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Red Internacional
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Magisterio. Educación básica: ¿Aprendemos disciplina o libertad?

Ahora los jóvenes se niegan a seguir estas órdenes, es cada vez más difícil "controlarlos" pero como docentes ¿por que tendríamos que hacerlo? ¿De dónde viene la "disciplina escolar" y hacia dónde va con un gobierno que hace reformas educativas donde habla del "interés superior de la niñez" pero siempre los quieren "callados y sentados“?.

Miércoles 3 de abril de 2019

Durante el siglo XIX con la modernización de los Estados Europeos; es decir, la profesionalizacion de la administración estatal para eficientar los nuevos negocios internacionales en la expansión del capitalismo, surgió la necesidad de preparar también a ejércitos profesionales que siguieran órdenes, tanto en la producción como en el campo de batalla, por eso el Rey de Prusia Federico I impulsó la creación de escuelas públicas de carácter obligatorio.

Estas se componían de nueve años de enseñanza de escritura, lectura, ética e idiomas. Esta fue la escuela y por tanto el modelo educativo que implementó posteriormente Federico II, después de la derrota en las guerras napoleónicas; un espacio de adiestramiento, donde los jóvenes estuvieran en grupos numerosos, con pruebas estandarizadas, encerrados, cumpliendo órdenes y horarios.

Sin embargo, las revoluciones proletarias y populares del inicios del siglo XX dieron pie a nuevas formas de concebir el quehacer educativo. Pedagogos y estudiosos soviéticos como Makarenko y Vigotsky, sentaron las bases pedagógicas de nuevas concepciones en el terreno educativo.
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Con la caída de la URSS en 1989 y el avance del neoliberalismo, en el terreno de la pedagogía y la educación los nuevos -viejos- paradigmas en estos campos se reinsertan con fuerza. La "educación para la vida", el "aprendizaje significativo" y la "estandarizacion educativa" no son más que la reedicion del tradicionalismo educativo heredado de la escuela prusiana, donde prima la meritocracia acrítica y la obediencia consciente.

Educar para liberar

La principal contradicción que enfrenta este régimen político-económico en crisis, en el terreno de la educación, es justamente que ya cada vez menos educandos -en las escuelas básicas— se someten a las viejas formas del sistema, pero al no existir una alternativa de ruptura, ni procesos históricos que empujen a la sociedad hacia nuevas concepciones y necesidades educativas más allá de la educación per se, se da el enfrentamiento contra las y los docentes, la deserción y la frustración contra la escuela.

Entonces ¿Desde cuándo podemos pensar en una educación liberadora? ¿Cómo se puede implementar? Existen distintos proyectos de educación democrática, que se buscan plantear un esquema de enseñanza - aprendizaje que se apuesta a ser distinto al prusiano; sin embargo, las necesidades del gran capital -en cuanto a la mano de obra obediente y semi analfabeta— se oponen o aíslan en las pequeñas comunidades estas iniciativas.
Desde al Agrupación Nuestra Clase consideramos que sin derribar al sistema capitalista es mucho más difícil pensar en una educación "que nos enseñe a pensar y no a obedecer", pero el debate sigue abierto entre docentes, quienes vemos la necesidad de transformarlo todo.