El consistorio construirá el nuevo estadio y el club lo pagará en 75 años. Una verdadera “hipoteca ganga” y un gran pelotazo urbanístico.

Jorge Calderón Historiador y Profesor de Secundaria, Zaragoza
Miércoles 23 de octubre de 2019
El gobierno municipal de PP-Cs y el Real Zaragoza Sociedad Anónima Deportiva (SAD) han llegado a un acuerdo por el que el ayuntamiento edificará el nuevo campo de fútbol de La Romareda. Después lo cederá por 75 años al club durante los cuales este irá pagando cómodamente la cuantía del mismo que todavía se desconoce a la espera de que se elabore el proyecto definitivo.
Aparte de pagar las obras de reforma del estadio de fútbol, el club abonará al ayuntamiento, como propietario del estadio, un canon de ocupación del dominio público y otro canon de amortización a lo largo del periodo de la concesión de 75 años.
Si se mantiene la previsión inicial de que cueste 70 millones de euros la entidad blanquilla debería desembolsar unos 993.000 euros al año durante ese periodo. Si comenzaran ahora los trabajos este periodo de pagos sería hasta 2095. Una entidad, que recordemos lleva 7 años “atascada” en la Segunda división del futbol español, donde los ingresos son mucho menores que en la Primera división, y que arrastra una deuda de 80 millones de euros, 66 de ellos con terceros.
Toda esta operación genera además otras muchas dudas. El ayuntamiento ha dicho que gran parte de la financiación del proyecto debe venir de la colaboración de empresas privadas y de otras instituciones públicas, como el Gobierno de Aragón.
Sin embargo el presidente de la Comunidad Autónoma, el socialista Javier Lamban, ha dejado claro al alcalde de Zaragoza, el popular Jorge Azcón que “no espere excesivas alegrías económicas para este proyecto”. Otra duda es el coste final del estadio, ya que el modelo de construcción y financiación que se quiere tomar como ejemplo, el nuevo estadio de San Mames del Athletic de Bilbao, costo finalmente 186,5 millones de euros.
Además hay que recordar que el Ayuntamiento de Zaragoza es el segundo más endeudado del país, solo superado por el de Madrid, con más de 885 millones de deuda. De hecho, es el que más deuda tiene por habitante, con 1.282 euros.
El PP le devuelve el favor electoral al Real Zaragoza
Viendo todo lo anterior, uno puede pensar cómo es posible que alguien crea que esta operación puede salir adelante. Sin embargo, hay una clara explicación electoral.
En el pasado mes de mayo, en plena campaña electoral para las elecciones municipales, autonómicas y europeas, el Presidente del Real Zaragoza, Christhian Lapetra, puso el estadio y el club a disposición del entonces candidato del PP y hoy alcalde Jorge Azcón. Este hizo un acto de campaña en el propio césped de la Romareda y acompañado por Lapetra, en el que lanzó la idea del nuevo estadio.
Pasados unos meses y una vez en el poder gracias a su pacto con Cs y VOX, Azcón le devuelve el favor “regalándole” un nuevo estadio de futbol que puede pagar en cómodos plazos durante 75 años. De paso hace un gran aliado empresarial, ya que no hay que olvidar que el máximo accionista del club es el ex presidente de Telefónica, Cesar Alierta, uno de los mayores representas de la elite empresarial del país.
No paguemos con dinero público los intereses de empresas privadas
Este caso del Real Zaragoza no es nuevo por desgracia. Son muchos los ejemplos de ayuntamientos o gobiernos regionales que regalan millones de dinero público a empresas privadas, como son al fin y al cabo los clubs de fútbol. El ejemplo más claro, es el caso de Madrid, con grandes pelotazos urbanísticos que han llenado de millones de dinero públicos las arcas del Real Madrid o del Atlético de Madrid.
El futbol es pasión, es emoción, es sentimiento, pero también es un gran negocio privado que no tiene que ser subvencionado con dinero público. No hay que confundir la afición que cada uno tenga, yo mismo soy un gran aficionado del Real Zaragoza con más de 20 años de abonado, con el trasvase de dinero público.
Si el club quiere un estadio nuevo que se lo pague y si no puede por la eleva deuda que acumula por años de nefasta gestión deportiva y económica, que siga jugando en la vieja Romareda. Pero que por ésta, que es un estadio municipal, pague un precio elevado por poder disfrutar de unas instalaciones que nos pertenecen a todos los zaragozanos y zaragozanas. Y que las mismas estén a disposición de todos los clubs de la ciudad que así lo soliciten.
No podemos consentir que el mismo ayuntamiento que dice que no tiene dinero para pagar las obras en los colegios municipales, que llevan años reclamando la comunidad educativa, le construya un estadio nuevo a una sociedad anónima deportiva.