Juanma Moreno confirmó ayer que las elecciones andaluzas serán el 19 de junio. Los populares buscan gobernar sin la ultraderecha, aunque el avance de Vox limita las expectativas, mientras la izquierda neorreformista se presenta dividida.
Roberto Bordón @RobertoBordon13
Martes 26 de abril de 2022
Moreno ha hecho el anuncio duranta su asistencia a la romería de la Virgen de la Cabeza, en Andújar. Junta de Andalucía
Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía y líder del PP andaluz, confirmó ayer el adelanto electoral en Andalucía para el 19 de junio. El dirigente popular ha justificado la decisión en base a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, mencionando expresamente la inflación y la necesidad de unos nuevos Presupuestos adaptados al cambio de escenario político tras la pandemia y el inicio de la guerra en Ucrania. Unas elecciones clave debido al peso demográfico de Andalucía, la región más poblada del Estado, y a que ha sido el granero histórico de votos del PSOE que se juega mucho en estos comicios.
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El PP convoca las elecciones aspirando a gobernar en solitario, aunque el objetivo se presenta difícil de alcanzar. Moreno confía en su capacidad de absorber el centro político con la previsible caída de Ciudadanos y la posibilidad de pescar votos de un sector del PSOE desencantado. Para ello el líder del PP andaluz, tras las elecciones en Francia, ha tratado de compararse con Emmanuel Macron, apelando al “voto útil” para evitar la entrada de la ultraderecha en el gobierno. Un movimiento que, siguiendo la estela Feijóo y su intento de separase de Vox después de la formación de gobierno en Castilla y León, busca captar el voto de quienes no confían en que el PSOE sea capaz de recuperar el gobierno. Pero en la operación hay más de maniobra electoral que de divergencia política: entre el PP y Vox casi no existen deferencias sustanciales de programa político, salvando las bravuconadas de Abascal contra el régimen de las autonomías.
Aunque Moreno ha insistido en resaltar unas supuestas virtudes del gobierno de coalición PP-Ciudadanos que ha liderado, e incluso jugó en un momento con la posibilidad de unas listas conjuntas de ambos partidos, parece que finalmente apostará por absorber a su socio. Ciudadanos, que apostaba por forzar hasta el final la legislatura, se aboca al desastre con encuestas que apenas le auguran dos o tres escaños como mucho, con una división interna en el partido y un discurso autocrítico donde aseguran que es un problema de que el PP se ha quedado todo crédito por el gobierno de coalición.
Avance de Vox
Las intenciones de Moreno y Feijóo de gobernar en Andalucía sin la ultraderecha, sin embargo, podrían chocar con la realidad. Existen altas probabilidades de un crecimiento de escaños de Vox que reproduzca un escenario similar al de Castilla y León.
Los de Abascal han sido de los primeros en reaccionar al anuncio del adelantamiento electoral. Aunque no han oficializado aún su candidatura, se espera que sea Macarena Olona, portavoz adjunta y secretaria del grupo parlamentario de Vox en el Congreso de los Diputados.
La diputada de Vox, un peso pesado de la formación, acumula polémicas por reducir Andalucía a la versión más rancia posible de su folclore, exudando clasismo reaccionario por todos los poros. Aunque por eso mismo ha construido una imagen atractiva para los votantes de ultraderecha, en una de las regiones que más votos ha dado a Vox en las pasadas elecciones generales (800.000). Vox ya ha expresado su vocación de repetir un acuerdo similar al de Castilla y León entrando al gobierno, algo que el PP busca evitar como sea posible, aunque sin ninguna garantía de éxito.
El PSOE en su laberinto
El PSOE, por su parte, se encuentra aún inmerso en un proceso de renovación tras los casos de corrupción que asolaron el partido. Juan Espadas, líder del PSOE andaluz y actual candidato, no parte como el más favorito, las encuestas no le dan en ningún caso un gobierno en solitario y en los casos que le dan los votos para gobernar dependería de los partidos a su izquierda.
Una difícil situación para un partido que siempre se ha apoyado a nivel estatal en Andalucía como granero de votos históricos y que perdió en la pasada legislatura uno de sus principales baluartes autonómicos. Cabe destacar que en las anteriores elecciones si ganaron los comicios, pero no tuvieron suficientes apoyos para gobernar, por lo que las opciones de Espadas parecen no pasar únicamente por su partido sino por lo que consiga Unidas Podemos.
La izquierda neorreformista dividida
Entre los partidos del espectro neorreformista continúa la división y la confusión. Unidas Podemos continúa bregando por que se consolide el proceso de unidad que ya mencionamos recientemente y que aparentemente continúa como estaba. Pero lejos de las expectativas, iniciales, tan solo Podemos, Izquierda Unida y Equo, es decir Unidas Podemos, afirman que dicho proceso avanza, mientras el resto de los partidos supuestamente involucrados han ido rebajando las expectativas.
Aunque ha habido filtraciones a la prensa respecto a que ya se habría logrado la candidatura conjunta, todavía no ha salido un anuncio oficial. Por ahora solo se habría aceptado el poner a trabajar equipos conjuntos para sacar adelante el proceso de la candidatura y el programa. Quizás el adelanto electoral acelere el proceso y sus tiempos, pero quedaría pendiente el tema del candidato que ya ha levantado ampollas entre los posibles socios.
