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Red Internacional
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Por primera vez. El Estado debió pedir disculpas a una sobreviviente de intento de femicidio

El Estado argentino debió pedir disculpas públicas a una mujer sobreviviente de un intento de femicidio por no haberle dado protección cuando denunció a su marido.

Jueves 15 de abril de 2021 20:04

En el acto, realizado por zoom, participaron el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti; la diputada nacional Vanesa Siley; la defensora General de la Nación, Stella Maris Martínez; la diputada y miembro del Consejo de la Magistratura Argentina, Graciela Camaño, la socióloga y asesora en cuestiones de género del presidente de la Nación, Dora Barrancos; el presidente del Consejo de la Magistratura, Diego Molea; y la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta quien señaló: "Cada una de las intervenciones del Estado frente a los hechos denunciados contribuyó a invisibilizar el relato de Olga, a ignorar los indicadores de riesgos inminentes y a impedir el despliegue de medidas de protección adecuadas y oportunas".

El reconocimiento se produce luego de un acuerdo de solución amistosa dada la denuncia que llegó al Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer de Naciones Unidas (CEDAW, por su sigla en inglés), a partir de una presentación de Stella Maris Martínez.

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El Juzgado Nacional en lo Civil N° 85, a cargo de Félix G. de Igarzábal fue el responsable de esta mala praxis. Este mismo juez fue el que en el año 2010 anulara uno de los primeros matrimonios igualitarios realizados en la Ciudad. Anulación que luego no prosperó por la acción de la jueza porteña Elena Liberatori quien lo denunció ante el Consejo de la Magistratura porteño y de la Nación.

Por su parte, Dora Barrancos dijo: "Olga, no te queda la menor duda de que has hecho ingresar a este país a un ciclo fundamental de cambio y de transformación, un cambio de época, porque la dignidad y la consecuencia de tu lucha es una circunstancia que conmueve de tal modo que este acto de reparación se constituye como un acto histórico".

La historia de Olga

El 24 de marzo de 2017 Olga del Rosario Díaz, jubilada y madre de cuatro hijos, fue atacada por su marido con el que vivía desde hacía 36 años. Ella, como tantas otras, lo había denunciado por violencia de género en varias oportunidades pero la justicia nunca llegó a dictar las medidas de protección necesarias que ella pedía y que no le fueron concedidas.

Por las heridas que sufrió estuvo 45 días en terapia intensiva que incluyeron dos meses de rehabilitación. Luis Palavecino, su esposo en aquel momento, también atacó a un hijo, a vecinos y a personal policial cuando intentaron detenerlo. Fue condenado a 20 años de prisión y está en la cárcel.

En una entrevista que le hizo Mariana Carbajal del diario Página12 Olga cuenta que “la secretaria del Juzgado Nacional en lo Civil N° 85 de la ciudad de Buenos Aires, cuando recibió la denuncia que ella había hecho en la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema, llamó delante suyo por teléfono a su esposo para plantearle que tenían que hacer una mediación”.

Olga ya había pedido las medidas básicas que existen hoy: orden de restricción, exclusión del hogar y botón antipánico. Este último se lo entregaron el 4 de marzo pero no impidió que Palavecino la atacara unos días más tarde. Solo consiguió que la secretaria del Juzgado le dijera: “Pobre hombre, hacerle esto a su edad, después de 36 años de casados…”.

Su defensora, Stella Maris Martínez, en el acto por el pedido de disculpas públicas hizo referencia a la necesidad de “profundizar en las causas por las cuales sigue habiendo víctimas de femicidios en aquellos casos donde se ha hecho la denuncia judicial”.

Pidió reflexionar sobre los motivos por los cuales los magistrados y las magistradas del Poder Judicial actúan de forma negligente. Al respecto señaló: “Tenemos que pensar si estas capacitaciones tienen que ser de otra manera, si tienen que tener un fuerte aporte para la modificación de las conductas”.

Al finalizar el acto Olga tomó la palabra: “Acepto las disculpas. Las acepto en nombre de cada una de todas las que no fueron escuchadas, que los pedidos de auxilio fueron ignorados y de maneras trágicas cortaron sus vidas. En nombre de ellas, como Ursula Bahillo, Guadalupe Curual, Teresa Leguizamón, acepto estas disculpas”.

El reconocimiento que hizo el Estado de su falta de acción, o mejor dicho de su accionar en contra de los derechos de Olga es importante. Pero la realidad es que las mujeres necesitamos políticas públicas concretas y no solo “gestos”.

Sabemos que la mayoría de los femicidios ocurren en la casa que comparten con su agresor y esto sin dudas es una trampa de la que no pueden salir si no son económicamente independientes. Es por eso que resulta tan importante que el Estado, a través de la aplicación de diferentes políticas públicas pueda otorgar por ejemplo subsidios hasta tanto consigan un trabajo, o préstamos a tasa cero para que puedan salir de su casa junto a sus hijas e hijos y no convivir con su pareja violenta hasta que ya sea demasiado tarde.

La creación de un Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad fue un intento por parte del gobierno de mostrar su interés en el tema de género. Sin embargo, más allá de alguna mínima medida transformada en campaña publicitaria como fue el “pañuelo rojo” o algún subsidio para familiares de víctimas de femicidio para costear “gastos” no hay hasta la fecha medidas concretas que demuestren el compromiso real para paliar la violencia machista.

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