La primera escala de la gira papal por algunos países de Latinoamérica no podría comenzar mejor para Francisco I. Entre los elogios del presidente ecuatoriano Rafael Correa y una multitudinaria misa, el Papa mostró que llego para consolidarse como factor de influencia regional y ratificar su apoyo al giro conservador de los gobiernos por neoliberales.

Diego Sacchi @sac_diego
Martes 7 de julio de 2015
Desde su llegada a Ecuador, Francisco mostró que sabe muy bien como sacar provecho de su gira que incluye la visita a ese país, Bolivia y Paraguay. Tras escuchar el discurso de bienvenida que realizo Correa, Francisco también exhortó a poner "una especial atención en nuestros hermanos frágiles y en las minorías más vulnerables", que son "la deuda que aún tiene toda América Latina". Pero rápidamente y atento a las movilizaciones y protestas que ha enfrentado el gobierno ecuatoriano -> http://www.laizquierdadiario.com/El-gobierno-ecuatoriano-retrocede-ante-los-plantones-de-la-derecha en las últimas semanas, dijo "a afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el dialogo y la participación sin exclusiones para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo garanticen un futuro mejor para todos".
El mensaje que puede ser leído tanto a favor de la oposición como del gobierno, es en realidad la política que desde hace meses viene manifestando el Papa en un llamado a moderar los enfrentamientos, conciente de los problemas que tienen que encarar los gobiernos de la región en un marcado giro conservador y, en varios casos, frente a crisis de legitimidad producto de la aplicación de medidas de ajuste, como le sucedió al propio Correa. No fue casual que le tendiera una mano al presidente ecuatoriano, para enfrentar esos desafíos cuando le dijo "podrá contar con el compromiso y la colaboración de la Iglesia".
Como se esperaba, el lunes por la tarde alrededor de un millón de personas presenciaron la misa que brindo el Papa en el parque de los Samanes de la ciudad de Guayaquil. Allí el Papa Francisco afirmó hoy que la familia debe ser ayudada y que esto no debe entenderse como "una forma de limosna", sino que es una verdadera "deuda social respecto a esta institución". Continuo diciendo "La familia constituye la gran riqueza social que otras instituciones no pueden sustituir, debe ser ayudada y potenciada para no perder nunca el justo sentido de los servicios que la sociedad presta a los ciudadanos". El discurso que pareció invocar una defensa a las políticas sociales de los gobiernos de la región en los últimos años, fue en realidad una muestra de la cruzada conservadora que viene protagonizando la iglesia contra los avances cívicos y sociales. Basta recordar las declaraciones ante la victoria del matrimonio igualitario en Irlanda o el pedido a la presidenta chilena Bachellet para que no avance con su propuesta para legalizar el aborto.
La primera escala de la gira papal ha sido una muestra de lo que seguirá. La efusiva recepción del presidente ecuatoriano para el Papa, (le brinda a Francisco la posibilidad de ganar influencia en la región-> http://www.laizquierdadiario.com/El-Vaticano-quiere-pisar-fuerte-en-America-Latina) mostrándose junto a uno de los mandatarios (que junto a Evo Morales y Hugo Chavez) aparecieron como el sector más progresista de los llamados gobiernos pos neoliberales. Al mismo tiempo, le abre la puerta al Vaticano, para ofrecerse como mediador confiable ante la crisis y la polarización que enfrenta el gobierno chavista en Venezuela.
Vale resaltar también, que la calurosa recepción del presidente ecuatoriano para el Papa Francisco es porque comparten varios principios fundamentales. Además de resaltar sus convicciones afines a la Iglesia Católica, Correa decía en 2013 que la ideología de género es “peligrosísima” para el país y rechazaba los cambios en la ley que contemplaran una identidad diferente a la del sexo biológico, ya que conformarían una "maniobra para llegar al matrimonio gay" contraria a "la constitución que establece que el matrimonio es entre hombre y mujer". También amenazó con renunciar a su cargo -> http://www.pts.org.ar/El-progresismo-antiabortista-de-Correa si parte de su bloque oficialista en la Asamblea Nacional continuaba con el propósito de presentar un proyecto de reforma para despenalizar el aborto en casos de violación. Como se ve, muy a tono con el discurso reaccionario del Vaticano.
La multitudinaria misa que realizo Francisco, y que muchos esperan se repita en Bolivia y Paraguay, le sirve a la Iglesia para recuperar autoridad en la región. Según las estadísticas en Ecuador, uno de los países con mayor cantidad de católicos del continente, un 10% de los fieles han mudado sus prácticas religiosas a otras creencias y prácticas. No fue casual la referencia del Papa, en su visita a la Divina Misericordia en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil, cuando al dirigirse a cerca 2.000 fieles dijo "Les doy la bendición. No, no les voy a cobrar nada, pero les pido, por favor, que recen por mí.". Tomado como una simple broma, fue una velada crítica a las prácticas de los pastores evangelistas que han captado a miles de fieles que dejan las misas de la Iglesia Católica.

Diego Sacchi
Nacido en Buenos Aires en 1977, militante del Partido de Trabajadores Socialistas desde 1994. Periodista, editor en la sección Internacional de La Izquierda Diario y columnista de temas internacionales en el programa de radio El Círculo Rojo.