Paro Nacional. El Gobierno salió a minimizar el reclamo que motiva el paro

En una conferencia de prensa realizada hace instantes en la Casa Rosada, el Jefe de Gabinete Aníbal Fernández y el ministro de Economía Axel Kicillof salieron a desestimar el paro anunciado para mañana, fundamentalmente en lo que refiere a los gremios del transporte.

Según los ministros, en una reunión previa con empresarios del transporte de pasajeros éstos le confirmaron al gobierno que “sólo entre un 10 y un 15 por ciento de los trabajadores del sector pagan impuesto a las ganancias”. Con este dato, el jefe de Gabinete y el ministro de Economía enfocaron sus críticas sobre la Unión Tranviarios Automotor (UTA), gremio conducido por Roberto Fernández, quien suele tener buen diálogo con la presidencia pero que mañana se sumará al paro convocado por las CGT y la CTA opositoras.

“Los trabajadores de UTA que pagan impuesto a las ganancias representan entre el 10 y el 15%, según las cámaras empresarias del sector. Y esto incluso es mucho menos que lo que se paga en el resto del mundo”, dijo Kicillof dando a entender que no es comprensible que el 85 o 90 por ciento restante de ese gremio vaya a la huelga, en “solidaridad” con los que más ganan. Acto seguido, Fernández reflexionó en que “los motivos del paro son otros, porque si no pueden discutir entre empresarios y sindicatos sobre algo que afecta sólo al 10% de trabajadores, evidentemente los motivos son otros. Es un paro político y no es un paro general”.

Consultado por los periodistas sobre la incidencia mayor del impuesto al salario en otros gremios, como por ejemplo el de los bancarios, los ministros respondieron que no tenían mucho para decir, ya que esta conferencia de prensa sólo era para hablar del transporte y de la posibilidad de que mañana se paralice por completo.

En ese sentido Aníbal Fernández agregó un nuevo elemento de presión contra el derecho a huelga, tanto de los trabajadores del transporte como del resto de la clase trabajadora. Dijo que en la reunión las patronales del transporte confirmaron que van “a garantizar el servicio”, por lo cual el gobierno se ve obligado a “poner fuerzas de seguridad en las terminales para que se pueda funcionar. De eso se ocupará Sergio Berni.”

Sobre el final de la conferencia de prensa Kicillof agregó dos datos curiosos. Por un lado dijo que el impuesto a las ganancias, incluyendo a la cuarta categoría que afecta directamente a los asalariados que cobran apenas por encima del costo de la canasta familiar, es un impuesto “progresivo” y “redistributivo”. Por otro lado, y como consecuencia de considerar necesaria y positiva esa “redistribución de la riqueza” entre trabajadores, lanzó una expresión que, vista desde otro ángulo, puede resultar rayana con el gorilismo. Para él, dijo, está mal poner en cuestión los impuestos, ya que en definitiva sirven para subsidiar y mantener mediante planes sociales a quienes “tienen la desgracia de ser más vulnerables”. Un intento, a su vez, de dividir los reclamos del conjunto de la clase trabajadora, distinguiendo entre los que "más tienen" y los que, pensará tal vez Kicillof, "nunca van a tener nada".

De más está decir que sobre el resto de las razones que tienen las trabajadoras y trabajadores del país para manifestarse y reclamar sumándose a un paro convocado por centrales y gremios, los ministros no dijeron palabra.