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Red Internacional
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Madrid. El 63% de los universitarios quiere que los exámenes sean online

Estos son los resultados que arroja la encuesta realizada por la Asamblea Abierta de la UAM, única iniciativa conocida para preguntar directamente a los y las estudiantes sobre sus evaluaciones. A pesar de ello las autoridades universitarias sostienen que los estudiantes prefieren exámenes presenciales

Viernes 22 de enero de 2021

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La mayoría de los y las universitarias quiere que los exámenes sean online. Estos son los resultados que arroja la encuesta realizada por la Asamblea Abierta de la UAM, única iniciativa conocida para preguntar directamente a los y las estudiantes sobre sus evaluaciones.

A la encuesta han respondido 1.054 estudiantes, esto es una muestra con un margen de error del 4% y un nivel de confianza del 99% para un tamaño de población de 200.000 (aproximadamente el número de matriculados en las universidades públicas madrileñas).

Según la encuesta el 62,9% aboga por que la evaluación se realice mediante exámenes online, mientras que un 22,1% de los encuestados apostaría por la entrega de trabajos y tan solo un 12,7% ha escogido la opción de exámenes presenciales siempre que se cumplan condiciones seguras en las aulas.

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Esto no significa que la evaluación online sea una alternativa que entusiasme a nadie, sino que se ve como un mal menor ante la desconfianza que generan los exámenes presenciales tal y como reflejan la mayoría de los comentarios dejados en la encuesta:

“En algunas carreras, como en física, nos encontramos con exámenes durísimos. En modalidad online se convierten prácticamente en imposibles por la paranoia de los profesores de copiar (…) no obstante muchos consideramos que la evolución de la pandemia requeriría hacerlos online” refleja uno de estos comentarios. “Si las condiciones fueran realmente seguras, si pudieran de verdad asegurarlo, ahogaría por la presencialidad. Dado que no es posible, defiendo los exámenes online”, señala otro alumno.

Entre las principales preocupaciones de los y las estudiantes no están solamente las condiciones de las aulas, sino también los medios de transporte a las facultades: “por mucho que haya buenas medidas en las aulas, que dudo mucho que las haya, autobuses metros y trenes no tienen la misma ventilación y las medidas de seguridad no son tan restrictivas, ahí si nos estamos exponiendo más”.

Muchos denuncian que son o conviven con personas de riesgo sin recibir ninguna alternativa por parte de la universidad: “por favor, mi padre está muy enfermo y es de alto riesgo. No podría con la idea de que algo le pasara porque yo me contagiara en la universidad”.

No faltan los comentarios que comparan las condiciones de la docencia a lo largo del cuatrimestre y la evaluación: “me parece muy poco lógico que no haya clases presenciales para evitar contagios, pero luego nos junten a cientos de personas de diferentes carreras el mismo día para hacer exámenes”.

Otros no pueden evitar acordarse de las campañas de culpabilización de la juventud de los últimos meses: “básicamente nos dicen en la televisión que los jóvenes nos contagiamos más por fiestas y que no deberíamos quedar con nuestros amigos pero luego nos obligan a ir a todos a la universidad a agruparnos y a exponernos además de tener que ir masivamente en transporte público”.

En la misma línea otro de estos comentarios señala: “yo solo quiero decir que hace 3 o 4 meses los jóvenes éramos prácticamente los culpables de que el virus se volviese a expandir por organizar fiestas y botellones (o al menos así se nos pintaba en las noticias) y ahora que pedimos quedarnos en casa por la salud, tanto propia como de nuestras familias y compañeros, nos obligan a desplazarnos y asistir en masa para la realización de unos exámenes que se pueden realizar perfectamente online “.

Tampoco faltan comentarios que cuestionan el sistema de evaluación por exámenes en sí mismo: “ojalá los exámenes fueran algo más que memorizar un PowerPoint cutre, escupir y olvidar tras finalizar el examen”, dice uno de ellos. Otro señala “Creo que la irrupción del coronavirus debería habernos pensar en acabar con el viejo formato del examen presencial, hecho con bolígrafo y papel en un margen de dos horas. No sólo por la cuestión sanitaria, en general y para siempre. Es un método estresante, con el que se fijan peor los contenidos y que no estimula el autoaprendizaje.”

Lo que está claro es que el tema ha generado una gran inquietud y ganas de opinar entre el estudiantado, el cual apuesta mayoritariamente por exámenes online dada la situación a pesar de la experiencia que estos supusieron en la evaluación anterior.

Sin embargo, los gobiernos estatal y autonómicos y la casta universitaria de rectores y decanos niegan este debate y sostienen que los estudiantes que defienden los exámenes onlineson “un pequeño reducto” porque estos “no lo han planteado en los consejos de gobierno”.

Una respuesta que solo demuestra la falta de democracia y participación estudiantil en las universidades. Si un grupo de estudiantes ha sido capaz de obtener estos resultados en cuestión de horas ¿de qué no sería capaz la universidad si dedicara los medios a su alcance para consultar la opinión de los y las estudiantes?

Qué diferente sería la universidad gestionada por sus estudiantes y trabajadores, en asambleas que decidieran la evaluación, las medidas de seguridad necesarias, pero también los contenidos, la eliminación de tasas y otras muchas cuestiones que hoy decide la casta universitaria mano a mano con empresarios en los consejos sociales de la universidad. Sería una universidad al servicio de las necesidades sociales de la mayoría trabajadora, para responder a grandes retos que se plantean, cada vez más, en un capitalismo que siempre deja en un segundo plano nuestras vidas.