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Red Internacional
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Historia. Ecatepec, castigado por Tláloc pero rebelde contra Clío

Ecatepec tiene una historia fascinante. Del primer partido de fútbol del país a la épica de la precariedad.

Martes 7 de septiembre de 2021

Foto: Cobertura360

En el actual territorio del municipio mexiquense de Ecatepec, hace varios cientos de años, los pueblos indígenas nahuas fueron parte de la alianza del Altépetl, derrotada en 1521. Después, durante la guerra de Independencia, los españoles decidieron que ahí tenía que ser el último terruño de José María Morelos y Pavón: fue ejecutado en Ecatepec.

El nombre de Ecatepec homenajea al dios del viento de la tradición nahua, Ehécatl, pero hoy fue castigado por Tláloc: una tormenta vaticinó el desastre y la calamidad de vivir en el norte. Ecatepec es castigado por Tláloc, pero se rebela contra Clío (musa de la historia según la mitología griega). Su historia rebelde lo confirma.

De fútbol y luchas obreras

San Cristóbal, Ecatepec, fue la sede del primer partido de fútbol en México [1]: desde entonces se sabe el origen proletario de dicho municipio. Los obreros ingleses que migraron trajeron en sus maletas tradiciones de organización obrera.

En los años sesenta y setenta [2], los obreros de Ecatepec protagonizaron los capítulos más memorables de la insurgencia sindical. Es decir Ecatepec aportó mucho a la historia de la izquierda. Decenas de empresas fueron campo de batalla entre obreros y capital: Ideal Standard, Laminadora Kreimerman, Gas Metropolitano, Trailmobile, Visa, General Electric, Alumex, Vidriera, Spicer, Kelvinator, y en los numerosos que no se veían desde la calle y eran también muy intensos.

A finales de 1971, en el momento en que en el municipio en la Kreimerman, con una nueva razón social, se reiniciaba el intento de crear un sindicato independiente, y la imitaban Talleres Ochoa, Vaciados Industriales, Gas Metropolitano y Trailmobile de México, la República vivía un renacimiento de las luchas de los trabajadores y las trabajadoras.

Hasta en plena caída del muro de Berlín, el episodio de la huelga de los obreros de la Sosa Texcoco fue a su modo una rebelión contra la idea del fin de la historia proclamada por Fukuyama.

Misael Nuñez Acosta y la literatura

Hasta para el magisterio democrático es importante este municipio. Ahí impartía clases el profesor emblemático de la disidencia al charrismo sindical, Misael Nuñez Acosta, quien se organizaba con los vecinos hasta que fue asesinado por un pistolero al servicio de Elba Esther Gordillo.

Según el Inegi Ecatepec es el municipio más peligroso del país. Más peligroso que Ciudad Juárez, cualquier ciudad de Torreón o Tamaulipas. 93% de las personas encuestadas aseguran vivir en el infierno y temen la inseguridad.

Ser trabajador y vivir aquí es peligroso. Caminar por la Avenida Central, entre caminos de terracería, sobre las cantinas que lavan dinero al narcotráfico, o sobre las pulquerías, es peligroso: te pueden robar, detener, levantar. La policía puede verte y por tu aspecto requisarte y quitarte tus pertenencia, como ha pasado en un sinnúmero de ocasiones.

Paco Ignacio Taibo II, Jorge Belarmino y el brillante escritor Emiliano Ruiz Parra aportaron a la construcción de lo que es un género literario, inspirado en la vida en la periferia, "la épica de la precariedad" [3]. Los personajes de estos autores son como unos héroes rebeldes llenos de una visa épica: sobrevivir a un ambiente hostil y tremendamente catastrófico.

Un nuevo episodio

El lunes 6 de septiembre una verdadera tormenta hizo víctima a todos los que viven en Ecatepec. Cientos de historias cotidianas de injusticia por vivir en la periferia se conocerán. Se sabe que una persona falleció arrastrada por un río incontenible de agua. El foco de tragedia fue San Cristóbal pero todo el municipio sufrió afectaciones e inundaciones.

Esta catástrofe tiene su cuota de desastre natural. Pero la responsabilidad es eminentemente social. Los gobiernos del municipio solo favorecen a las grandes empresas y mantienen el sistema de drenaje público abandonado y esto es algo que multiplicó el caudal del agua de la lluvia. Es, por tanto, una catástrofe social responsabilidad de los gobiernos.

Desde muy noche la solidaridad se hizo patente. Rebelándose contra el individualismo, las personas comenzaron a organizarse para limpiar las casas abandonadas. Instalaron puntos de hidratación y de drenado de agua potable público.

Los autos destruidos están siendo usados como puntos para que nadie transite por ahí. Cadenas de vecinos sacan el agua de patios, salas llenas de aguas negras. Los vecinos que no tuvieron una percance salen a ofrecer café, ropa limpia y cobijas viejas. Ojalá esta solidaridad fuera vista en todos los medios de comunicación y se extienda cómo regla.

Cómo decíamos arriba, este municipio fue castigado por Tláloc, pero se rebela contra Clío.