Una día como hoy, hace 93 años nacía uno de los artistas más importantes de la historia de la música popular argentina, guitarrista, compositor y cantor.
Jueves 7 de julio de 2016
Nacido en El Galpón, provincia de Salta. Vivió su niñez en Metán. Hijo de inmigrantes sirios, Eduardo Yamil Falú tuvo sus primeros contactos con la guitarra a la edad de 11 años a través de su hermano mayor. Allí comenzaría un romance que dejará uno de los legados mas trascendentes de la música popular argenitina.
Sin extendernos mucho de forma biográfica, el valor de la musica de Falú se centra en la capacidad de sintetizar un virtuosismo guitarristico propio de un concertista, con las tramas rítmicas y melódicas de la música andina y criolla. Desde allí que sus composiciones han cautivado a públicos de todo el mundo, Japón, EEUU, París, Holanda, Italia, entre otros.
Supo también a lo largo de su carrera rodearse de grandes poetas con los que ha creado canciones memorables, como lo son Manuel J. Castilla (quién trabajo mucho con Cuchi Leguizamon), con quién compuso la maravillosa zamba "La Atardecida", y su amigo Jaime Dávalos, con quién ha escrito sobre diveros temas, como el amor, la muerte y también a los oficios de campo, cargados de un contenido social. En épocas donde no todos testimoniaban el presente, el supo sacar "A flor de la tierra canciones de amigos que no volverán". De esta confluencia surgieron algunas de las más importantes páginas del cancionero popular, como "Zamba de la candelaria", "Trago de sombra", "Canción del Jangadero", “Vamos a la zafra". Como supo decir Jaime "hay que ponerle palabras al silencio del pueblo".
Compusó obras con poemas de Borges y una memorable Cantata junto con el escritor Ernesto Sábato llamada "Romance de la muerte de Juan Lavalle".
Su música para guitarra sola es estudiada y tocada en todo el mundo. Su versión de "El Condor Pasa" de Alomias Robles, sintetiza la capacidad de tomar piezas de otros autores y darles una impronta propia. Son muchas mas las piezas de este tipo, como por ejemplo “Trémolo”, “Preludio y danza”, “Fuga de Sol”, donde despliega todo su virtuosismo. La suite argentina para guitarra, corno, clave y cuerdas sin duda es una obra culmine en su faceta de compisitor "académico".
Falú, para quienes sentimos ese "romance" con la guitarra (como es nuestro caso) es más que un referente, es alguien que ha podido conmovernos hasta lo más hondo con la sutileza y la sensibilidad de su música y de su siempre extraordinaria ejecución, siendo esto una marca que perdura en la madera de cada guitarra criolla que se empuña.