Esteban Moctezuma invitó a la OCDE a acompañar la construcción del proyecto educativo mexicano. La misma OCDE que diseñó la reforma educativa.
Arturo Méndez Agrupación Magisterial y Normalista Nuestra Clase
Martes 22 de enero de 2019
En días pasados se dio a conocer la aceptación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para participar –a solicitud de Esteban Moctezuma, titular de la SEP- en “la construcción del nuevo proyecto educativo para México”.
Con la OCDE se trata, nada más y nada menos, que de los artífices de la odiada reforma educativa, que ahora son invitados por el gobierno de la “Cuarta transformación” a volver, con su visión proempresarial neoliberal, para definir las políticas educativas.
Aunque Gabriela Ramos, directora general de la OCDE, abundó sobre las perspectivas para la educación superior, sus planteamientos para este subsistema así como las referencias a la reforma educativa dejan ver la orientación del organismo hacia la educación básica y media superior.
Para la OCDE, la educación superior debe vincularse con las demandas del mercado laboral, para lo cual es necesario un sistema educativo “más competitivo y atractivo que esté vinculado a la formación de capital humano”, lo que requiere “el involucramiento del sector privado”, tanto para el financiamiento como para la construcción de una “visión estratégica”. ¿Son estos los parámetros que se seguirán para la educación básica?
Actualmente, la autonomía de gestión escolar, el “nuevo modelo educativo”, las Escuelas al CIEN, los consejos escolares de participación social, todo eso fue impuesto con esa orientación, y las directivas esgrimidas por la OCDE para la educación superior apuntan en el mismo sentido para la educación básica.
En cuanto a la reforma educativa, Ramos considera necesaria la permanencia de algunos elementos de la misma, algo que de hecho ya está plateado –aunque bajo nuevas formas- en la iniciativa presentada por AMLO a la Cámara de diputados para “cancelar” la reforma.
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La directora de la OCDE, por ejemplo, estima importante la permanencia del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación. En este caso, aunque López Obrador propone desaparecer el Instituto, éste sería sustituido por un Centro Nacional con funciones análogas; mientras que continuaría la evaluación docente, si bien ya no con una carácter punitivo, sí como mecanismo de control burocrático sobre el magisterio.
En el contexto de la “Cuarta transformación”, la invitación de Moctezuma a la OCDE sólo se entiende, por una parte, si prestamos atención a los elementos de continuidad de la reforma educativa en la iniciativa de AMLO; y por otra, si volteamos a ver programas como “Jóvenes construyendo el futuro”, con el que se regala el trabajo de la juventud a los empresarios (la nómina será pagada con recursos públicos), bajo contrataciones como aprendices, sin derechos, o la regularización del outsourcing anunciada por Luisa María Alcalde, que requieren justamente una “educación” para el trabajo precario y la súper explotación.
En suma, nada bueno podemos esperar los maestros, alumnos y padres de familia de la injerencia de la OCDE, que no busca otra cosa más que la continuidad de las políticas neoliberales en la educación. Desde las comunidades escolares y luchando en las calles debemos oponernos firmemente a la intervención de este organismo.
Los trabajadores unidos podemos dar una salida independiente
Según el gobierno, la construcción de un nuevo proyecto educativo se realizaría a través de los foros de consulta que se hicieron hace unos meses por todo el país. Posteriormente, en sus reuniones con las dos alas charras del SNTE y con la CNTE, a todos les prometió participación en la elaboración del proyecto. La nueva invitada es la OCDE, representante de poderosos intereses empresariales.
En ese escenario, ¿qué esperanzas se pueden depositar en que con simples mesas de trabajo se resolverán las demandas del magisterio?
Para conquistar la abrogación total de la reforma educativa, como exige la CNTE, para ponerle fin al nuevo modelo educativo y a todos los programas de privatización e injerencia empresarial, y por una transformación radical de la educación en México al servicio del pueblo trabajador, consideramos que la Coordinadora, en tanto referente histórico de lucha del magisterio, debe superar la política de confianza en el gobierno y apostarle a la unidad y la movilización de los trabajadores de la educación junto a otros sectores.
Desde Nuestra Clase opinamos que no basta con pronunciamientos de solidaridad. Llamamos fraternalmente a las maestras y maestros de la CNTE a impulsar activamente la movilización de todo el magisterio nacional y la unidad en las calles con los sectores en lucha, como los maestros de Michoacán, en paro por salarios adeudados; los trabajadores de las maquilas en Matamoros, Tamaulipas, en un paro histórico por aumento salarial y el pago de un bono anual; y los trabajadores al servicio del Estado que comienzan a organizarse contra los miles de despidos injustificados.
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Maestra, maestro, te invitamos a sumarte a Nuestra Clase para impulsar juntos esta política independiente en las escuelas y junto a nuestros hermanos trabajadores en lucha.
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