Hugo Zuccarelli, inventor argentino, te promete escuchar a tu banda favorita como nunca antes la escuchaste con sus parlantes holofónicos de 4 metros. Una nueva experiencia musical que intenta mantener abierto un debate científico sobre las teorías de la audición humana.
Viernes 19 de agosto de 2016
En una tarde de domingo en una sala repleta del teatro KONEX se escucha Pink Floyd y su disco Maddle. Un presentador explica sobre unos parlantes prometiendo un sonido inigualable. Las luces se apagan totalmente y no se puede ver absolutamente nada, el volumen es alto, pero es lo de menos, la mente se abstrae y el cuerpo se relaja, permitiéndote disfrutar de esa obra maestra como nunca antes la habías escuchado.
Pero ¿qué es lo que lo hace distinto a lo tradicional? El presentador explica que los parlantes comunes se componen de tres parlantes en los que se dividen las frecuencias en bajos, medios y agudos. Esto provoca distorsiones causadas por las interferencias de las ondas sonoras que emite cada parlante por separado, produciéndose un fenómeno conocido como batimiento. En cambio, los parlantes holofónicos son de 4 metros y presentan una única membrana vibratoria super liviana que vibra con todas las frecuencias audibles.
Además, el presentador continúa, los parlantes tradicionales utilizan una caja de resonancia para los graves y una corneta para los agudos. Esto se utiliza para amplificar el sonido pero provoca distorsión. Por el contrario, los parlantes holofónicos no utilizan nada de esto, lo que permite que las frecuencias más bajas (20hz) puedan ser reproducidas al igual que las más altas (2000hz) al mismo tiempo y sin distorsión.
La superación que propone Zuccarelli de sus parlantes holofónicos frente a los tradicionales, se podría poner a prueba frente al público si mostrasen un contraste entre ambos modelos de parlantes para una mejor apreciación del mismo.
Al finalizar el show, el presentador nos cuenta además sobre la existencia de los micrófonos holofónicos, que le llevó a su inventor a conocer y usarlo para grabar a Pink Floyd y otros grandes artistas. Zucarelli asegura que esta técnica de especialización sonora es superior a la biaural creada por Harvey Fletcher en los años 20’ en laboratorios Bell de Estados Unidos. Brindando una sensación de tridimensionalidad sonora, que se puede apreciar en este video (usar auriculares estero):
Esta invención se basa en una crítica a la teoría de a la audición humana propuesta por Georg von Békésy. En los 80’ Zuccarelli propuso que el oído funciona tanto como un receptor como un emisor de sonidos, lo que permitiría al cerebro reconocer la localización del sonido en todas sus direcciones. Estas ideas desarrolladas por él nunca fueron aceptada por la comunidad científica, lo que las mantiene en un debate abierto desde hace más de 30 años.