Llamadas telefónicas, compra de votos, intimidación de grupos afines al PRI, son parte de las acciones que buscan imponer una elección favorable a este partido en Chiapas.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Domingo 19 de julio de 2015
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) con la rebelión zapatista de 1994 perdió la hegemonía en el estado. Intentó impedir que su aliado y al mismo tiempo adversario en esta elección local, el Verde Ecologista, predomine en alcaldías y el Congreso estatal.
Tanto el PRI como el PVEM buscan un posicionamiento favorable rumbo a las elecciones del 2018. Los dos se necesitan para imponerse sobre un creciente descontento nacional y desprestigio de los partidos.
A los cientos de irregularidades reportadas por los principales partidos contendientes durante la elección en el estado de Chiapas, se suman denuncias ciudadanas que han hecho usuarios de redes sociales.
Llamadas para manipular el voto
Como el recibir llamadas telefónicas por parte del equipo de campaña de Fernando Castellanos Cal y Mayor, para “agradecer” el voto a favor del PRI.
Este político priista, candidato a la presidencia de Tuxtla Gutiérrez por la coalición PVEM- PRI- Nueva Alianza y Chiapas Unido, cerró su campaña política ante más de 20 mil personas que abarrotaron la plaza de toros San Roque. Y posteriormente también fue denunciado por medios locales por manejar acarreados en todos sus mítines, incluido éste.
Castellanos es conocido por su cercanía con el presidente Enrique Peña Nieto y por buscar fortalecer a su partido en la entidad.
Sólo a militantes del PRI les permiten votar
Han surgido muchas denuncias de las acciones de Antorcha Campesina en el estado, que intentan imponer un resultado favorecedor del PRI. Como en la entrada de la casilla extraordinaria ubicada en el poblado El Refugio, donde no se permite votar a quienes no sean priistas.
Priistas y Verdes se acusan mutuamente
“Agraden a nuestro candidato en Comitán por gente encapuchada”, denunció Paco Torres desde su cuenta de Facebook, quien apoya la candidatura municipal del priista Mario Guillén Domínguez. Afirmó que personas desconocidas “hacen recorridos por distintos puntos… para amedrentar e intimidar a nuestra población y no salgan a votar”.
Compra de votos
“Vale por un artículo para el hogar” dice la leyenda en una tarjeta color naranja, que contiene el logo del PRI, el nombre del candidato Willy Ochoa por la coalición PRI-PVEM-Nueva alianza y Partido Chiapas Unido. Es sólo una de las denuncias por compra de votos que involucran a este partido y ha generado indignación entre los chiapanecos.
Mientras que el Verde Ecologista que aprendió mucho de las trampas del PRI, distribuye tarjetas de descuento a domicilio con la leyenda “Para afiliados del Partido Verde Ecologista de México”, corporativizando el voto de los ciudadanos. Tal para cual.
Éstas son algunas de las acciones del PRI que, en una alianza a todas luces oportunista, pretende imponerse en Chiapas para seguir favoreciendo los convenios con las empresas privadas en el estado y explotar los recursos naturales a su beneficio.
Es la misma política de su adversario PVEM que también busca entregar los recursos naturales del estado. Por eso van juntos van en alianza en 16 de los 24 distritos electorales, incluyendo Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, las ciudades principales. La disputa es por quién administra los planes de miseria contra la población trabajadora.
Una elección donde no importa quién obtenga el triunfo, pues con alcaldías y diputaciones de derecha quien sale perdiendo es el pueblo que sufre la miseria, el despojo y los grupos paramilitares, y donde las demandas que dieron lugar al alzamiento indígena de 1994 tienden a ser invisibilizadas cada vez más.
Estos comicios muestran ya de antemano un resultado ilegítimo y falto de credibilidad, donde el Instituto Nacional Electoral ha guardado silencio. Y es que ahora tendría que fallar en contra de la un alianza de partido que viene solapando y que le ha costado mucho desprestigio.
