Con la campaña electoral, el mundo de los ricos y los negocios recargan el lobby para imponer su agenda. El eco empresarial en el Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Del otro lado, el pueblo trabajador y los reclamos que motorizan la pelea del Frente de Izquierda Unidad.
Jesica Calcagno @Jesi_mc
Domingo 1ro de agosto de 2021
Señor Cobranza
Los “dueños de la Argentina” son los que votan todos los días, decidiendo sobre los destinos del país: aumento de precios que pagan los trabajadores, la fuga de recursos y la especulación financiera amenazando con nuevas devaluaciones, extorsión en las paritarias para sacar más tajada de sus ganancias. Y en los períodos estrictamente electorales, también aprovechan para instalar su “pliego de reivindicaciones”. Desde el Frente de Todos, pasando por Juntos (sin más Cambio), hasta los libertarios o Randazzo, tejen sus vínculos con el poder económico que le hacen “banca” a sus campañas electorales con aportes de aquí y de allá. Las contraprestaciones son variadas, dependiendo del éxito de su poder político. Pero de mínima, son esas listas las que se hacen eco de distintos reclamos empresariales para instalarlos en la agenda mediática.
Si el caso de Florencio Randazzo o los libertarios que piden reforma laboral para flexibilizar más aun a las y los trabajadores es lo más burdo, la novedad esta semana fueron los elogios de sectores importantes de los negocios hacia la vicepresidenta Cristina Fernández.
Así lo cuenta Alejandro Bercovich en BaeNegocios “algunos de los empresarios más poderosos del país sorprendieron por estos días a sus interlocutores con un deseo hasta hace poco impensable: que Cristina tome de una vez el timón de la política económica”. Uno de los nombres con el que ejemplifica este viraje, es el de Marcelo Mindlin, ex socio de Mauricio Macri que se benefició con los tarifazos con su empresa Pampa Energía. “Es uno de los players con buena llegada a Wall Street que empezó a mirar mejor a Cristina Fernández” dice Bercovich.
Aunque el empresario Mindlin ya había sido visto en actos oficiales y recibido elogios del presidente Alberto Fernández, que sea uno (entre otros) de los que empieza a mirar mejor a Cristina es un dato no menor. ¿Por qué este cambio justo ahora?
Alejandro Bercovich lo explica por tres motivos centralmente: “dos gestos alcanzaron para reposicionar a la vicepresidenta en las preferencias de un establishment que siempre le hizo la guerra: sus declaraciones a favor de usar los Derechos Especiales de Giro (DEG) que repartirá el Fondo Monetario para saldar los vencimientos con el propio organismo y su aval silencioso al pago de U$S 226 millones al Club de París con reservas del Banco Central”. Esta semana el gobierno pagó la primera cuota al Club de París, de una deuda originada en 1956 bajo la dictadura de Aramburu y que ya se renegoció 9 veces. La segunda cuota deberá pagarse antes del 28 de febrero del año que viene.
Sobre el uso de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI, la vicepresidenta hizo una mención especial en el acto en Escobar del sábado pasado donde confirmaron los candidatos. Confirmó que esos US$ 4.300 millones que les dará el Fondo no serán utilizados para algún tipo de paliativo frente la creciente desigualdad ni para la pandemia, sino que volverán como un boomberang a los bolsillos del mismo organismo internacional. Plata del FMI para pagarle al FMI. Todo lo contrario a lo que pedían hace unos meses las proclamas de los senadores que responden a Cristina Fernández.
Diego Genoud en El DiarioAr se refiere a este cambio: “al final, la pirotecnia de meses sonó como un chasquibum y Cristina volverá a honrar la tradición de “pagadores seriales” que, según su propia definición, caracterizó siempre al kirchnerismo”. Genoud agrega otro “chasquibum” del Frente de Todos: “nada se sabe de la querella criminal por el endeudamiento bajo Macri que el Presidente anunció en la apertura del año legislativo”. Las proclamas tienen patas cortas: en el mismo mes de las PASO el gobierno volverá a pagar al FMI.
En el propio discurso de campaña de la candidata más importante para el Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz, el gobierno también le está hablando al mundo de los negocios. “La Argentina tiene la necesidad imperiosa de convocar a todo el sector privado y generar las condiciones de inversión. Veo que el complejo argoindustrial está invirtiendo en la Argentina. Lo veo en las salidas de los puertos (…) Las automotrices de la argentina producían 300 mil unidades y hoy producen 500 mil” dijo la candidata oficialista en la provincia de Buenos Aires esta semana, y lo festejó como una señal de creación de nuevos puestos de trabajo.
Pero como contó Fernando Rosso en El Circulo Rojo, las automotrices más bien están haciendo trabajar más horas al personal actual. Un caso que lo demuestra es de la planta Volkswagen en Pacheco: “La empresa dice que la casa matriz no le permite tomar personal nuevo” entonces los obligan a trabajar más horas. El complejo agroindustrial está ganando como nunca, y las automotrices evidentemente también. La “reactivación económica” de la que habla el gobierno parece conformar a los empresarios. Pero no a las y los trabajadores ocupados, y menos aún los desocupados.
