El número de desocupados registrados se disparó en 282.891 en abril (+8%) debido a la crisis originada por el coronavirus, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social publicados este martes. En total suman casi 4 millones desde el inicio de la pandemia.
Martes 5 de mayo de 2020 12:23
A diferencia de otros años, abril no trajo consigo creación de empleo (estacional) y la reducción del número de desocupados en el Estado español. Al contrario, con la crisis del coronavirus abril ha traído cifras récord de destrucción de empleo: 548.000 afiliados medios menos respecto al mes anterior -cuya primera mitad además no estuvo afectada por la pandemia- y aumento del desempleo registrado en 282.891 personas.
La subida es inferior a la que se registró en marzo, cuando el desempleo aumentó en más de 302.000 personas, registrando su mayor ascenso en cualquier mes de toda la serie histórica. Pese a ello, la subida de abril de este año es la más alta registrada nunca en este mes dentro la serie histórica. Supera en más de 243.000 personas el que hasta ahora era el mayor repunte: el de abril de 2009, cuando en plena crisis económica internacional tras la quiebra de Lehman Brothers el desempleo subió en casi 40.000 personas.
Así, el volumen total de desempleados alcanzó al finalizar el mes la cifra de 3.831.203 desempleados, la más alta del registro desde mayo de 2016.
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El dato de paro de abril no incluye a los trabajadores suspendidos de empleo o reducción horaria por un ERTE (recurso por el que las empresas se presentan en crisis y pueden suspender si salario a sus empleados. Sin embargo la definición de paro registrado no los contabiliza como desempleados). El registro masivo de ERTEs por parte de las patronales también ha provocado un máximo histórico de las personas que cobran -o deberían cobrar- prestaciones por desempleo, un total de 5.197.451 personas según los datos provisionales.
El Ministerio de Trabajo indica que se "ha reconocido la práctica totalidad de prestaciones por ERTE que han llegado al SEPE durante el mes de abril” y la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aseguró que se cobrarían todas las prestaciones y que se adelantarían al 3 de mayo.
Sin embargo, son muchísimos los casos de personas afectadas todavía no han cobrado la ayuda de abril ni la parte proporcional de marzo –alrededor del 60% en algunas comunidades, según han denunciado CCOO y UGT-. Mientras tanto, los grandes capitalistas proponen nuevas medidas de salvataje para proteger sus beneficios a costa de las condiciones de vida de la mayoría de la clase trabajadora. Y el gobierno “más progresista de la historia” parece plenamente dispuesto a concedérseles.
Frente a la sangría de empleo que ya ha dejado a 4 millones de personas en la calle, otros tantos millones de trabajadores no registrados que no tienen ningún ingreso y la miseria creciente que afecta al pueblo trabajador, es necesario tomar verdaderas medidas de “shock”, empezando por la urgente prohibición de despidos, el reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial entre todas las manos disponibles y un subsidio de desempleo indefinido no menor al salario mínimo para todas aquellas personas que se han quedado sin ningún ingreso.
Medidas elementales en defensa de la única clase productora de la sociedad que deben ser costeadas mediante impuestos extraordinarios a las grandes fortunas y la nacionalización de la banca y los sectores estratégicos de la economía.
Hay que exigirles a los sindicatos burocráticos que rompan su subordinación al Régimen y llamen a la lucha por un verdadero plan de emergencia ante la catástrofe. Que la crisis, esta vez, la paguen los capitalistas y no el pueblo trabajador.
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La pandemia de coronavirus promete un escenario de depresión sin precedentes desde la postguerra. Solo la clase trabajadora, levantando un programa hegemónico que dé salida al conjunto de los sectores populares, puede evitar que esta crisis se descargue sobre los de siempre y que esta vez la paguen a los capitalistas.