El Gobierno ha eliminado en Consejo de Ministros la prórroga de 6 meses de los contratos de alquiler que permitía mantener las mismas condiciones, y acogerse así al tope del 2% vigente durante 2023. A partir del 1 de julio esta medida ya no aplicará y los inquilinos cuyos contratos de alquiler finalicen sufrirán cambios en sus condiciones, incluido el precio del alquiler.
Clara Mallo Madrid | @ClaraMallo
Martes 27 de junio de 2023

El pasado 27 de diciembre cuando la mayoría de familias sentían el peso de la inflación acumulada y en esos momentos alimentada aún más por la campaña navideña, Pedro Sánchez anunció un paquete de medidas anticrisis. De conjunto, una serie de migajas que no afrontaban el problema real de la pérdida de poder adquisitivo y el aumento de la crisis social que se vivía en esos momentos y que se sigue viviendo hoy.
Entre las medidas se incluía la extensión por seis meses adicionales de la rebaja a los impuestos de la electricidad y el gas. Al mismo tiempo, se “suspendían” los desahucios durante seis meses más a las familias vulnerables –lo cual hemos visto en estos meses como no ha ocurrido- y además se extendía hasta el 31 de diciembre de 2023 el límite del 2% a la actualización anual de los contratos de alquiler, mientras se introducía una prórroga de 6 meses para los alquileres que expirasen antes del 30 de junio y así pudiese seguir acogerse al tope del 2% durante ese tiempo.
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Sin embrago, a pesar de lo limitado de esas medidas que no resolvían la situación que viven miles de familias, vemos como Sánchez no ha tardado ni medio año en retroceder en algunas de estas cuestiones.
En concreto hoy mismo se ha anunciado el fin de la prórroga en los alquiles. Esos alquileres que expiraban antes 30 de junio ya no estarán protegidos y podrán finalizarse o renovarse con la posible (segura) subida que esto supone.
La ley de vivienda tampoco protege a estos alquileres. Aunque esta ley incorpora un límite del 3% para los alquileres (sólo en 2024) los sindicatos de inquilinas ya han advertido que incorpora muchos vacíos que harán que propietarios e inmobiliarias puedan saltarse este límite sin mucho esfuerzo.
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Como vemos las medidas del Gobierno “progresista” no son sólo limitadas, sino también fugaces. Al igual que las críticas de los socios de gobierno de Sánchez, Unidas Podemos, que rápidamente han salido a criticar la medida aprobada por el Consejo de Ministros del cual forman parte. Lo cual hace esas críticas poco consistentes.
Además el eje de las críticas se centra en que en las comunidades donde gobierna la derecha los alquileres no estarán protegidos basándose en el hecho de que la derecha no respetará la Ley de Vivienda. Sin embargo se olvidan de que la Ley de Vivienda ni frena los desahucios ni pone topes reales a los alquileres. Igual que los distintos paquetes anticrisis que vienen aprobando que hemos visto que en los hechos, además de limitados, terminan siendo más discurso progresista que cambios reales.
Está claro que a la derecha de verdad no se la para con una izquierda de mentira, sino con la movilización y la lucha independiente de trabajadores e inquilinos que pelee por un programa que ponga fin a los abusos. Por la congelación de todos los alquileres, la intervención del mercado del alquiler bajo el control de los inquilinos, la expropiación de las viviendas de los grandes tenedores para crear un parque público de alquiler social, por la prohibición de los desahucios. Así como por otras medidas no exclusivas al ámbito de la vivienda porque la precariedad abarca todos las esferas de nuestra vida como la incorporación inmediata de cláusulas de revisión salarial en todos los convenios que indexen el IPC de forma mensual y de forma automática o la nacionalización sin indemnización y bajo control de trabajadores y usuarios de los oligopolios de la energía y el trasporte entre otras.