El gobierno de Gabriel Boric le ha dado continuidad a la agenda represiva que buscó instalar Sebastián Piñera. Para esto ha tenido aliados desde la derecha hasta el Partido Comunista, pero uno de los más fieles al gobierno en cuanto a una política más represiva ha sido el Partido Liberal de Vlado Mirosevic.
Domingo 23 de octubre de 2022
“Más de $1.000.000 es el costo mensual para mantener a un preso en Chile. Importante la urgencia que puso el gobierno a ley para acelerar las expulsiones”, fue uno de los comentarios realizados esta semana por Vlado Mirosevic del Partido Liberal en sus redes sociales. Con estas breves palabras deja entrever muchas cosas. En primer lugar, hay una omisión completa al fracasado proceso de reinserción actual y las precarias condiciones de vida de quienes están privados de libertad. En segundo lugar, realiza el mismo discurso de la derecha que liga delincuencia a migración. Para esto, deja afuera todo su discurso sobre la estrecha visión que tenía el anterior gobierno quienes reducían la solución a una agenda más punitiva, y se centra en plantear como salida la expulsión de migrantes.
De igual forma, Luis Malla también liberal, quien dice representar a sectores de la juventud, planteó que, "El presupuesto asociado a Orden Público y Seguridad anunciado por el presidente Boric aumentará en 164 mil millones de pesos, es decir, un 4,4% más respecto del periodo 2022." Dentro de sus palabras destacó que 38 mil millones de pesos serán destinados a la creación de una nueva policía.
Las intenciones del alcalde de Arica Gerardo Espíndola y los diputados, todos del partido liberal, apuntan a la creación de una Policía Fronteriza y además una Policía Municipal. Pretenden enfrentar la situación con más policías, pero omiten que una de las instituciones más ligadas al narcotráfico en las fronteras, ha sido la policía. Más de mil kilos de drogas han pasado agentes de la institución de carabineros por la frontera, pero también ex carabineros han sido culpables de cooperar y dirigir acciones en conjunto, con bandas narcotraficantes como el conocido Tren de Aragua. ¿Por qué se debería enfrentar al narcotráfico con una institución corrupta, que dentro de sus filas callan las violaciones a los DDHH, incluso como se ha visto, casos de asesinato como lo ocurrido con Camilo Catrillanca donde intentaron crear todo un montaje para justificar su acción?
La policía no es una solución a la crisis migratoria ni lo será jamás.
La militarización de la frontera por parte del gobierno de Boric con la implementación de la ley n° 265 heredada de Sebastián Piñera, junto a una mayor dotación y recursos para la policía, es parte de la fórmula que el gobierno ha buscado enfrentar la crisis migratoria y el aumento de la violencia, producto del aumento de la violencia social por parte del Estado, traducido en el encarecimiento de la vida, la devaluación del salario y los ajustes, donde son las familias trabajadoras sobre quienes recae la crisis inflacionaria, mientras los grandes empresarios hacen de esta crisis un negocio.
¿Por qué avanza la derecha y sectores reaccionarios?
Esta respuesta es fácil de responder. Es el gobierno quien les ha abierto el camino. Se han adaptado desde un comienzo a la agenda de seguridad y orden, en medio de una de los escenarios económicos más adversos para la mayoría de la población. En este sentido, el Partido Liberal tiene total responsabilidad no solo al fortalecimiento de la derecha en el norte, sino que también en todo el clima reaccionario y xenófobo que intentan instalar los grandes empresarios, la derecha y sus medios de comunicación. El apabullante triunfo del rechazo en ciudades donde la migración o la lucha de los pueblos originarios, han tenido como respuesta la misma posición que tiene la derecha, son expresión de que si limitas la agenda de la derecha, es la derecha la que gana.
Por una salida independiente de las y los trabajadores
Para enfrentar y darle una salida a la crisis migratoria, necesitamos impulsar un Plan de Acogida Internacional, junto a la entrega de recursos, políticas sociales y laborales para responder profundamente a la precarización de la vida que ha traído la pandemia y los altos precios producto de la inflación que golpea a todo el mundo. Los grandes empresarios nacionales e internacionales quieren descargar la crisis contra los trabajadores y los sectores más pobres. Desde la derecha hasta el gobierno, mantienen una política xenófoba y racista, militarizando las fronteras donde son mujeres, niños y trabajadores, quienes sufren las consecuencias. Por su parte los empresarios, mientras mantienen un discurso para dividir a trabajadores nativos y extranjeros, sacan todo el provecho a la mano de obra barata.
Solo la unidad entre trabajadores, mujeres y estudiantes pueden conquistar una salida profunda como el Plan de Acogida Internacional junto a un impuesto progresivo a las grandes fortunas, para que la crisis del sistema económico capitalista, no la siga pagando el pueblo trabajador.