Este lunes el arroyo Las Piedras amaneció teñido de turquesa. Aunque se acercaron autoridades municipales aún no dieron respuestas sobre los motivos de este extraño fenómeno.
Miércoles 23 de septiembre de 2020 19:01
La impunidad de las grandes empresas que están asentadas a la vera del arroyo es tal que pueden tirar cualquier desperdicio industrial sin importar las consecuencias ambientales. A la crisis habitacional el hacinamiento, hay que sumarle los problemas de salud de la población, en especial de niñas y niños, con la con complicidad del poder político. Las empresas hacen lo que quieren en el Quilmes de Mayra Mendoza, despiden, hacen cierres ilegales como en el Frigorífico Penta y también envenenan los barrios.
Hay que pararle la mano a la impunidad patronal, con la organización y un plan de saneamiento de los arroyos y castigo a las empresas contaminantes.
Recordemos que hace poco tiempo en todo AMBA hubo denuncias por sabor desagradable, un fuerte mal olor y hasta un color verdoso en el agua, contradiciendo las tres características del agua potable, y Aysa afirmó que “la potabilidad no había sido afectada” y que este fenómeno “ocurrió por causas naturales”.
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En el barrio Las Mercedes, Virrey del Pino hace 10 años vienen denunciando que la multinacional Parex-Klaukol está matando a los vecinos del barrio con los residuos contaminantes. Al día de la fecha hay más de 100 víctimas por culpa de la polución que genera la planta. Una vecina inició un censo casero y golpeó las puertas de cada casa. La lista provoca escalofríos: enfermedades renales, leucemias, tumores y cáncer son comunes en cada cuadra del barrio.
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Por si fuera poco, el estado, los jueces y los organismos responsables de regular las industrias son cómplices, los vecinos denuncian que se le informa a la empresa antes de que envíen a los inspectores y “no se ve prendida ninguna chimenea” durante la inspección, y por ende los informes no presentan ninguna irregularidad.
Según la Ley 11.459 de Radicación Industrial, Parex- Klaukol es una planta categoría 3 considerada “establecimiento peligroso porque su funcionamiento constituye un riesgo para la seguridad, salubridad e higiene de la población”. Esta categoría impone que la planta debe ser ubicada lejos de las zonas urbanas y rodeada de un arbolado para resguardar al medio ambiente. Sin embargo, una vez más las patronales se imponen por sobre cualquier legislación sin ningún tipo de consecuencia, y quienes sufren estos atropellos son las familias trabajadoras. Y esto como vemos pasa en todo el conurbano bonaerense donde viven las mayorías populares, no sólo en Quilmes.