En la undécima sesión ordinaria se informó de un aumento de las dietas legislativas como también de funcionarios y directores de la Legislatura. Solo el bloque de la izquierda lo rechazó e insistió con que todo legislador, funcionario o juez gane como un trabajador y que ningún trabajador estatal cobre menos que la canasta familiar.
Jueves 29 de agosto 10:49
En la undécima sesión ordinaria se informó de un aumento de las dietas legislativas como también de funcionarios y directores de la Legislatura. Solo el bloque de la izquierda lo rechazó e insistió con que todo legislador, funcionario o juez gane como un trabajador y que ningún trabajador estatal cobre menos que la canasta familiar.
Al respecto el presidente del bloque PTS-FITU, Gastón Remy, durante la sesión señaló, “Hoy la dieta de un diputado, sin antigüedad, es 3 veces más que el salario mínimo de bolsillo de un estatal o una maestra que recién se inicia. No estamos de acuerdo con este aumento que implica reafirmar esto que ya es un privilegio”.
Y aclaró que, “nuestro planteo es claro, todo legislador, funcionario o juez debería cobrar como un trabajador, pero a la vez, el salario mínimo de todo trabajador estatal debería ser igual a la canasta familiar”.
Respecto a la última paritaria para las y los estatales el legislador sostuvo que, “Se fijó un salario mínimo de bolsillo (que para gran parte es el máximo) de 460 mil o 550 mil (estatal o docente, respectivamente) a cobrar en septiembre cuando la canasta familiar de julio costaba 780 mil según Dipec. Apenas se cubre un 65% de la canasta”.
“Lo que resulta más inaceptable es que estos salarios de pobreza se fijen teniendo superávit fiscal. Insistimos esos fondos deberían ir para que nadie cobre menos que la canasta familiar”.
Y agregó, “Incluso se puede mejorar aún más el salario si pagaran impuestos las mineras como las de litio que declaran ganancias millonarias o los ingenios que tienen coronita para no pagar impuestos por 10 años en la provincia”.
Finalizó destacando que la docencia en distintas lugares como Neuquén muestra que fuerzas hay para pelear. El año pasado en la provincia fue con el paro que se logró en junio un salario mínimo igual a la canasta.
“No pueden seguir haciendo la plancha, las centrales sindicales tienen que actuar porque acá no solo ajusta el gobierno nacional a los jubilados, a las universidades, a la salud, también lo hacen los gobernadores”, concluyó.