A pedido del Gobierno porteño y su ministra Soledad Acuña, el fiscal Carlos Rolero Santurian citó a declarar a 43 padres y madres de estudiantes por las tomas de colegios en 2018.
Martes 12 de marzo de 2019 12:08
El año pasado el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y su ministra de Educación, Soledad Acuña sacaron un “protocolo antitomas” en el que se hace responsables a padres, madres y tutores de estudiantes que participen en esas medidas de lucha.
A partir de esa decisión, los directivos de las escuelas deben llamar a los adultos responsables para que retiren a sus hijos e hijas de la institución.
El Poder Judicial acaba de imputar a 43 padres y madres por las tomas del 2018 por “impedir el ingreso y salida de instituciones públicas”. Se trata de familias de diferentes colegios de la Ciudad de Buenos Aires: la Escuela Superior de Educación Artística en Artes Visuales “Rogelio Yrurtia”, la N°1 “Presidente Roque Sáenz Peña”, la Normal N°6 “Vicente López y Planes”, el Mariano Moreno, la Técnica de Jardinería “Cristóbal M. Hicken” y la N° 5 “Martín Miguel de Güemes”.
A fines del mes de marzo los imputados comenzarán a declarar.
Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, aclaró que “la toma de escuela es una medida extrema que perjudica el acceso a la educación a cientos de chicos”. Y agregó que “en democracia no debemos perder el espacio de la palabra y el diálogo. Tiene que quedar en claro que los actos tienen consecuencias: esto es también educar en valores. Vamos a seguir aplicando el protocolo ante cada caso de toma”.
El avance con el protocolo anti tomas no es otra cosa que un ataque directo a nuestra organización. En un momento donde venimos de dar la pelea por el derecho al aborto junto a la marea verde, donde vemos que hay cientos de despidos como en Coca-Cola, SIAM, donde el Gobierno tuvo que retroceder ante la lucha contra los cierres de las escuelas nocturnas, se preparan para que no los enfrentemos, porque el pago de la deuda les exige ajustar brutalmente.
Por eso tienen que disciplinar en este caso al movimiento estudiantil, para así cumplir con la agenda del FMI. Las pibas y pibes tenemos que dar la pelea no solo contra este protocolo, sino también prepararnos para las luchas que se vienen.