Podemos parece apostar por su diputado por Cádiz Juan Antonio Delgado Ramos, que se autodenomina como un guardia civil “de izquierdas”, al cual recientemente hicieron promoción en redes sociales. Delgado afirma estar con las clases populares y llegó a aparecer en el Congreso con un casco de obrero del metal cuando se produjo la huelga en Cádiz, un gesto para la cámara que no le impidió junto al resto de su partido avalar la represión policial a los huelguistas. Izquierda Unida en cambio, tras no lograr convencer a Alberto Garzón de que sea candidato -el dirigente de IU prefiere seguir de ministro en el gobierno social liberal del PSOE-, estaría tratando de presentar a Toni Valero, su actual dirigente en Andalucía y que ya participó en la anterior experiencia de cogobierno con el PSOE en Andalucía (un gobierno de recortes).
Estas opciones habrían despertado los recelos de Más País que habría expresado en las reuniones la necesidad de buscar un candidato de consenso que viniese de la sociedad civil. La posible disputa entre estas opciones es quizás uno de los problemas que ha tenido el proceso de unidad de la izquierda neorreformista en Andalucía. Un proceso donde las diferencias programáticas no tienen tanto peso a excepción quizás de si se pone el acento en un sujeto andaluz o en una visión más estatal y donde se está de acuerdo en cogobernar con el PSOE en caso de que fuese posible. A pesar de un supuesto tutelaje por parte de gente cercana a Yolanda Díaz, la esperanza neorreformista actual con su idea del Frente Amplio, parece que el proceso no avanza rápidamente a pesar de que todos en teoría afirman querer confluir en lo mismo, el espacio promovido por Díaz de cara a las próximas elecciones generales.
Adelante Andalucía, por su parte, ya había decidido acudir en solitario presentando de candidata a Teresa Rodríguez. La exdirigente de Podemos Andalucía y líder de Anticapitalistas, respondió rápidamente a la convocatoria de elecciones con un mensaje que anunciaba el inicio de la campaña electoral de su coalición electoral que comenzaba ayer en Granada.
La coalición se propone presentarse como representante de “la izquierda andalucista” frente a una “izquierda estatal” representada por Unidas Podemos, que según el relato del último periodo no representaría los intereses del pueblo andaluz. Este rechazo a Unidas Podemos y a un posible cogobierno con el PSOE, no obstante, debe ser leído con matices, ya que Rodríguez si ha admitido que votaría la investidura de Espadas para evitar un gobierno del PP. La dirigente de Anticapitalistas tampoco ha descartado la entrada en el hipotético Frente Amplio de Yolanda Díaz, siempre que se respete la naturaleza confederal e independiente de un posible grupo parlamentario andaluz.
En cuanto a la proyección de su proyecto teniendo en cuenta la división de voto y el enfrentamiento aún reciente con Izquierda Unida que tiene un peso importante en Andalucía, la coalición de Anticapitalistas junto con sus aliados andalucistas podría según algunas estimaciones conseguir escaños por Cádiz y Sevilla.
Si bien, todavía no se sabe si serán la única papeleta andalucista. Por un lado, está Nación Andaluza, pero por otro queda por resolver la situación de Andaluces Levantaos (coalición formada por Más País y sus aliados andalucistas). Estos últimos viven una situación confusa porque de una coalición de tres partidos, dos estarían negociando con el resto del espacio neorreformista, es decir Unidas Podemos, la posibilidad de una candidatura conjunta, mientras que un tercer socio afirma negarse a ello y plantea continuar con la coalición ya establecida. La candidatura de Andaluces Levantaos a pesar de mantenerse con un único socio de los originales podría lograr el escaño por Sevilla. Todo esto si asumimos que Más País apuesta finalmente por renunciar a dicho proyecto.
Para complicar más el asunto, debemos destacar que Más País ha sufrido una reciente crisis interna debido a la decisión de la dirección de en teoría apostar por la unidad con Podemos e Izquierda Unida. Por lo que tampoco queda claro qué posición tienen actualmente, de manera oficial no han llegado a ningún acuerdo, tan solo valoraron que un acuerdo que uniese a todos los partidos a la izquierda del PSOE sería positivo.
Hace falta una alternativa anticapitalista y de clase
Queda por ver como se desarrollará finalmente la campaña de las elecciones andaluzas, una en las que tanto el PP como el PSOE se juegan mucho de cara a las generales. La posibilidad o no de disputarle un número importante de votos a Pedro Sánchez hará que Feijoo apoye la campaña de Moreno. Por otro lado, los resultados de Unidas Podemos y el resto del espacio neorreformista pueden servir de termómetro para ver las posibilidades reales del Frente Amplio o terminar de descomponer dicho espacio. Por último, estas elecciones también nos permitirán saber la fuerza real del andalucismo de izquierdas, más allá de su comentada influencia cultural o artística.
En un marco de creciente crisis social, clima guerrerista impulsado por el Gobierno y crecimiento de la extrema derecha, en las elecciones andaluzas no habrá ninguna candidatura que represente claramente una perspectiva de independencia de clase. La necesidad de avanzar en constituir una alternativa política verdaderamente anticapitalista y de clase en Andalucía es una tarea urgente y necesaria.
Roberto Bordón
Andalucía