Kobani.
"No es realista esperar que Turquía realice una operación terrestre por su cuenta", dijo en una conferencia de prensa conjunta con el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg. Sin embargo, agregó que "estamos manteniendo conversaciones (...) Una vez que haya una decisión común, Turquía va a hacer su parte".
Siguen las protestas de kurdos en Turquía, ya hay 25 muertos
Mientras el Gobierno turco se mantiene en su postura de no intervención contra la ofensiva de EI, las protestas de los kurdos de Turquía que exigen apoyar a sus "hermanos" en Siria, continuaron hoy tras cuatro jornadas violentas que se han saldado con 25 muertos.
Manifestación de kurdos en la ciudad de Kirkuk, en el norte de Irak. 9/10/2014. Foto: REUTERS/Ako Rasheed
La última víctima mortal, un joven de 27 años, murió hoy jueves en la provincia de Mardin, presuntamente a manos de la gendarmería turca, en una manifestación frente a un cuartel de dicha fuerza.
El Gobierno levantó el toque de queda impuesto el martes en seis provincias del sureste de Turquía, donde residen la mayoría de los kurdos del país. Sin embargo, ha prometido poner fin a la violencia "con todos los medios".
Diyarbakir, la "capital" kurda, ha sido donde se han producido los mayores enfrentamientos.
Allí han muerto 10 personas, mientras que otras 37 siguen hospitalizadas, 116 han sido detenidas y 37 coches fueron quemados, la mayoría oficiales, según datos del Gobierno.
La gran mayoría de las 25 víctimas mortales fallecieron en enfrentamientos entre activistas kurdos de izquierda simpatizantes del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) e islamistas radicales identificados con Hüda-Par, una refundación de la red Hizbulá (sin relación con el movimiento libanés homónimo) que en la década de 1990 secuestró y asesinó a simpatizantes del PKK.