Demostrando quien manda. El FMI dice que la dolarización de Milei no sustituye el ajuste fiscal

El rumbo de la economía es uno de los principales ejes de la campaña electoral. Las polémicas alrededor de la dolarización que propone Javier Milei -ahora puesta en duda por algunos de sus asesores- siguen copando la agenda política.

El Fondo se metió en el debate. Rodrigo Valdés, director del Hemisferio Occidental del FMI, dijo en una entrevista publicada en el diario El País que una eventual dolarización en la Argentina como propone el candidato presidencial por La Libertad Avanza, no sustituye la necesidad de “una política fiscal sostenible que lleve a tener deudas no demasiado altas”. Para despejar cualquier duda, Valdés aclaró que "algo muy importante para nosotros es que lo que uno haga en el mundo monetario cambiario no sustituye lo que es necesario hacer en el mundo fiscal". El ajuste fiscal no se negocia.

Además, Valdés también señaló que la dolarización "requiere de mucho apoyo político que van a tener que buscar" los que acompañan a Milei en su propuesta ¿Se sumaría el Fondo a dar su apoyo a una medida tan riesgosa?

Por su parte, Milei ya había prometido un ajuste mayor al que exige el FMI, como afirmó luego de la reunión que tuvo con representantes del organismo después de las PASO. La dolarización de la economía es un plan que destruiría el poder de compra de los salarios producto de la fuerte devaluación que implicaría implementarla; hay diversas estimaciones sobre el tipo de cambio al que se dolarizaría, algunos cálculos arrojan que se podría llegar a que un U$S 1 sea igual a $ 10.000.

Emilio Ocampo apareció como el “especialista” de Milei a cargo de llevar adelante la alquimia de la dolarización. El miembro de la UCEMA, explicó que en realidad la dolarización llevaría un tiempo, en el primer año y medio no se aplicaría, sino que primero se ajustaría a los de abajo. En esta perspectiva, la salida que proponen los mileistas se emparenta con la de Patricia Bullrich de levantar el cepo y unificar el tipo de cambio en lo inmediato.

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En la entrevista, Valdés se tomó la libertad de señalar a Ecuador, un país dolarizado con el que el FMI tiene un acuerdo, como un caso que "fue muy exitoso". Cuando el entonces presidente de la República de Ecuador, Jamil Mahuad, en enero del año 2000, decidió sustituir el sucre por el dólar tuvo que renunciar a los 12 días, ante las masivas movilizaciones en su contra.

Las consecuencias inmediatas de la dolarización en Ecuador llevaron la aguda situación social al extremo. El salario básico quedó reducido a US$ 50, menos de la mitad que el de diciembre de 1998 y miles de jubilados cobraron haberes por debajo de los US$ 13. Con estas condiciones, en el año 2000, el 71 % de los habitantes llegó a estar sumergido en la pobreza (según datos de Unicef), alcanzando a más de 9 millones de personas.

El plan pactado por el Frente de Todos con el FMI requiere de una nueva revisión en noviembre próximo, tras las elecciones presidenciales, para activar un nuevo desembolso de cerca de US$ 3.000 millones. Las revisiones trimestrales son una de las vías principales por la cual el Fondo pretende mantener sometido al país y forzar la implementación de reformas estructurales en las jubilaciones, las condiciones de trabajo y la política fiscal, para hacerles pagar la crisis a las grandes mayorías.

Este cogobierno en los hechos con el FMI, no es cuestionado por Milei, Bullrich o Massa, que están dispuestos a profundizar el ajuste. La izquierda es la única lista que propone enfrentarlo a partir de realizar un desconocimiento soberano de la fraudulenta deuda externa y romper todo vínculo con el Fondo.

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