Juan Zepeda, quien fue presentado ayer por el CEN del PRD como candidato a la gubernatura del Estado de México, hizo un llamado a la militancia de su partido a sumarse a impulsar su proyecto, aunque más tarde declaró que podría declinar su candidatura a favor de Morena o del PAN “para sacar al PRI del Estado de México”.
Viernes 17 de marzo de 2017
Tras el fallo del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, Juan Zepeda, diputado local con licencia, fue electo como candidato a la gubernatura del Estado de Mexico por mayoría de votos en la elección interna de su partido.
Sin embargo, dicho proceso fue cuestionado por otros competidores como Javier Salinas Narváez de la corriente “Nueva Izquierda”, quien impugnó el proceso por considerarlo poco democrático y como un supuesto acuerdo entre la corriente a la que pertenece Zepeda (Alternativa Democrática Nacional) y el gobierno mexiquense. Salinas Narváez propone una consulta pública que podría realizarse el fin de semana, ya que el 24 de marzo es la fecha límite para presentar al abanderado perredista.
Estado de México, un estado clave para el PRI
Es un hecho que el Estado de México es clave en muchos aspectos: es la entidad más poblada del país, donde se expresan contradicciones diversas como resultado de la miseria generada por el dominio priista en la entidad.
Al mismo tiempo existen pugnas por la defensa de los recursos naturales y el territorio, como el despojo a los pobladores de Atenco para construir el nuevo aeropuerto, en un terreno salitroso e inestable y la destrucción del ecosistema de la región, impuesto a base de sangre, encarcelamientos y violaciones desde el 2006.
Además de los enormes megaproyectos de viviendas e instalaciones industriales, que dejan en la calle a cientos de familias, orilladas a la miseria y la descomposición social. También el Edomex destaca por la criminalidad feminicida hacia las mujeres, las redes de trata y narcotráfico de las cuales los partidos políticos del Pacto por México como el PRI, PAN y PRD son cómplices y aliados. Así se vive en el territorio mexiquense que concentra una buena parte de las bases de apoyo priístas a nivel nacional.
El PRI tratará de mantener su posición actual en el estado y el PRD, como cuarta fuerza política, no tiene posibilidades de ganar, si no es por medio de una alianza. Se encuentra desprestigiado como partido de oposición después de avalar el Pacto por México junto al PRI y el PAN y del la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en la noche de Iguala, bajo una administración perredista en aquél municipio.
Por lo tanto, cada vez pierde más electores, incluso dirigentes con algo de presencia en esa entidad como Eduardo Neri, quien declaró que “no va a legitimar un proceso que carece de certeza jurídica” y que en los próximos días hará su salida formal del PRD para posiblemente unirse a Morena, partido que le está sustrayendo gran cantidad de militantes y dirigentes.
La unidad de los trabajadores organizados, la única alternativa viable
Lo anterior muestra la debacle del partido del “Sol azteca” y la desbandada de una parte de sus militantes y simpatizantes del mismo hacia otros partidos políticos como Morena.
El partido de López Obrador, les abre ahora las puertas -aunque sus bases honestas repudien a esos partidos-. Su dirigente nacional considera que Morena se puede construir, de cara a las elecciones del Edomex y de 2018, con figuras provenientes de la patronal empresarial, como Alfonso Romo, o con los senadores del PRD, los firmantes del Pacto con México, la mayoría de los cuales se integrarían en las próximas semanas.
Los partidos tradicionales que participarán en los próximos procesos electorales son fuerzas que atentan contra los intereses del pueblo trabajador, tan similares entre sí que hacen alianzas de toda índole con el objetivo de administrar en favor de los ricos, ya sea como funcionarios saqueadores o dándoles más concesiones a los empresarios nacionales y extranjeros. Y muchos que esperaban que Morena fuera una alternativa diferente a éstos, ven como poco se van acercando figuras del PRI, PAN y PRD que ya no encuentran acomodo en sus partidos de origen.
Por eso es que la única forma de cambiar las carencias y explotación que vivimos es construyendo una herramienta política propia, donde los trabajadores y pueblo pobre sean escuchados y alentados a organizarse y pelear por imponer sus demandas a los capitalistas voraces, por recuperar los sindicatos del control de los charros aliados al gobierno y los patrones, por imponer su propio gobierno para hacer que la crisis la paguen los patrones.