El Washington Post reveló un informe interno del FBI que alertaba sobre las acciones planeadas para el pasado 6 de enero. El informe contradice las declaraciones oficiales de que el organismo no tenía datos sobre las intenciones de los manifestantes. En otro memo la agencia alerta sobre “protestas armadas” en los 50 estados y en la capital para el 20 de enero, el día que asume Joe Biden como presidente.
Martes 12 de enero de 2021 20:14
EFE/EPA/MICHAEL REYNOLDS
El mundo contempló la toma del Capitolio de Washington sin poder creer lo que sucedía. Algunos cientos de supremacistas blancos, arengados por el casi ex presidente Donald Trump entraron por la fuerza en uno de los edificios más y mejor custodiados del planeta. Las imágenes de Jake Angeli con un sombrero con cuernos dieron vuelta al mundo y merecieron miles de memes y burlas. La forma en la que la policía trató a los “manifestantes” contrasta brutalmente con las salvajes represiones que se desataron en las protestas de Black Lives Matter por los asesinatos de George Floyd, Breonna Taylor y muchos otros afroamericanos que murieron a manos de las fuerzas represivas.
Lo sucedido causó el repudio casi unánime del establishment político y de la burguesía estadounidense. También es muy posible que le haya costado al Partido Republicano el control del Senado. Y decididamente generó una unidad burguesa en torno a la “defensa de la democracia” que le resta un poco de la debilidad de origen a la nueva administración Biden, aunque no se puede decir cuánto durará.
Seis días después de los hechos el Washington Post publicó un informe interno de una de las oficinas el FB en el estado de Virginia, vecino a Washington DC, donde se alertaba de extremistas que se preparaban para viajar a la capital y cometer actos de “violencia y guerra”. El memo explícitamente contradice a Steven D’Antuono, jefe de la oficina del FBI de Washington que dijo que “no había indicaciones” de planes más allá de participar del acto convocado por Trump.
El memo cita un mensaje en redes sociales que dice “Están listos para luchar. El Congreso necesita escuchar el ruido de cristales rotos, las puertas siendo pateadas y la sangre derramada de sus soldados esclavos del movimiento BLM y Pantifa. Pónganse violentos. Dejen de decir que esto es una marcha o una protesta. Vayan preparados para la guerra. Imponemos a nuestro presidente o morimos. NADA más nos acercará a esta meta”. BLM se refiere a Black LIves Matter y Pantifa es una forma insultante de referirse al movimiento antifa o anti fascista, uno de los chivos expiatorios preferidos de Trump.
La actuación (o falta de) de las fuerzas de seguridad se debe ver a la luz de otra información publicada por el mismo diario. Según sus fuentes, varios oficiales del FBI aseguran que la violencia en el Capitolio disparó “discusiones difíciles” sobre raza y terrorismo. Y más importante aún, se discute si los oficiales u organismos se equivocaron en su análisis del “grado de peligro porque la abrumadora mayoría de los participantes en la manifestación eran conservadores blancos ferozmente leales al Presidente Trump”.
Una simple comparación puede zanjar las “difíciles discusiones”. Durante una protesta de Black Lives Matter un policía empujó a un adulto mayor, que cayó al piso y se fracturó el cráneo. En la toma del Capitolio un policía ayudó a otro adulto mayor a bajar las escaleras.
En otro informe del FBI del que da cuenta la cadena de noticias ABC se alerta sobre planes para posibles “protestas armadas” en los 50 estados del país y la capital. El memo incluye alertas sobre manifestantes que podrían entrar por la fuerza a distintas oficinas del gobierno o incluso “montar una insurrección” si Trump es obligado a dejar el cargo de presidente.
