Las declaraciones del presidente Rajoy, la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, el Ministro del Interior Zoido o las de Borrell del PSC, las causas contra los diputados independentistas, el 21D bajo sospecha: Una “democracia” para ricos.
Lunes 18 de diciembre de 2017
Este fin de semana el Presidente Rajoy dejó bien claro, nuevamente, que la aplicación del 155 no se acabará con la constitución de un nuevo gobierno. En un acto de campaña del PP catalán, M punto Rajoy amenazó con que “El 155 ha dejado de ser un fantasma jurídico, todos saben lo que es y lo que hay que hacer para que se active y lo que no hay que hacer para que no se active”. En síntesis, que pase lo que pase el 21D habrá 155.
Te puede interesar: Los comicios del 21D centran la política catalana tras la desbandada del Govern
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, para no ser menos, se despachó a gusto. En una cita con los militantes del PP de Girona se preguntó y contestó “¿Quién ha hecho que hoy por hoy ERC, Junts per Catalunya y el resto de independentistas no tengan líderes porque están descabezados? Mariano Rajoy y el PP.” Está claro, como le han denunciado muchos, que el poder judicial es un apéndice del poder ejecutivo.
El ministro de interior, Juan I. Zoido ha anunciado que las instituciones penitenciarias han abierto un expediente a Oriol Junqueras y a Jordi Sánchez por haber hecho declaraciones públicas de cara a las elecciones del 21D. Otra demostración de que la “prisión preventiva” es para aislar y privar de participar a algunos políticos independentistas. Si esto no es un juicio político, ¿qué es?
Josep Borrell, quien fuera candidato fallido por el PSOE a finales del SXX, se encargó de enseñarnos cómo se deben limpiar las heridas que hay en Catalunya. En un mitin del PSC a Hospitalet de Llobregat aconsejó a Miquel Iceta “Está bien eso de coser heridas, pero antes tienen que desinfectar. Porque si las coses sin curar después se pudren”. Se ve que Borrell también sabe qué parte de la sociedad está podrida o no es normal y cómo apartarla.
Los partidos que defienden la Monarquía parlamentaria y el rodillo de una homogeneidad española que no es tal, se han pronunciado con un odio bestial hacia los adversarios políticos. Todas las principales instituciones del Régimen del 78 con el monarca a la cabeza se han jurado en derrotar al pueblo catalán y han lanzado una ofensiva ultra reaccionaria con formas “democráticas” con las formas de una “democracia blindada”.
La reacción “democrática” del Régimen del 78 se presenta en forma de artículo 155, de elecciones del 21D, de ola de juicios políticos contra dirigentes y personas que luchan por la independencia, con la presencia de miles de policías, con la intervención económica de las cuentas catalanas y como cese del Govern y el Parlament, con citaciones a directoras y maestras por “adoctrinar” a alumnos, la amenaza a la inmersión lingüística y un etcétera que no se acaba ni en el horizonte.
La reacción democrática se expresa también en que las “fuerzas de seguridad” soltaron sus perros fascistas. Es así que no solo hay pintadas, sino intimidaciones y batallas campales a plena luz del día por “ultras” identificados. Incluso, algunos que ya han sido condenados, como los que destrozaron las instalaciones de Blanquerna en Madrid y que evitaron la cárcel gracias al Tribunal Constitucional. Son esos grupos fascistas los que agreden una y otra vez a los militantes de grupos de izquierda e independentistas en los barrios.
Enfrentar la reacción democrática del Régimen del 78
Una de las piedras nodales para que el movimiento democrático por la liberación de Catalunya pueda avanzar en hacer cumplir la voluntad del 1-O, consiste en enfrentar esta ofensiva reaccionaria de Madrid. Ganar las elecciones del 21D o perderlas afectará en cierta medida la situación política. Sin embargo, el movimiento por la república catalana no podrá avanzar sin enfrentar al Régimen del 78.
En Izquierda Diario ya se ha dicho en múltiples ocasiones que es imposible la República catalana sin derrotar el reaccionario Régimen del 78. La hipotética victoria del 21D, como se puede entender claramente de las manifestaciones del Presidente Rajoy, no garantizarán una hipotética República catalana. El poder ejecutivo, con el apoyo del Monarca, del poder legislativo y de gran parte de la oposición aplicarán el 155 si las instituciones catalanas no respetan la estrechísima legalidad española.
Por ello es clave, que las fuerzas que se dicen anticapitalistas, revolucionarias, de la izquierda y los trabajadores aunemos fuerzas para enfrentar en las calles, con movilizaciones masivas como las del 3O y el 8N, con huelgas, con asambleas en los lugares de trabajo y estudios. Y así reorganizar el movimiento democrático y social por la república y por los graves problemas sociales, como el paro, la precariedad, el mileurismo, etc.
No enfrentaremos a la democracia de “M punto Rajoy” abandonando la república que se declaró, ni yendo a otro país, ni aceptando el 155 y la Constitución para evitar días de cárcel. Son los integrantes de los CDRs y del pueblo catalán con las acciones del referéndum el 1O, la huelga y movilizaciones del 3O y los cortes del 8N. Este es el camino para acabar con el 155 y el Régimen del 78.
La gran burguesía catalana comenzó a huir como rata en barco que se hunde, cuando vio que la clase obrera y el pueblo catalán salían masivamente a las calles y paraban el país. Lo cual demuestra que nunca pensaron en resolver los problemas del pueblo.
Por ello, la clave pasa por levantar un programa político y social que acabe con las penurias sociales, para que la clase obrera se ponga en pie y así que pueda sentir la República catalana como propia y construir una república de los trabajadores en Catalunya en la perspectiva de una Federación de Repúblicas Socialistas de la Península Ibérica.
Te puede interesar:
A una semana de las elecciones catalanas, continúa la campaña represiva