El Nuevo Modelo Educativo, además de los ataques a las condiciones laborales de los maestros, incluye modificaciones en toda la matrícula académica.
Martes 11 de septiembre de 2018
Ya es conocido que desde los años noventa se han aplicado una serie de reformas en el sector educativo, en todo el mundo, cuyo objetivo es “actualizar” la educación básica para las nuevas generaciones. De ahí se implementó, en un primer momento, una currícula basada en “competencias” y “aprendizajes esperados” en una educación cada vez más vinculada a las empresas y menos a la resolución de las necesidades de la población de cada país.
Ya es harto conocido que la Nueva Reforma implicó, fundamentalmente, una reforma a las condiciones laborales del magisterio: desterrando la estabilidad en el empleo, apuntando hacia la privatización de las escuelas e instrumentando el despido de profesores con un examen de evaluación punitivo. En el terreno educativo, se ha señalado, queda evidente que es la imposición de un modelo del Banco Mundial y la OCDE.
Los saldos del neoliberalismo: los tiempos de la tristeza
“Uno de cada cinco trabajadores en el mundo sufre de algún problema de salud mental, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud” señala la UNAM [1]. De 2008 a 2017, según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 300 millones de personas viven con depresión, un incremento de más del 18% entre 2005 y 2015.
Es que la precarierdad laboral incide en la salud mental de los trabajadores. Tal y como se señala aquí “Con el aumento de la precariedad laboral aumentaron los trastornos mentales: ascendió un 18% el índice de depresión mundial en medio de la gran crisis de 2008. Es un índice histórico: al no existir condiciones mínimas para el día a día cotidiano aumentó la sensación de tristeza y depresión a nivel mundial.”
De ahí que el Nuevo Modelo adopte una nueva asignatura: la educación socioemocional basado en el el coaching: programa de los años noventa para implementar personas emprendedoras resistentes al fracaso pero que se sienten plenas “socioemocionalmente” y que están en la mejor de las disposiciones para salir día a día con buen rostro hacia su lugar de trabajo y aguantar todo tipo de insultos, represiones y días de explotación monótona.
Capitalismo colaborativo
De ahí que las Nuevas Reformas Educativas deban atender a un criterio capitalista de formar en el terreno socioemocional en el nivel básico para formar personas dóciles, responsables, resilentes a las distintas formas de fracaso en el capitalismo.
Como señala el investigador Lev Barriga “ Lo que hay detrás de la reforma y su propuesta educativa es el modelo coaching, desarrollado para la esfera de la empresa, pero trasladado al ámbito escolar. En él juega un papel muy importante la ilusión de ser un emprendedor, que tiene como base la programación neurolingüística con el sí se puede.”
En el centro de la educación socioemocional del Nuevo Modelo Educativo está el coaching. Un modelo de gestión empresarial para crear emprendedores y trabajadores que se sientan socios libres y no empleados explotados.
En Estados Unidos, según el Financiero, “reúne el 40% de los trabajadores independientes de Estados Unidos que se ganan la vida en la economía colaborativa, son millennials . Aunque son datos inexactos la realidad es que cada vez más empresas adoptan un modo de empleo coaching del capital colaborativo en el que las y los trabajadores son tratados como “socios libres y no empleados explotados”. Aunque cada empleado no cuente con un salario digno, no padezca menos explotación que cualquier otro trabajador, no tenga derechos sindicales o jubilación.
El capitalismo colaborativo construye el espejo ilusorio en el trabajador de que no es explotado. Una genuina crítica educativa debe apuntar en denunciar el carácter empresarial y neoliberal de la Educación Socioemocional: un motivo más para rechazar la Reforma Educativa entera.
Notas:
1) http://www.unamglobal.unam.mx/?p=28144
[1] (1)
