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Red Internacional
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Congreso Nacional. Economía ficción: Kicillof presentó el Presupuesto 2016

Prevé 3% de crecimiento, 14,5% de inflación y el dólar a un promedio de $10,6. Kicillof aclaró que “No hay intención de condicionar al próximo gobierno”, por lo cual el nuevo presidente podrá cambiar las partidas y ajustar a gusto.

Pablo Anino

Pablo Anino @PabloAnino

Miércoles 16 de septiembre de 2015

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Fotografía: Telam

Durante el mediodía del día martes en el salón "Delia Parodi" del Congreso, el ministro de Economía, Axel Kicillof, presentó el proyecto de presupuesto 2016 frente a la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados de la Nación, que preside Roberto Feletti (FPV).

El ministro estuvo acompañado en el Congreso por los secretarios de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, de Finanzas, Pablo López, de Política Económica, Emanuel Álvarez Agis y de Comercio, Augusto Costa, entre otros.

La presentación del presupuesto está establecida por ley, por lo cual es un rito formal que debe cumplir cada año el titular de economía. Los lineamientos ya habían sido anticipados en el mes de junio.

Kicillof indicó que la economía argentina está en crecimiento y cerraría con un alza de 2,3% este año. Para 2016 el presupuesto prevé un ascenso del 3% del PBI.

Pero este año la recuperación de la construcción a través de la obra pública activada por las elecciones y el incremento de la producción agraria no serían suficiente para contrarrestar la fuerte recesión que registra la industria. Por eso, el crecimiento mencionado por el ministro no es tal. Incluso Miguel Bein, que es el asesor estrella del candidato de Kicillof a la presidencia, pronostica como mucho un crecimiento de 1,5% para este año. Otros consultores estiman crecimiento cero o levemente positivo.

Según Kicillof "la economía mundial no va a seguir en una caída abrupta sino que va a estabilizarse y mejorar a partir del segundo semestre del año que viene". El ministro, en sintonía con Daniel Scioli, muestra un exceso de “fe y esperanza” en relación al impacto que la crisis mundial pueda tener en Argentina. Sólo basta mirar la grave situación de Brasil con los ajustes de Dilma Rousseff y la desaceleración de China

En relación al dólar, en el presupuesto se señala que tendrá un promedio de $10,6 durante el año próximo, alcanzando $11,2 hacia el mes de diciembre.

Pero el ministro sabe que los candidatos a suceder a Cristina, incluido el oficialista Daniel Scioli, aspiran a ajustar el tipo de cambio. Por eso advirtió: “no hay que responder con medidas tontas, después de una megadevaluación no queda nada en pie. No vendan ni compren espejismos. Los sectores concentrados están posicionados en moneda extranjera y juegan a la timba, pero no podemos cambiar todas las variables con recetas mágicas”.

Kicillof conoce los efectos de la devaluación. En enero de 2014 dejó correr un ajuste cambiario que permitió a los bancos “posicionados en moneda extranjera” ganarse $10 mil millones en pocos días. Además que el salario pierda 5% de poder de compra.

Otra de las ficciones que contiene el presupuesto es la inflación prevista en 14,5% para 2016. Ese número sólo presenta coherencia con el manipulado índice del INDEC. Pero está bien alejado de la realidad. La inflación estimada por la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires fue de 1,8 % para agosto y acumula 24,8% interanual. Claro que, aunque el gobierno de Mauricio Macri presenta un número más cercano a la realidad, no lo hace para aceptar la necesidad de los trabajadores de tener aumentos que les permitan sostener su nivel de compra, sino para exponer las contradicciones del oficialismo nacional.

El ministro destacó que el presupuesto de 2016 prevé un superávit fiscal de u$s4 mil millones a partir de un crecimiento de los ingresos corrientes de 21%, de los ingresos tributarios de 25,2% y gastos corrientes en 16,7%.

Estos números develan una de dos cosas. O son una total ficción sólo presentada a los fines de cumplir con la formalidad de presentar el presupuesto o comprenden un ajuste de partidas presupuestarias: el aumento de 16,7% de los gastos corrientes donde se incluyen educación, salud, vivienda, entre otros “gastos”, no sólo se ubican por debajo de la inflación que verdaderamente existe, sino incluso de los ingresos que planea tener el fisco el año próximo. Es decir, implican ajuste.

La historia reciente expone que los presupuestos nunca han sido cumplidos y es común la reasignación y cambios en las partidas. El presidente que suceda a Cristina Fernández seguramente hará uso de esos artificios en un sentido que parece quedar cada vez más claro en la voz de los asesores económicos de los candidatos patronales: el ajuste.


Pablo Anino

Nació en la provincia de Buenos Aires en 1974. Es Licenciado en Economía con Maestría en Historia Económica. Es docente en la UBA. Milita en el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS). Es columnista de economía en el programa de radio El Círculo Rojo y en La Izquierda Diario.

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