Jueves 15 de enero de 2015
Edgardo Reynoso y Rubén "Pollo" Sobrero
Ante las acusaciones del ministro del Interior y Transporte Florencio Randazzo, en las que sostuvo que el descarrilamiento ocurrido hace dos semanas en una formación de la línea Sarmiento, cerca de la estación de Haedo, fue causado por un sabotaje por parte de los trabajadores, La Izquierda Diario entrevistó a Edgardo Reynoso, del cuerpo de delegados del Sarmiento y referente de la Agrupación Bordó.
¿Cuál fue la reacción de los trabajadores del Sarmiento frente a la denuncia que hizo el martes Randazzo?
Estas tareas son más complejas que la reparación o renovación de algunos rieles, es el cambio de las vías. Y esos trabajos se realizan en horas nocturnas o cuando no hay servicio.
Hay una mezcla de inoperancia y de corrupción. Porque todas esas obras tendrían que haber sido ejecutadas por las empresas contratistas. Y como esos trabajos no los hicieron, tras tener paralizado esos cambios durante noventa días, fueron convocados los trabajadores agrupados en nuestro convenio, de Vía y Obra y de Señalamiento. Entonces esa obra se realizó en un horario que no correspondía.
¿Había personal de planeamiento mientras se hacían estas obras?
Ustedes denuncian que este tipo de accidentes son normales en el ferrocarril
¿Hicieron algún reclamo en la cartera de Transporte?
Esta gerencia a la que denuncian ustedes, ¿hace mucho tiempo que está?
¿A qué atribuyen este nuevo ataque por parte del Gobierno a los trabajadores del Sarmiento?
Fundamentalmente Randazzo le está diciendo a los sectores patronales que él va a disciplinar a quienes no son genuflexos y no responden a la burocracia sindical. No es un mensaje a la ciudadanía en general sino a la patronal, como parte de su campaña electoral, en el que le dice: “Yo a estos sectores los voy a barrer”. No está atacando a tal o cual trabajador, aunque elija a un par de trabajadores puntuales. Él hace esto para decir que el supuesto sabotaje está promovido por la conducción de este cuerpo de delegados. Pero acá no hubo ningún sabotaje.
No es la primera vez que el Gobierno hace este tipo de denuncias con videos. Antes era mediante Aníbal Fernández y ahora mediante Randazzo. Incluso el mismo “Pollo” Sobrero llegó a ser encarcelado acusado de sabotaje.
La política de este gobierno antiobero es tratar de liquidar por cualquier vía a las direcciones o sectores sindicales que no le responden. Entonces nos tiran con el Código Penal. Así en Argentina tenemos más de cinco mil trabajadores procesados, están los compañeros de Las Heras condenados, como los compañeros de ATE Santa Cruz.
Para aplicar el plan de ajuste y garantizarle al próximo gobierno que lo pueda continuar, este gobierno quiere liquidarnos. Si no entendemos eso no vamos a entender cómo un aventurero como Randazzo avanza con estas denuncias.
¿Qué medidas van a tomar para enfrentar este ataque?
Con estos accidentes y situaciones que se siguen repitiendo, ¿qué queda de la “revolución ferroviaria” que había anunciado Randazzo?
Acá los mismos delincuentes que han mantenido la crisis del sistema ferroviario, los Roggio y los Romero, manejan seis de las siete líneas urbanas. Aceitera General Dehesa, cuyo jerarca es el exsenador del Frente para la Victoria Roberto Urquía, tiene las líneas de carga del Nuevo Central Argentino, las terminales portuarias de Rosario y hasta una aduana propia. Otra parte de la carga la tienen Techint en sociedad con Cargill. Y Ferrosur, de la línea Roca, la tiene el grupo económico brasilero Camargo Correa.
Y para colmo de males, Randazzo celebró contratos espurios con el Estado chino para dejarle 10 mil kilómetros de vías del Belgrano Cargas, que tiene cuatro conexiones al exterior, una de ellas al Pacífico a través de ramal del Tren a la Nubes que sale al puerto de Antofagasta, en Chile. Y no habido ningún sector legislativo patronal que haya levantado la voz y haya planteado alguna objeción a esos contratos. Es que todos los sectores patronales están contentos de que se produzca esta nueva entrega del patrimonio nacional de la mano de este corrupto de Randazzo.
Esta es la nueva cortina de humo que está tendiendo este gobierno entreguista y antiobrero.