Los empresarios vieron la luz verde para insistir más con su agenda después del discurso de la vicepresidenta. Martín Ferreyra lo resumen en Tiempo Argentino titulando “empresarios supeditan la creación de empleo a una reforma laboral”. Es el caso de la UIA que “admitió que elabora un nuevo documento que hará circular en el período caliente de la campaña electoral” con las propuestas de siempre centradas en reducciones impositivas. Coincidió con la publicación de la Encuesta a Ejecutivos del Instituto para el Desarrollo Empresarial de Argentina (IDEA). La creme de los CEOs expusieron ahí “la triada de preocupaciones habituales (reforma laboral, baja de impuestos y mejora en la calidad institucional)” y sumaron esta vez “la necesidad de bajar la inflación”.
Alejandro Rebossio en El DiarioAr da cuenta de que los dueños de las grandes fortunas también apuestan sus fichas en Juntos por el Cambio: “algunos de ellos se juntan con Horacio Rodríguez Larreta, a quien prefieren antes que a Macri, o con María Eugenia Vidal”. Aunque aclara, que tampoco se casan cuando desde el PRO contestan que si vuelven a la Casa Rosada “les resultaría difícil bajarles los impuestos y sólo les prometen más libertad económica que en la actualidad”.
Lo que está claro es que los más ricos del país nunca duermen, y que cada crisis para el pueblo trabajador para ellos es una oportunidad de más negocios y beneficios. Y que también hay que ver el eco que generan en el Frente de Todos, y las listas de la oposición de derecha.
El establishment pide otro rumbo económico, y Cristina Fernández les respondió con señales positivas para el FMI. Rebossio dice que desde el oficialismo explican el cambio de posición de la vicepresidenta porque “la realidad se impone”. Lo que se está imponiendo cada vez más en el gobierno es el FMI. También recuerda otro de los cambios de posición de Cristina: lejos quedó la idea de impulsar una reforma sanitaria. De hecho esta semana el gobierno autorizó nuevos aumentos en las cuotas de las prepagas: un 41%.
El círculo cierra con el tercer motivo que da Alejandro Bercovich para explicar el nuevo apoyo empresarial a Cristina Fernández. El temor a la protesta social. El primer interesado es el FMI, según le confiaron fuentes del oficialismo: “Al Fondo ahora le preocupa no quedar como el responsable de un estallido social”. Una preocupación que se derrama a los hombres de negocios, y “por eso, vuelven a valorar a quien perciben como el último dique de contención frente a ese estallido” dice Bercovich.
Un reconocimiento de los padecimientos que atraviesa la mayoría de la población. Un reconocimiento también, de que este poder político y económico no está pensando en medidas que apunten a resolver los problemas estructurales del pueblo trabajador. Se guían por “evitar estallidos”, que no puede ambicionar a nada más que a la administración de la escasez y la pobreza.
(Des)cifrando la crisis
Alfredo Zaiat en su columna de Página 12 alerta sobre los sectores que están presionando para una nueva devaluación. Más del lobby empresarial. Busca polemizar con lo más concentrado del poder económico, explicando por qué “no corresponde” a partir de distintas variables económicas. A la vez, parece hablarle al gobierno advirtiendo por qué “no le conviene” devaluar y dilapidar su capital político. En medio de toda su fundamentación lanza una confesión de partes: “la administración ordenada de las cuentas públicas es un escenario que no fue previsto por la secta de economistas dedicada a comercializar información económica, en general distorsionada y errada. Es lo que permitirá una estrategia expansiva en esta segunda mitad de año en coincidencia con las elecciones de medio término”.
Eso que llama “administración ordenada de las cuentas públicas” es precisamente el pedido que ha hecho el FMI. Y es lo que explica que hay ajuste. La contrapartida de lo que festeja Zaiat fue por ejemplo ajustar a los jubilados con la movilidad que propuso el gobierno y le significó un “ahorro” $ 50.000 millones. Fue el ajuste en los gastos en programas sociales que disminuyó 40,8 % en el primer semestre en términos reales. Fue el presupuesto 2021 que sacó los gastos Covid-19 y eliminó el IFE. Todo esto, mientras se desembolsaron millones de dólares al FMI y se le transfieren enormes ganancias a los bancos privados a través de las Leliqs.
Reconocido hasta el propio Claudio Lozano, funcionario del gobierno, en una entrevista en El DiariAr: “lo que está en discusión es la relación que ha establecido la política económica con el Fondo; pese a que no hay un acuerdo se está sobrecumpliendo con el Presupuesto como si el acuerdo estuviera cerrado”.
Si vamos a la “estrategia expansiva” del famoso segundo semestre (que a esta altura se parece a las promesas de Macri) también está llena de agujeros. Sí sabemos que el campo tuvo expansión de ganancias como el propio Zaiat informó hace algunos domingos. Pero ¿los trabajadores?
