La noticia del fallecimiento de Eduardo me llegó mientras me arreglaba para salir a una reunión con los camaradas de la LTS, me impactó y en ese momento no lo pude procesar, fue el shock de saber que no volveríamos a compartir y hablar de política mientras nos tomábamos un café. Se fue un querido amigo y un gran camarada.
Jueves 26 de septiembre de 2019
Ya conocía a Eduardo de varios aportes que había hecho para el grupo de Venezuela, cuando se estaban abriendo los primeros escenarios más brutales de la crisis actual o como él mismo le decía: “El gobierno de Maduro como la fase superior de la decadencia del chavismo”.
Pero fue en mi viaje a Argentina en el 2017 cuando lo conocí en persona, hablar con él era como hablar con un amigo de toda la vida, con una pedagogía impresionante, una capacidad de transmitir ideas muy complejas y gruesas en conversaciones muy accesibles. Nos encontramos varias veces en la Ciudad de Bueno Aires, y no parábamos de hablar por horas, de manera impecable aplicaba el marxismo a la actualidad y te hacía un recorrido por toda América Latina, para luego sorprenderme con todos los detalles que conocía sobre Venezuela, hablamos del proceso del independentismo catalán y las lecciones de la Revolución española, de la Revolución permanente de Trotsky y las lecciones estratégicas sobre el morenismo que dieron paso a la construcción del PTS y la FT, así fue como comenzó nuestra amistad y mi gran admiración por él.
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Eduardo era un compañero que transmitía un gran entusiasmo y me explicó varias lecciones que sacó luego de su experiencia, cuando dirigió nuestra sección hermana en Bolivia, la LORCI. Siempre recordaré que una de éstas fue que la historia no la cambia un sujeto, sino que es un proceso colectivo masivo, que los partidos de la FT no están llenos de “rock star” sino de compañeres con experiencia y trabajo acumulado que se dedican a construir un partido de la clase trabajadora internacionalista. Y claramente convencido de esto mi gran amigo Eduardo, educó a varios compañeros jóvenes en los cuales estoy incluida.
El 25 de septiembre fue un día muy duro porque muchos perdimos a un amigo, pero también a un gran cuadro y militante que tenía aún mucho para aportar, un luchador que dedicó su vida por la revolución socialista y la reconstrucción de la Cuarta Internacional. A muchos nos preparaste para los duros momentos, pero sin dejar de pensar audazmente en las posibilidades de que se puede transformar al mundo.