El Tribunal Constitucional avaló las "devoluciones en caliente" que llevan produciéndose hace más de 20 años con gobiernos del PP y el PSOE.
Martes 17 de noviembre de 2020 00:33
Ya en febrero de este año el Tribunal Europeo de Derechos Humanos avalaba casos de devoluciones en caliente en el Estado español. Ahora el Constitucional da su aval a unas devoluciones en caliente llevan produciéndose más de 20 años con gobiernos de PP y PSOE, recogidas como “rechazo en frontera” en la Ley Mordaza de 2015. A pesar de que Unidas Podemos prometió que impulsaría la derogación de dicha ley y el PSOE la eliminación de algunos de sus aspectos, el Tribunal Constitucional respalda dicha medida, que no ha dejado de aplicarse.
Aunque se practiquen este tipo de devoluciones en caliente en la frontera, es sólo una parte de la política racista del Estado Español, los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) son auténticas cárceles para inmigrantes. Aún así, gran parte de las políticas racistas de la Europa Fortaleza se llevan a cabo a través de acuerdos con las fuerzas represivas de países como Marruecos o Turquía, quienes hacen buena parte del “trabajo sucio” al servicio del imperialismo europeo.
Mientras tanto, en Canarias el gobierno ha decidido recurrir directamente a los militares y ha empezado a expulsar a cientos de inmigrantes recurriendo a gobiernos de países en África que destacan por su trato inhumano a refugiados e inmigrantes como el de Mauritania o Marruecos. Amnistía Internacional denuncia a su vez que estas expulsiones se hacen sin ni siquiera el derecho a la asistencia jurídica de los y las inmigrantes.
Hace unos días el gobierno del PSOE y Unidas Podemos anunciana que no sólo no cerrará los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) sino que construirá más. A corto plazo se planea destinar más de 21 millones de euros a la construcción de un nuevo CIE en Algeciras, así como construir nuevos centros en Madrid y Málaga.
Junto a las devoluciones en caliente, siguen sin esclarecerse las condiciones de los vuelos de deportación, que no han cesado durante la pandemia y cuentan con entre 100 y 120 personas en cada uno (en algunos casos menores de edad) contra su voluntad, llevándoles en ocasiones a países en conflicto armado o donde no han estado.
A pesar de que este gobierno trate de presentarse como cumplidor de una medida que rechaza por culpa del Constitucional, esa fachada le queda muy grande. El PSOE es el partido creador de las cárceles para inmigrantes, el impulsor de la primera ley de extranjería y un partido absolutamente comprometido en la defensa del imperialismo español.
De un partido que ha llevado y lleva a cabo políticas verdaderamente racistas y represoras contra los inmigrantes “sin papeles" según las reaccionarias leyes de extranjería, no vendrá la consecución de demandas como el cierre de los CIEs o el fin de las políticas fronterizas que dejan miles de muertos al año en el mar. Tampoco será quien frene a la extrema derecha, sino más bien es uno de los grandes responsables de su crecimiento.
Mientras tanto, el imperialismo español como el europeo son especialistas en provocar guerras y hambre en otros países y luego desentenderse e incluso levantar muros contra todos los refugiados, de guerra, políticos o económicos que huyen de sus consecuencias.
Al mismo tiempo las grandes multinacionales como Repsol, Cepsa, Iberdrola o Gas Natural roban en los países semicoloniales a sus anchas, a la vez que imponen astronómicos precios monopólicos a la clase trabajadora española.
Tenemos que seguir luchando por la derogación de la Ley de extranjería, el cierre de los CIE, el fin de las deportaciones exprés y derechos igualitarios para todas las personas que residen en el Estado español. Es necesario denunciar el rol imperialista del Estado español, causando migraciones forzosas, así como el racismo institucional que impregna el ADN del Régimen del 78, desde las deportaciones, hasta los CIEs, la violencia policial racista o las alambradas.