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Red Internacional
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BUEN FIN. El Buen Fin 2020: doce días para endeudar a los mexicanos

La décima edición del Buen Fin, en el marco se la crisis sanitaria y económica, ampliará su extensión, del 9 al 20 de noviembre, para completar dos semanas en las que, más que grandes descuentos, abundan los mecanismo de meses sin intereses y un sin fin de falsas ofertas pensadas para incentivar el consumo y endeudar a las familias trabajadoras.

Lunes 26 de octubre de 2020

Desde el año 2011 cuando se lanzó por primera vez el autodenominado "fin de semana más barato del año", las denuncias por publicidad engañosa y ofertas falsas son el común denominador de cada edición. Más de una vez ha salido a la luz que los supuestos descuentos no son lo que parecen. La historia es la de siempre, precios que se elevan un par de semanas antes del Buen Fin para luego reaparecer con "descuentos" truqueados.

La otra cara de la moneda son los mecanismos de meses sin intereses. Muchos establecimientos y bancos han optado por intercambiar la promesa de abaratar los precios a cambio de promociones que incluyen el pago en mensualidades. Lo anterior se traduce en deudas que se alargan por 6, 12 y hasta 18 meses de que no son pocas las familias que aún pueden estar pagando lo adquirido en el Buen Fin de 2019 o hasta de 2018.

El Buen Fin en medio de la crisis

Este año, tras más de 7 meses de confinamiento y crisis sanitaria, las principales organizaciones empresariales de la mano con el gobierno federal decidieron alargar hasta dos semanas el tiempo que durará el Buen Fin. La intención es "reactivar la economía" o lo que en este caso es lo mismo, buscar dar salida a millones de mercancías que están paradas en los almacenes producto de la caída en el consumo por la crisis económica y los millones de despidos y recortes durante la pandemia.

Parece contradictorio que mientras enfrentamos una crisis económica de grandes proporciones, una campaña publicitaria se apueste, y seguramente logre, incrementar el consumo para las grandes empresas y almacenes.

Sin embargo, una imagen constante en las tiendas departamentales será la de miles de madres y padres buscando las "mejores ofertas" que les permitan adquirir computadoras, tabletas y demás herramientas tecnológicas para que sus hijos puedan acceder a sus clases en línea, productos que por la propia demanda y con la especulación de los empresarios aumentaron su precio. Como hemos dicho, más que ofertas, se encontrarán mecanismos de meses sin intereses o incluso créditos al consumo que se traducirán en deudas impagables con tiendas como Elektra, Coppel y otros bancos.

Mientras los trabajadores y los sectores populares acudirán a este Buen Fin para empeñar el salario de gran parte del año que viene, y aunque seguramente no se llegará a los índices de consumo de otras ediciones, las grandes empresas verán llenar sus bolsillos durante un par de semanas en las que seremos bombardeados con mil y un anuncios publicitarios.

De igual manera, durante esos días millones de trabajadores de tiendas minoristas y del comercio electrónico verán incrementada su carga de trabajo. Paradójicamente, pese a trabajar todo el día y ser quienes hagan realidad la operación de todas las tiendas participantes en El Buen Fin, trabajadoras y trabajadores de Wal Mart, Elektra, Best Buy, tiendas de ropa y más, en lugar de aspirar a aprovechar alguna oferta, esperan trabajar algunas horas extras y así, cobrar unos pesos más en la quincena, pese al riego de contagios que se incrementa por un nuevo brote de casos de covid 19.

Sin olvidar a las millones de personas que, producto de los despidos, los salarios de hambre y la precarización de la vida, verán pasar esas dos semanas con la esperanza de encontrar un empleo para poner algo de pan sobre sus mesas.

De cualquier forma, los únicos beneficiados de esta jornada serán las grandes empresas que sea vía, el endeudamiento de familias trabajadoras o el aumento de la explotación laboral, verán crecer sus obscenas ganancias. Basta de que se enriquezcan a costa de nuestras vidas, urge un plan de impuestos progresivos a esos empresarios, para que sus ganancias construidas a costa de nuestro trabajo, se ponga en función de las necesidades que la población tiene en la pandemia.