El Instituto Nacional de Migración lanzó un comunicado en el que decía que había “rescatado” a 114 migrantes principalmente cubanos y venezolanos en la autopista Tapachula-Arriaga. Se trata de 31 mujeres, 39 hombres, 29 niñas y 25 niños menores de edad que “fueron ayudados por personal del INM con servicios de primeros auxilios, agua y alimento”, comenta dicho comunicado.
Emilia Macías @EmiliaMacas1
Martes 21 de diciembre de 2021
El gobierno mexicano ha implementado políticas racistas y xenófobas contra los y las migrantes que cruzan el continente buscando mejores condiciones de vida, huyendo de la violencia, de la pobreza o desastres naturales que han golpeado comunidades enteras y sus respectivos gobiernos no han hecho nada para ayudarles.
Ha militarizado ambas fronteras del país con la Guardia Nacional, un organismo que supuestamente sustituiría al ejército, pero que en realidad continúa funcionando al servicio de los empresarios y políticos para proteger sus ganancias y su propiedad privada.
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El Instituto Nacional de Migración -como su nombre lo indica-, es encargado de planear, ejecutar, controlar, supervisar y evaluar los servicios migratorios. En la realidad, su única función ha sido deportar, violentar, detener a miles de personas migrantes. Ningún otro gobierno en México ha detenido a tantos migrantes en un año como el de López Obrador. De acuerdo con datos de la Unidad Política de la Segob, al último corte de octubre del 2021, 228 mil 115 personas sin documentos fueron detenidas: la cifra más alta para un año en 20 años, o sea, desde que comenzó a llevarse el registro de estas estadísticas.
Mientras que aumenta el número de detenciones en México a la par aumentan las capturas al otro lado de la frontera con Estados Unidos, donde la administración del presidente Joe Biden lleva también la cifra más alta registrada desde 2000.
Ambos gobiernos prometieron en sus campañas un “mejor trato” a los y las migrantes. Pero ahora, han demostrado que no es el plan. De hecho, anunciaron que regresaría el programa “permanece en México”, impulsado por el republicano Donald Trump para frenar la ola migrante al gigante imperialista, el cual entró en vigor el pasado 6 de diciembre.
Independientemente de quién esté en la silla presidencial de la Casa Blanca, se impulsarán políticas antimigrantes con la permanente persecución, criminalización y detención en México y EEUU con deportaciones masivas.
No confiamos en sus organismos
Ni la Guardia Nacional, ni la Border Patrol, el INM u otra institución encargada del control del flujo migratorio responderá a los intereses de la clase trabajadora, los campesinos y de los y las pobres que viajan lejos de sus familias.
En repetidas ocasiones, las autoridades cometen crímenes en contra de los migrantes, tortura, asesinato, desaparición son sólo algunos ejemplos de las atrocidades por las que pasan los extranjeros en manos de los gobiernos norteamericanos.
El INM puede presumir de “rescatar” a los extranjeros, diciendo que tienen un “compromiso por una migración segura, ordenada y regular, con pleno respeto a los derechos y salvaguarda de los derechos de las personas en contexto de movilidad” pero en realidad no han hecho más que violarlos en repetidas ocasiones y de distintas formas.
No ha rescatado ni va a rescatar a nadie. Los infantes que se quedaron bajo tutela del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) sólo fueron separados y separadas de sus familiares, quienes, según el instituto, fueron trasladadas a sus sedes para “iniciar el procedimiento administrativo correspondiente”, o sea, regresarlos a sus países de origen sin la certeza de volver a ver a sus hijes.
Se vuelve una situación urgente de tratar: día a día se violan los derechos de nuestros hermanos y hermanas migrantes y ni el gobierno de México ni el de Estados Unidos hará algo para mejorar su situación. No confiamos en sus organismos ni en sus promesas.
Toda la solidaridad con las y los migrantes; ningún ser humano es ilegal.
