El Movimiento Campesino Regional Independiente (MOCRI) es denunciado como un grupo de choque, paramilitar y en relación con autoridades locales y el gobierno.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Martes 10 de octubre de 2017
Los grupos sociales se han multiplicado por toda la región sur del país, sobre todo en Chiapas y Oaxaca. Conformados por campesinos, indígenas, trabajadores del campo operan en el inicial propósito de buscar mejoras en sus condiciones inmediatas de vida, pero muchos de ellos termina siendo cooptados y utilizados por caciques, partidos políticos, el Estado. Se truecan en grupos de choque, con prácticas mercenarias, siempre al beneficio de quien los financia.
Muchos de estos, están a la orden de autoridades de todos los niveles de gobierno, como está sucediendo con el Movimiento Campesino Regional Independiente (MOCRI) en Berriozábal, Chiapas, donde el alcalde del municipio, Reynaldo David Mancilla, ha caracterizado su administración por permitir grandes invasiones en predios privados por parte de este grupo y ha utilizado a la policía municipal en hostigar y detener a los ambulantes de la plaza central.
Así como en Berriozábal, el MOCRI ha extendido su influencia en varios municipios de Chiapas, aliándose con quienes protegen sus invasiones de tierras a cambio de gente que es utilizada para métodos inclusive paramilitares, pues como se denunciara en días pasados, el MOCRI secuestró a profesores de la Delegación Sindical D-I-206 la Sección VII del SNTE.
Es innegable el financiamiento para sus movilizaciones no es directo de las aportaciones de sus agremiados; el dinero proviene del gobierno y sus programas asistencialistas quien focaliza los apoyas a los lideres quienes lo distribuyen por medio de compras de camionetas nuevas para transporte y obras que se consiguen por medio del pase de lista.
Estas organizaciones se identifican más con quienes están en el poder, que con las organizaciones de izquierda.
Diversas denuncias acusan a este tipo de organizaciones de hacer de las invasiones un verdadero modo de vivir, pues no solamente ocurre en predios privados si no que han provocado conflictos ejidales por invadir tierras comunales, y si tienen el “apoyo” de la autoridad municipal hacen lo que se les viene en gana.
Según analistas, el MOCRI se ha vuelto una organización intocable. Con el fin de mantener el control sobre la familia Jiménez Pablo, el gobierno federal y estatal les brinda una amplia protección para sus invasiones de terrenos urbanos y ranchos de propiedad privada.
¿De dónde y con qué interés fluyen los financiamientos para estas organizaciones? En momentos electorales decisivos, como el que se avecina para 2018, se afianzan compromisos entre los grupos y autoridades para la “cooperación” en las elecciones, ya sea votando por determinado partido, el PRI, o como contención para funcionar contra grupos que les sean incómodos. Desde ahora están cumpliendo con el papel y la función que les pidieron.
Con información de El Diario de Chiapas y Aquí noticias