El Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) requirió el procesamiento de 11 médicos del Borda por abandono de persona seguido de muerte y por las maniobras de encubrimiento. Se asegura que “la muerte de Matías no responde a la negligencia profesional, sino a la falta de tratamientos adecuados y al abandono generalizado”.
Jueves 21 de julio de 2016 08:52
Cinco años y medio atrás muere Matías Carbonell, el joven de 24 años que falleció en el Hospital Penna tras haber pasado 24 días internado en el Borda. Según el CELS, Carbonell llegó al Penna con marcas de quemaduras de tipo B compatibles con las provocadas por electricidad y que no pudieron pasar inadvertidas para los profesionales del Borda, por lo que el organismo también solicitó “que se impute la comisión de hechos de tortura sobre Matías durante sus últimos meses de internación”.
La razón de los malos tratos a los que se vio sometido, según contaron en un allanamiento que se hizo en 2013 la abogada Soledad Riveiro y la psicóloga Macarena Sabin Paz, pertenecientes al CELS, fue producto del rol de delegado para el que había sido elegido por sus compañeros Matías. Como castigo por ser impulsor de los reclamos por los derechos de los pacientes, lo trasladaron del Servicio 25-B al 14-22, un sector que seguía funcionando aunque sobre él pesaba “una medida cautelar de cierre urgente por las condiciones peligrosas y humillantes en las que se encontraban las personas internadas”.
En noviembre del 2013 ya se hizo un allanamiento al Borda en el marco de esta causa que reveló que hubo 46 muertes poco claras en el hospital entre 2009 y 2010, en una población de aproximadamente 800 pacientes, índice que supera los índices de muertos en cárceles.