Como explica Mónica Arancibia en La Izquierda Diario, con el índice de salarios de mayo que publicó el INDEC, la cuenta da en rojo para la mayoría. “En el acumulado hasta el quinto mes del año la inflación (21,5 %) superó la suba que exhiben las remuneraciones del empleo público (19,5 %) y del empleo informal (12,5 %). Solo los salarios de los trabajadores del sector privado formal mostraron apenas una mejora mayor a la inflación (23,3 %)” explica. Pero si se compara mayo de 2020 versus mayo de 2021 “para el total de trabajadores (registrados y no registrados) el descenso fue de 5,5 %”.
La precarización y tercerización es otro de los flagelos que empeoran las condiciones de vida de la clase trabajadora. Claudio Lozano, en la misma entrevista, también reconoció que “se piensa en el trabajo que dignifica cuando el trabajo que hay hoy es un trabajo de mierda”.
Algo de esto da cuenta también Luis Campos, del Observatorio de Derecho Social de la CTA-A, que en un hilo de tuits muestra que “en el primer trimestre de 2021 tenemos unos 315.000 puestos de trabajo menos que un año atrás”. Explica que la caída se debe sobre todo al retroceso de los asalariados del sector privado, y que los no registrados son los más afectados.
Pablo Anino en el Semanario de Ideas de Izquierda muestra un detallado panorama sobre la precaria situación laboral, y “una desocupación crónica por encima del 10 % (en el primer trimestre del año se ubicó en 10,2%). En la juventud, la desocupación trepa al 17 % en los varones que tienen entre 14 y 29 años y casi al 25 % en las mujeres en ese mismo rango etario”. Expone así los fundamentos de la propuesta del Frente de Izquierda Unidad de reducir la jornada laboral a 6 horas, trabajar menos para trabajar todos con un sueldo que alcance. La medida apunta a dar una salida a la desocupación, a la precarización, y las jornadas de trabajo esclavizantes que aumentan en las multinacionales mientras muchos buscan trabajo.
Los referentes del Frente de Izquierda Unidad ya largaron su primer spot con esta propuesta, y se empezó a debatir en los lugares de trabajo, en los barrios, entre los jóvenes que trabajan y estudian. Nicolás del Caño y Myriam Bregman también lo vienen debatiendo en los medios de comunicación y en asambleas y comités junto a trabajadores ocupados y desocupados.
Otra agenda
Mientras el poder político tradicional se debate entre sus propias internas y el lobby empresarial, el Frente de Izquierda Unidad está proponiendo una serie de medidas para que la crisis no la pague el pueblo trabajador. Además de reducir la jornada laboral para que todos tengamos trabajo y que sea con derechos y sueldos que alcancen, atacar el problema de la vivienda con un plan de obras públicas.
Las distintas listas de los partidos tradicionales que disputan las elecciones legislativas se hacen eco de las reivindicaciones de los ricos, las y los candidatos del Frente de Izquierda Unidad debaten sus propuestas con las y los trabajadores.
Nicolás del Caño estuvo este sábado en el barrio Nueva Unión en La Matanza con los vecinos y vecinas que pelean por una vivienda digna. Fueron desalojados por la policía bonaerense de Sergio Berni más de 20 veces y siguen firmes en su pelea. Un distrito donde el peronismo gobierna hace 38 años y las familias laburantes se empobrecieron cada vez más. La pelea del Frente de Izquierda por emerger como tercera fuerza busca que sea la agenda de esas vecinas y vecinos, la que gane cada vez más protagonismo en el debate nacional como alternativa a la crisis en las calles y el Congreso. La agenda de los trabajadores y la juventud que aspiran a terminar con la precarización y tercerización, los que defienden el medio ambiente, el movimiento de mujeres y la diversidad que pelea por sus derechos.
No votar como los ricos y millonarios del país y darle más fuerza a los reclamos del pueblo trabajador con diputados y diputadas del Frente de Izquierda permitiría incidir con la agenda de la clase trabajadora. Pero sabemos que los dueños “votan” todos los días imponiendo sus decisiones. La pelea sin descanso es que sea la clase trabajadora junto a los movimientos de lucha de las mujeres y en defensa del medio ambiente, con su organización, la que tome partido para hacer valer su poder y decidir su propio rumbo.
Santiago Maldonado, ¡PRESENTE!
Hoy se cumplen 4 años de la desaparición seguida de muerte de Santiago Maldonado, luego de la represión de la gendarmería de Patricia Bullirch para desalojar a la comunidad Pu Lof en Resistencia de Cushamen en Chubut. En esta nota, Daniel Satur hace un repaso de la causa con declaraciones de su hermano, Sergio Maldonado. Una causa ensuciada sistemáticamente por el gobierno de Macri, y cajoneada por el gobierno del Frente de Todos.
Se cumplen 4 años de impunidad. Se cumplen 600 días de silencio del gobierno del Frente de Todos, en los que ni Alberto Fernández ni Cristina Fernández mencionaron siquiera una vez públicamente su nombre. Frente al silencio de la impunidad, gritemos su nombre. Justicia por Santiago Maldonado.
Jesica Calcagno
Nació en Buenos Aires en 1984. Licenciada y profesora en Sociología (UBA). Acreditada en el Congreso.